Hace un año todos los astros se alinearon para que sucediera "lo Imposible"... Hoy seguimos construyendo los cimientos de nuestro Universo con menos dudas, cada vez, de que fuera una casualidad.
GRACIAS AMO por estos 365 días en los que ni uno solo has dejado de Ser.
Tú eres mi regalo y yo siempre estaré rendida a Sus Pies.
r_R.
Una semana de descanso y reflexión profunda.
Sé que mi vida y mi lugar es a su lado.
Toda mi persona tanto física como mental y mi alma, son suyas.
El aire que respiro, es el que usted expira de sus pulmones.
Mi corazón y mis latidos, son los suyos.
El calor de mi piel, es el fuego que recorre sus venas.
El aroma de mi ser, es su olor profundo a deseo.
Sus labios son los que calman mi sed.
¿Puede observarlo? estoy hecha de retazos de usted y llevo marcado muy hondo su nombre, su marca de propiedad, su collar, su penetrante mirada que atraviesa mi alma, persiguiendome a cada segundo, vigilando cada uno de mis actos.
Soy su fiel niña, mujer, sumisa y perra, la que cada día y cada noche, a cada instante, siempre está a la espera de que usted le brinde un poquito de atención y cuidados, sólo un poquito de mimos, o un ratito de juegos en el que poder divertirnos los dos.
Sé que hace poco comencé a recorrer este sendero misterioso que me llevará donde usted esté, pero empiezo a sentir como si hubiese aprendido ya muchas cosas, aunque también admito que esto es sólo el principio.
Creo firmemente en que, para poder avanzar y ser realmente consciente de todo el camino avanzado, de las cosas conseguidas y las metas que faltan aún por alcanzar, se debe hacer obligatoriamente de vez en cuando un descanso, para pararse a respirar y reflexionar; pero esto no significa que me detenga y abandone, no, sólo así seré capaz de tomar fuerzas para seguir sin rendirme.
En una semana, volveré con fuerzas renovadas, quizás un poquito asalvajada, pero seguro que usted sabrá redirigirme por el camino correcto Emoticono wink.
Hasta entonces, amigo, amado y deseado, amo, tómese un respiro y reflexione usted también o aproveche para planear nuevas enseñanzas, nuevas aventuras y nuevos juegos con los que sorprenderme a mi regreso.
Le amo, le deseo, le necesito y le respeto.
Es para mí, todo un orgullo saber que sólo con usted vivo, sin usted muero, soy sólo suya y sin usted de nadie más.
Es para mí toda una satisfacción, saber que si me esfuerzo en todo lo que usted me ordene y en ser buena, seré merecedora de su cariño, de sus cuidados, del alimento y el agua que me ofrece cada dia, del orgullo que puede sentir al poder lucirme a su lado.
No tenga ninguna duda, de que siempre sere suya, jamás me apartaré de su lado.
Usted es mi Señor, mi Dueño y mi Amo.
Maldita tormenta...
Estaba claro que no iba a traer nada bueno.
Como un monstruo gigantesco y furioso, rugió con rabia, devastándolo todo a su paso, abofeteando el viento, haciendo temblar el suelo bajo mis pies y con ello, alterando el ritmo de los latidos de mi corazón, paralizando mis pulmones.
Provocó en mí la voluntad de quererme hacer diminuta y esconderme bajo tierra para intentar escapar, con la sensación del ahogo por el llanto en mi garganta.
Sacó a relucir mis más internos temores, creó en mí un remolino de sentimientos y pensamientos contradictorios.
Me sentí sin escapatoria y acabé aplastada de un sólo zarpazo contra el suelo.
Aquello derivó en que por la noche se escapara de mi ser, la fiera que llevo dentro, en busca de algún consuelo, de fortaleza que no sentía.
Explotaron en mí miedos que ya creí vencidos y curados, me rendí ante la ceguera de aquellos viejos sentimientos y sin darme cuenta, retrocedí un poco en el camino ya avanzado.
Por culpa de esta sensación, de estos miedos, de estos sentimientos y pensamientos, herí en lo más profundo a quien menos quería, a quien menos deseaba dañar, a quien menos se lo merecía.
Entonces yo solita retrocedí otro paso más, ante la visión de tal error, por el miedo a lo que vendría después.
El enfado de él, su decepción, su rabia bastaron a modo de bofetada, para hacerme pensar en lo ocurrido, abrir los ojos y darme cuenta que todo lo había provocado yo y que únicamente yo tenía en mis manos la solución al problema.
Mas si me mostré profundamente arrepentida, no fue suficiente para que él me permitiera buscar un mínimo consuelo en sus caricias ni en sus labios.
¿Quería saber cuáles podrían ser mis mayores miedos?, bien, aprovecharé el momento para mostrárselos.
Me dan verdadero pánico las tormentas como la de ayer y como la de hoy, me dan pánico la oscuridad completa y la vasta y vacía soledad, pero sobre todo lo que más miedo me da, es si por algún motivo como el de ayer o parecido, o si se cansa de mí, me abandone; llegados a este punto no lo soportaría.
Y si por alguna razón, en algún momento dejo escapar mi genio y mis celos, es porque no puedo permitirme el lujo de que me deje.
Soy SUYA, total, absoluta, completa y exclusivamente.
Y duelen estas palabras y esta declaración pública, porque aunque usted todo esto ya lo sabía, yo nunca lo había plasmado en palabras, ni había reflexionado verdaderamente sobre mi gran problema.
Mas esto sólo ha sido un obstáculo en mi camino, algo que me ha servido para pararme a pensar, aprender a que antes de abrir mi boquita, debo respirar lentamente, contar hasta diez y calmarme, antes de que pueda cometer un error aún mayor y también me ha servido para aprender a vivir con más calma.
Porque lo único que tengo claro, es que seguiré este camino tan misterioso y lleno de dificultades hasta poder llegar donde usted esté, cueste lo que cueste, pase lo que pase.
Sólo tengo vida junto a usted y si usted me la da.
Perra
Siempre a sus pies, siempre fiel a Él.
Siempre esperando paciente para recibirle, siempre obediente en lo que crea conveniente, siempre dispuesta para el juego que Él proponga, siempre deseando aprender algo nuevo.
Mi único objetivo: hacerle y tenerle siempre feliz.
Gata
Siempre al acecho, siempre ansiosa, siempre mimosa.
Siempre pendiente de su provocación, siempre deseándole.
Siempre dispuesta a huir de usted, cada vez que se le caliente la mano.
Mi único deseo: siempre complacerle.
Áteme, juegue conmigo, provóqueme.
Haga arder mi piel, mi cuerpo y mis ganas.
Haga suyos mis sueños y deseos y permítame vivir en los suyos.
Márqueme en lo más profundo de mi alma y marque mi ser.
Soy SUYA.
Hágame chillar, gemir, aullar.
Hágame maullar y ronronear.
Hágame temblar ante su presencia, con tan sólo sentir su mirada, un mínimo roce de su tacto o leve murmullo de su voz.
Guíeme en la oscuridad de la noche y a plena luz del día.
Aquí me tiene, sírvase de mí para lo que le plazca, usted es mi Dueño.
Sus ojos marrones, su mirada sincera e intensa.
Su cara de hombre, su boca ardiente.
Su piel tostada, dulce y salada...
Usted desde el minuto cero hizo que sin darme cuenta, me rindiera a usted.
Con gestos realizados con disimulo, se ganó mi mente y mi corazón, hipnotizó mi alma.
Como una pantera que acecha a su presa, hizo que me sentiera suya, sabiendo que si daba un paso en falso, me escaparía veloz de sus manos.
Con su manera de proceder, consiguió que no le tuviera miedo.
Soy su aprendiz de brujería, usted me hechizó.
Sentí cómo me amarraba fuerte a usted, con sus brazos y sus manos.
Su cuerpo irradiando ese calor que huele a deseo, pidiéndome que me dejara llevar.
Sus ojos observándome, midiendo y calculando cada acción y reacción.
Sentí sus labios hambrientos, recorriendome desde mis labios casi inocentes, hasta mi cuello.
Observé y sentí, cómo me hacía sentir su deseo.
Cómo me desnudaba para usted, dejando mi cuerpo expectante y vulnerable.
Sentí sus manos provocándome, recorriendo cada milímetro de mi piel, sus labios torturándome con pequeños besos, dejando un reguero de su aliento, a medida que se deslizaba hacia donde mi cuerpo pierde su nombre.
Sentí sus manos abriéndose paso entre mis piernas, hundiéndo su cara entre ellas.
Me lanzó hasta donde las nubes son de algodón y comienzan a crear formas extrañas.
Cuando me tuvo hechizada, dejó escapar a la fiera que llevo dentro, dejándola recrearse en el suave tacto de su piel, recorriéndole por completo.
De nuevo le sentí sobre mí, mimando mi piel, abrazando mi cuerpo, preparándolo para la acción.
Abriendo mis piernas como la anterior vez, fue acariciándolas, mimándolas, hasta que se hundió de nuevo completamente en mí, llenándome de usted, torturándome, sintiendo ese dulce dolor de tenerle dentro.
Me bajó al infierno, para después catapultarme directa al cielo.
Éxtasis, eso fue lo que siento siendo suya y ese deseo irrefrenable de quererle complacer una y otra vez.
Siempre sonrío cuando descubro en el cielo una nube solitaria moviéndose lentamente, como me ha pasado hoy de vuelta a casa. Elevo la mirada, la busco en ella y pronuncio su nombre, Laura. Y la siento tan cerca como aquel día que la conocí hace años. Poco antes de iniciar su largo viaje le dije que cada vez que me mirase desde arriba, me vigilara para que no fuese demasiado travieso, y ella se puso a reír como una niña. Nunca la toqué, no me dio tiempo, nunca supe como era su rostro, y en cambio no hay día que no sienta que me acompaña. Hace ya unos cuantos años la encontré en un chat de temática bdsm. Enseguida conectamos. Atractiva, muy coqueta, simpática, sensible, tan natural y con tantas ganas de comerse el mundo, y de disfrutar de la sumisa que sentía dentro de si. Hablamos tres veces, solo tres, compartiendo risas y posibles proyectos, antes de que me diera aquella mala noticia por teléfono. El destino a veces puede ser muy caprichoso y cruel. Pensé en huir, y no cargar con los problemas de una desconocida, pero no pude. ¿Por qué me eligió a mi? ¿Por qué se aferró a mí compañía teniendo amigos cercanos?. Fueron tres meses intensos de hablar cada día, de risas a pesar de sus dolores, de confesiones, de lágrimas, de sentir como se apagaba poco a poco como una vela. Luché a su lado, a veces contra su pesimismo, otras contra mí mismo. Aún recuerdo como si fuera ayer su despedida, apenas inaudible a la una de la madrugada, sabiendo que al día siguiente estaría dormida para siempre. Cuanto dolor en una voz que se ahogaba y que carecía de fuerza, y cuanta valentía. Muchas veces me pregunté por qué razón me tocó a mí acompañar a aquella extraña que nunca llegué a conocer cara a cara. Alguien me dijo que nacemos a este mundo con un propósito, o encargo que descocemos. El mío tal vez fuera encontrarla en aquel canal de bdsm a las doce de la noche , y acompañarla de la mano hasta el final.
Si me preguntaran cuál ha sido la relación que más me ha marcado y enseñado de las iniciadas en una red de bdsm, diría sin dudarlo que fue esta. Y a continuación sonreiría.
Gracias Laura por todo lo que me enseñaste. Y por formar parte de mí.
;)
¿Por qué el tono de sus breves palabras aquí han sido muy diferentes al tono de sus palabras allí? ¿Qué necesitaba demostrarme o demostrarse?
Se lo pregunto, porque pienso que también me parece interesante conocer sus contradicciones y debilidades; ya que conociendo las suyas aprendo de las mías.
Siempre hablamos de sus debilidades, las de las sumisas, pero nunca de las nuestras. No es necesario que me responda. ¿Para qué? Le basta con mirar a los ojos, ahí encontrará las respuestas a todo. También a los suyos, ahí encontrará sus carencias. Las que sólo usted conoce y guarda con recelo y miedo a ser descubiertas.
Me he dado cuenta que usted dice y opina de forma diferente en función de donde está, en función de con quien habla, en función de lo que usted quiere en ese momento, en función de lo que la otra persona quiere o necesita escuchar. Pero en ninguno de esos casos es usted.
Eso impide que se le pueda llegar a conocer. No lo permite, no se lo permite. Le es más sencillo vender caras distintas. ¿Eso es ser fuerte o simplemente aparentarlo?
Imagino que nadie nace como vendedor de rostros. Imagino que sus cicatrices son profundas. imagino que hubo una mujer o varias a las que usted no dominó y, sin embargo, amó. Suele ser siempre así. ¿Imagino bien?
No tema, yo también he llorado.
Eso es lo único que le ayudará a ser fuerte, tanto, que sólo de ese modo podrá desprenderse de las mil caras.
¿Quien inventó los miedos y los complejos? si lo conociera le diria cuatro cosas bien dichas.
La desconfianza en si mismo, la inseguridad, el verse gordo o demasiado flaco... son unos cuantos ejemplos de sensaciones nada agradables... y por desgracia las vivimos todas en alguna etapa de nuestra vida.
Pueden ser temporales si alguien te enseña a corregirlo a tiempo, pero se pueden convertir en una "enfermedad" grave y permanente si no se tiene a nadie detras que sepa ayudar y guiar.
¿Cómo vencerlos? nadie tiene la respuesta mágica que haga que aquello desaparezca para siempre, pero en lo que muchos coinciden es que el secreto esta en quererse a uno mismo, ese es el punto principal de partida para aniquilar todo lo demás.
Pero ¿cómo se le hace ver eso a alguien, cómo se consigue que lo entienda y sea capaz de asimilarlo y con ello, consiga dar un cambio de rumbo?
Que alguien me lo diga, ¡por favor!.
No me había olvidado de la parte del primer reto que tenía pendiente de superar, fue sólo que no sabía cómo afrontarlo y lo fui alargando en el tiempo con la esperanza de que Él sí se olvidara,,,, pero ahí estaba, mirándome fijamente, con el ceño fruncido, recordándome que fuera como fuera, tenía que hacerlo y si no cumplía, habría consecuencias..., ¿consecuencias?, no sé qué habría podido pasar si no llego a terminar de una vez por todas, con el reto que él me había propuesto hacía ya tanto tiempo, aún no conozco la magnitud de lo que hubiera podido suceder y ante eso, aún tiemblo.
En parte sé que si hubiese sido por mí, lo hubiese dejado pasar hasta que cayera en el cajón oscuro del olvido y así, poderme librar de pasar tan mal rato, pero por otra parte, siento la inmensa necesidad de que no querer defraudar ni decepcionar y más que necesidad, sé que es deber mío no hacerlo.
Necesité de todo este tiempo de espera para tomar valor y echarle narices a la situación, al fin hoy lo hice y creo que se podría dar por realizado... ¿satisfactoriamente? mmm... aún tengo mis dudas.
Tengo mis dudas, porque aunque ya haya entrado más de un par de veces en una tienda de estas características, aún me cuesta hablarle de golpe a un extraño, sobre algún producto que me interese y que ellos ofrezcan, porque para mí es más fácil hablar de sexo con mis amigos si me dan esa confianza, pero hacerlo con un extraño, ya es otro cantar, digamos que por vergüenza o miedo a no sé qué, aunque sé que son profesionales.
Pero también debo decir, que me pone mucho más nerviosa hablar de esto con un "tío" que con una mujer,
Lo que siento estando frente a un "tío" y saber que le tengo que preguntar sobre algo y luego esperar su respuesta, es... cómo lo diría..., vergüenza, sofocón de calor por los nervios, mi cuerpo tiembla como una hoja de papel, mi voz me abandona, no soy capaz de mirarle a la cara (aunque se medio agache para intentar estar a mi altura y mirar el a mi cara).
Dicho esto, más bien diría que el reto está hecho, simplemente.
Puede ser que sea porque ni yo misma confío en mí en muchas cosas, o que como todo esto es 100% nuevo para mí, simplemente la situación es... abrumadora.
La primera parte del reto que ÉL me ordenó, fue la de obtener información a través de páginas web especializadas, de tiendas eróticas, o hablando con gente experta acerca de todo lo relacionado con estas nuevas sensaciones, o este nuevo modo de vivir que estoy experimentando, descubriendo y aceptando, así como sobre los productos necesarios para poderlo poner en práctica. Esa parte era la más fácil, la aprobé con nota.
La segunda, ha sido más difícil pero también más gratificante.
Consistía en acudir personalmente a las tiendas para informarme sobre un par de productos básicos; lo que conllevaba tener que derribar cierta vergüenza o cierto pudor que sentía, al verme rodeada realmente por todos esos objetos, juguetes y utensilios, al igual que el tener que hablar con el dependiente que estuviera disponible en ese momento.
En el instante de entrar al comercio, era cuando se pondría en marcha el cronómetro que mediría si de verdad era tan valiente de afrontar la situación y salir airosa, o si de lo contrario saldría corriendo en dirección opuesta y fracasaría en el intento.
Conseguí superar la primera mitad de esta segunda parte.
Pude ser plenamente consciente de ser capaz de entrar y preguntar, obviamente no sin antes hacer un par de respiraciones profundas para calmarme, puesto que me temblaba todo.
Mi gran alivio fue comprobar que quienes atendían ese día en los locales, eran mujeres, lo cual me facilitó mucho la labor.
También fue gratificante para mí la situación, porque pude hacerme una clara idea sobre los productos que iba buscando, ya que aunque leía la descripción en las páginas web, no acababa de imaginármelo realmente.
Al principio los encontré algo intimidantes, pero enseguida noté cómo mi cuerpo vibraba de excitación, al imaginar que más o menos así sería como sentirle a ÉL formando parte de mí; el deseo se abría camino en mi entrepierna.
Era un deseo oscuro, necesitaba urgentemente justo en ese momento que ÉL me hiciera absolutamente suya.
Intentando cumplir este reto, aprendí del esfuerzo que debe hacer una, para tenerle contento y feliz a Usted, y tanto lo intenté que por culpa de los tacones que llevaba ese día, acabé con los talones heridos.