Me eriza la piel y me provoca gemidos cargados de súplicas, pero no se detiene, al contrario, mi placer espolea el deseo de hacerme enloquecer y entonces sucede. Dejo de pensar, solo siento, no puedo hacer otra cosa, soy Suya, lo deseo y lo disfruto. Me entrego por completo a la sensación de Sus manos en mi cuerpo, de Su voz en mi oido.
Me pone el collar y dejo de estar desnuda, paso a estar vestida con Su marca, me arrodillo a Sus pies y espero a que Su voz, ronca por el deseo y el autocontrol, me dicte Sus más secretas perversiones.
Cuando habla me acelera el corazón, solamente el sonido de Su voz destila poder y todas las terminaciones nerviosas de mi cuerpo despiertan cuando su dedo me levanta la barbilla y me ordena, con voz firme pero llena de amor, que lo mire a los ojos. En cuanto lo hago, la electricidad que veo en ellos cruza el corto espacio que nos separa y me recorre un escalofrío placentero.
El juego ha empezado y estoy deseosa de saber que normas me exigirá cumplir hoy.
roxanne.
Ese momento en que por fin puedes dar rienda suelta a todo lo que llevas guardando durante tanto tiempo, quizás durante toda una vida... es tan sublime, que te cuesta días digerirlo.
El entregarte sin reservas, convertirte en algo, olvidarte de trabas, prejuicios, problemas, condiciones,... solo sintiendo, deseando ser perfecta en tu entrega, satisfacer deseos y necesidades en el otro. Conseguir olvidar cada pero hace ese momento tan especial que resulta difícil de explicar.
La intensidad de las sensaciones, que saturan tu cerebro y te convierten en ese animal que llevas media vida intentando controlar... Sentir que en sus manos el animal no solo será libre sino también feliz...
Poder satisfacer tu necesidad de cuidarle y mimarle, de mirarle hasta saciarte, de sentirte arcilla por un momento. Permitirte ser frágil porque sientes que no te romperan. Es indescriptible por muchas palabras que conozcan.
Hay momentos en que debes dar gracias a la vida por vivirlos, sin más, los problemas siguen donde estaban, las personas no cambian, pero estos instantes tan especiales en la vida simplemente Deben agradecerse como lo que son... pildoras de felicidad impagables.
Hay muchas técnicas para todo y muchas soluciones para cada problema, tantas como personas involucradas.
Ayer mismo leí aquí un fantástástico blog de un Dominante que explica con meridiana claridad que tu no puedes construir una relación D/s sana ni moldear a tu sumisa/o si no conoces a la persona que hay detrás.
Yo añadiría que en muchos casos, y es algo que muchos dominantes olvidan, tampoco puedes hacerlo si la parte sumisa no es consciente de como procedes o piensas, mas aún si sabes que esa persona tiene difcultad para confiar.
El silencio como forma de entrenamiento, no sirve cuando tu sumiso/a no confía aún en ti o te ha demostrado que ese tipo de comportamiento le afecta negativamente.
Que no se sienta seguro/a de tus sentimientos o inteciones, solo lo alejará de ti.
Yo lo comparo con trabajar el cuero o la madera, hasta que no los conoces bien, no eres capaz de sacar de ellos lo que deseas y, muchas veces, descubres que no puedes hacer lo que querías pero entonces se te ocurren mil nuevas posiblidades.... Pero hasta ese momento destruyes mucho material, que por suerte no siente y no sufre por ser rechazado, abandonado o relegado a un segundo plano hasta que tengas tiempo o una idea de como aprovecharlo.
Igual que cada material es único, cada persona también. Si algo te funcíonó en el pasado, eso no garantiza que vuelva a servirte. Si no te reciclas y aprendes a sacar lecciones de la experiencia propia y ajena,te quedas obsoleto... y quedarse obsoleto es quedarse solo.
Un dominante no puede ser tal y mantenerse ajeno al sufrimiento de su sumiso/a, sobre todo cuando lo único que necesita es hablar, explicar, hacer etender y permitir que su sumiso/a le conozca como persona.
No conseguirás nunca que un sumiso te entregue su ser y su confianza si no sinte que le valoras y es importante para ti, da igual si lo sientes, si no consigues que él o ella lo sientan, no existe.
Ninguna de las partes de una relación es omnisciente o carente de sentimientos o miedos. Solucionar esto es más importante y va antes que enseñarle dilatación anal, uso de cera, o cualquier tipo de práctica física.
Si no tienes su mente, solo tienes un coche, un Ferrari quizás, pero sin motor. Solo sirve para mostrar y presumir, pero realmente nunca podrás disfrutarlo, ponerlo a toda velocidad y sentir todas sus prestaciones, probar sus límites y ver hasta donde puedes llevarlo.