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Resutados para la etiqueta: "azotes"
Steady
En uno de esos maravillosos momentos que te brinda esta web, en los que coincides con otro usuario que está a muchos kilómetros de distancia pero con quien hablar es siempre interesante, hemos estado filosofando Valkiria y yo sobre ciertos temas, y me he animado a compartir aquí las conclusiones para que los 4 gatos que leéis mi blog podáis opinar.

Poniéndonos en el punto de vista de uno de los dos miembros en una relación/sesión, y olvidando por un momento el otro, se podría decir que hay 3 opciones para las acciones que ejercerá o dejará que se ejerzan sobre el, dependiendo de su rol.
- En el primer caso están las cosas que hace / se deja hacer, porque le produce placer. El objetivo de estas acciones es el placer que se deriva de ellas, y son las acciones que más importancia adquieren para la persona, por razones evidentes.
- El segundo caso, en el otro extremo, son los límites absolutos. Acciones que no reportan placer y/o crean miedo, rechazo, etc. Estas acciones no se permiten de ninguna forma, y con todo el derecho del mundo (no se es menos dominante por no hacerlas, ni menos sumis@ por no recibirlas).
- En el tercer caso entrarían esas acciones que no reportan ningún placer, que crean indiferencia, o incluso 'cierto' rechazo, pero que se podrían permitir. Y aquí es donde entra la entrega (ojo, ahora hablo de entrega en el sentido más amplio, tanto de un rol como el otro).

Pondremos como ejemplo de este tercer tipo de acciones, primero al dominante y luego al sumis@.

1. Pongamos que a un dominante que no es sádico, la acción de hacer sangrar no le reporta absolutamente ningún placer. Por tanto, como dominante de la situación, de entrada no buscaría eso. Pero quizá su sumis@ desea que se lo hagan, y por tanto el dominante, responsable de los deseos y fantasías de su sumis@, ejerce una acción que de por si no le reporta nada positivo, con el único fin de que su sumis@ pueda ver cumplidos sus anhelos.

2. En el segundo caso, pongamos que al dominante le gusta hacer sangrar, y a su sumis@ no, pero tampoco es un límite absoluto (cosa que habría que respetar). En ese caso, voluntariamente y para satisfacer a su Am@, el sumis@ "permite" esa acción, a pesar de que no le reporta placer a priori.

De estos dos ejemplos se pueden sacar dos conclusiones:

Primero, cualquier persona sana y con un mínimo de empatía puede disfrutar hasta cierto punto de estas acciones que de por sí no reportan ningún placer, por el mero hecho de hacer disfrutar a la otra persona. Es decir, la acción X no te reporta placer, pero si al hacer X, tu pareja disfruta, eso puede hacerte disfrutar.

Y segundo, a mi modo de ver, esto es entrega. Todos buscamos aquello que nos reporte placer o bienestar. Pero realizar acciones que nos desagradan hasta cierto punto para satisfacer a la otra persona supone una entrega. Un cierto sacrificio por el único placer de hacer disfrutar a la persona que es importante para nosotros.

En contraposición a esto, y reitero que es una simple opinión y no pretendo desvirtuar a nadie, que un am@ o sumis@ sólo permita actos que le reportan un placer directo no es entrega, es egoísmo del de toda la vida. Independientemente de la acción.

Una persona que no disfruta del dolor en lo más mínimo, pero se deja azotar 'suavemente' porque sabe que a su am@ le gusta, está entregando algo.

Una persona que se deja azotar con fuerza, incluso con látigos, puede ser igual o menos entregada, porque quizá esa persona sí disfruta al recibir dosis mas altas de dolor.

La entrega no se mide por quien hace/se deja hacer las burradas más grandes, sino por hasta que punto alguien piensa tanto o más en el placer del otro que en el de uno mismo.

¿Qué opináis?


Valkiria y Steady
Steady Ago 3 '15 · Comentarios: 4 · Etiquetas: dominación, azotes, dominacion, entrega, placer, sumision, sumisión
Steady
Cuando me decidí a escribir esta entrada, tenia intención de hacerla mas breve. Así que la he dividido en dos partes claramente diferenciadas.
Hay que ver lo rápido que le coge el gusto uno a esto de escribir...

Volviendo al tema que nos ocupa, cuando preguntas a varias personas si saben lo que es el sexo tántrico, hay opiniones muy dispares. Desde el que no ha oído nunca hablar de ello, hasta el que cree que es una leyenda urbana.
Lo que muchos coinciden en decir son algunas de las características más típicamente reconocibles, como lo de alargar el encuentro durante horas o los orgasmos cósmicos, mágicos, y otros adjetivos que hacen que suene apetitoso.
Sin ánimo de querer sobre-simplificar el asunto, el sexo tántrico no deja de ser sexo mientras se hace un ejercicio mental de toma de consciencia de los sentidos.
Te pueden guiar, te pueden aconsejar, pero si uno mismo no toma esa consciencia, nunca va a experimentar mejores orgasmos que los que haya experimentado hasta ese momento. Y de la misma forma y como dije en la primera parte, tomar consciencia no es el fin, sino el inicio de un camino.

Toda esta entrada ha venido inspirada por las conversaciones que he tenido con personas ajenas a todo esto, que cuestionan como se pueden utilizar algo doloroso con fines eróticos o sexuales. Y la verdad es que hay que diferenciar entre dos casos.

- Existe el masoquismo. Gente que, simple y llanamente, disfruta del dolor, y para quienes se consigue placer A TRAVÉS del dolor.

- También hay una categoría que no disfruta del dolor, pero puede conseguir placer A PESAR del dolor. Y ahí entra lo que he intentado expresar hasta este momento.
El azote, las pinzas, el latigazo... Despiertan una serie de sensaciones. Una de ellas es el dolor, y por adaptaciones evolutivas, es la sensación que ocupa nuestra atención casi al 100%. El dolor es una alarma y nos mantiene con vida.
En un ambiente seguro y controlado como debería ser una sesión BDSM, es más que posible que la persona (perdonad por la reiteración) TOME CONSCIENCIA de esas sensaciones.
Una vez la persona presta atención a esas sensaciones (el dolor puede quedar en un segundo plano. Y más si se aplica con cuidado, con el único fin de despertar reacciones en el cuerpo), se puede empezar a gozar de unas sensaciones que, por ser nuevas o por el motivo que sea, despiertan un tipo de placer diferente.

Esta es mi visión sobre los dos tipos de personas que pueden disfrutar de algunas de las prácticas del BDSM. Por tanto, personas a las que no les gusta sentir dolor y no creen ser capaces de disfrutar algo así, en realidad pueden experimentar muchísimo placer -> SI la parte dominante es capaz de hacerlo correctamente, y SI ellos son capaces de tomar consciencia.
Por tanto y resumiendo, existe el "placer a través del dolor" y el "placer a pesar del dolor".



Steady


Steady Jul 5 '15 · Comentarios: 4 · Etiquetas: azotes, consciencia, dolor, latigo, pinzas, placer

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