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    Tener fe en tu Dominante conlleva no tener miedo

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    Mi primer sometido es mi control, siempre está a mi servicio

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    Manejar el silencio es más difícil que manejar el látigo

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    Mi alma necesita tanto mimo como mi cuerpo castigo

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    Después de una sesión, la mano que te domina te debe acariciar

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    El precio de Dominar es la responsabilidad

Blog de gaia_de_ARTABRO


Hoy voy a hablar de algo que vengo observando de un tiempo a esta parte. Cierto que antes también se daban estos casos, pero creo yo, no se daban en el número que se dan ahora.

Swingers y liberales en el BDSM.

En este tema yo tengo una clara opinión, y aunque puede ser muy controvertida, es la mía.

¿Se pueden mezclar el mundo liberal y el mundo BDSM? Por poder por supuesto que se puede, dado que las siglas BDSM engloban un sinfín de prácticas… Pero, ¿Se deben mezclar el mundo liberal y el mundo BDSM? Pues bien, para mí no se deben mezclar, dado que son mundos diferentes, modos de sentir y de vivir que a mi entender no tienen nada que ver el uno con el otro.

Esta mezcla de mundos lo único que consigue es desvirtuar nuestro modo de vida, dejándolo todo reducido al morbo, cuando a mi entender, nuestro mundo es muchísimo más.

¿Qué suele pasar cuando una persona liberal se adentra en el BDSM? Pues lo primero que suele pasar es que el protocolo se pierde, perdiéndose el respeto a la jerarquía, a las costumbres y a los rituales, lo cual viene siendo como vaciar nuestro mundo y dejarle solo una fachada.

Soy una persona muy purista, me educaron y me educan según las enseñanzas de la vieja escuela y no puedo comprender, que muchas veces, nosotros mismos seamos quien mezclemos los mundos.

Últimamente, a la comunidad BDSM le da por celebrar sus fiestas en locales liberales… Para mí esto es una ofensa, dado que un local liberal NO es un local BDSM.

Respeto que se haga, pero yo, aunque he sido en más de una ocasión invitada a estos eventos no voy ni tampoco iré, y no lo hago y no lo haré principalmente por principios (la incomodidad que yo sentiría es un tema aparte). Y sí, no lo hago principalmente por principios, porque díganme ¿Si yo fuese o participase de algún modo en esas fiestas no sería participe de que ambos mundos se mezclaran? Sería muy participe, y eso atentaría contra todo mi modo de vida, por suerte mi AMO piensa lo mismo que yo.

En mi tierra hay un dicho, “los experimentos con gaseosa” y eso mismo es lo que yo opino.

 


Este es un tema controvertido, denostado por unos y adorado por otros. Hoy plasmaré aquí mi opinión, o por lo menos intentaré plasmarla.

¿Qué entiendo yo por exhibición pública? Para mí la exhibición pública es cuando un AMO exhibe, usa, etc. a su  sumisa públicamente, es decir ante toda la sociedad y no sólo ante la comunidad BDSM.

                  Esta exhibición puede consistir desde un paseo con la cadena a un castigo público.

Para mí la exhibición pública es  un orgullo, dado que significa no tener que ponerme ante la sociedad la máscara que disfraza de persona “normal”.

Muchos de sus detractores alegan que pueden estar presente menores, eso tiene solución, la exhibición se puede llevar a cabo a ciertas horas en las que los menores deberían estar en casa, como por ejemplo por la noche, o también en ciertos lugares que los menores no deberían frecuentar, como bien puede ser pubs y antros.

También cabría acordarse de la “semi exhibición” ¿A qué me refiero con esto? Pues me refiero a las sesiones al aire libre, por ejemplo, dónde siempre existe el riesgo de que te vean. A mí personalmente me tiene pasado.

Otra forma de exhibición pública, eso sí, muy light, es que la sumisa o esclava porte el collar, los grilletes o un simple anillo de O en la calle.

Hay un sinfín de posibilidades, unas más discretas que otras, pero para mí todas válidas.

Hay cosas que yo no recomendaría hacer públicamente, o por lo menos no sin un aviso previo a los presentes, por las consecuencias legales que podrían traer, sobre todo a la parte DOMINANTE. No recomendaría los azotes, latigazos etc. dado que muchas personas lo podrían confundir con malos tratos, en el caso de que se hagan yo recomiendo que sea en un pub o antro, avisando a los dueños y con el consentimiento de estos y avisando a las personas presentes, aún así, yo haría un vídeo dejando claro que la persona sumisa está de acuerdo y a poder ser con las razones que la llevan a estar de acuerdo.

Lo sé, es un fastidio que tengamos que realzar tantos trámites para mostrarnos tal y como somos ante la sociedad. Sobre todo cuando a esa sociedad se le llena la boca al hablar de libertad, pero luego si ven a una persona verdaderamente libre se espantan.

 


Según la RAE un castigo es:

castigo.

(De castigar).

1. m.Pena que se impone a quien ha cometido un delito o falta.

2.m.Enmienda, corrección deunaobra o de un escrito.

3.m.Chile.Accióny efecto de castigar(aminorar gastos).

4.m.ant.Reprensión, aviso, consejo, amonestación o corrección.

5.m.ant.Ejemplo, advertencia, enseñanza.

Bien, teniendoesto en cuenta, hablaremos de los castigos en el BDSM.

Muchas veces he leído a personas, tanto sumisas como DOMINANTES, hablar del castigo como un tema sexual. Hoy hablaré de eso aquí, sobre lo que yo opino, sobre lo que yo vivo… Como siempre digo, yo no tengo la verdad absoluta y no pretendo sentar cátedra, solamente expresar mi opinión.

                                                     ¿Qué es para mí un castigo?       

Bien, para mí un castigo es un acto que mi SEÑOR me aplica cuando fallo en algo, sin importar que yo sea consciente del fallo o no a la hora de cometerlo.

¿Qué clases de castigo hay?

Pues para mí hay dos clases de castigo, los castigos físicos  y los castigos psicológicos.

Los castigos físicos son aquellos aplicados sobre el cuerpo, mientras que los castigos psicológicos son aquellos que van dirigidos a la psique.

Un mismo acto, sobre todo hablando de castigos físicos, puede valer tanto para castigar como para premiar. Ahora me explico.

Los azotes por ejemplo, pueden ser castigo o premio, para mí la diferencia reside en la intencionalidad de los mismos, sin tener nada que ver la intensidad ni la frecuencia.

A mí por ejemplo, un azote como castigo, aunque dicho azote sea muy suave, me dolerá muchísimo más que un azote dado por premio, aunque el dado por premio sea de mayor intensidad.

Bien, llegados a este punto he de realizar otra pregunta.

¿Está bien hablar de castigo como un simple juego sexual?

Para mí desde luego que no, dado que un castigo tiene un fin mucho más allá que el mero placer sexual, un castigo corrige, enseña, enmienda…

Un castigo va acompañado de una explicación de lo que se ha hecho mal. Y sobre todo, un castigo no sólo lo recibe la persona sumisa, no sólo duele a la persona sumisa.

Cuando un AMO se ve en la necesidad y obligación de castigar a su propiedad significa que ambos erraron, la persona sumisa erró en su comportamiento, y el AMO erró en la educación de la persona sumisa, por lo tanto aplicar un castigo puede ser más doloroso que recibirlo.

¿Si usásemos el castigo como un juego sexual, cuando hiciésemos algo mal que pasaría?

No pasaría nada, dado que ninguna de las dos partes conocería lo que es un castigo.

A veces las palabras que utilizamos al expresarnos, son tan sumamente importantes, que si no sabemos diferenciar los términos y el uso de estos lo que decimos es un despropósito y un sin sentido.

Una vez se empieza en el BDSM es importante utilizar bien los términos, para que no se pierda el verdadero significado de las cosas, de los actos y de las palabras, para que no se caiga en la simplificación de un mundo tan sumamente complejo.

 


Hoy estaba pensando sobre qué escribir, y en mi cabeza resonaba… cesiones, cesiones… Lo cierto es que este tema no quería tocarlo hasta más adelante, pero mi interior me pedía que fuese hoy cuando volcase aquí lo que yo pienso.

He tratado este tema con unas cuantas sumisas, y la mayoría lo tienen como límite. En cierta ocasión yo le pregunté a una chica por qué ponía las cesiones  como límite, qué es lo que la llevaba a limitarlo, ella me respondió que se sentiría  fracasada si su AMO decidiera cederla. Yo le pregunté: “¿Porqué te haría sentir fracasada?” y  ella me respondió: “Porque eso significaría que mi AMO no me quiere.”

¿Están de acuerdo con la afirmación de esa sumisa?

Ahora daré mi opinión y expondré mis argumentos, pero antes haré otra pregunta…

¿Es necesario que haya amor en las relaciones BDSM? Pues sí y no, ahora mismo me explico. Creo que la persona sumisa debe amar a su AM@ con toda su alma, dado que así, creo yo, lo servirá mejor, sin embargo creo que un AM@ no tiene porque amar a su sumis@, con que l@ respete, cuide y enseñe ya está, por supuesto que sería genial que hubiese amor, y en mi caso, afortunadamente, siempre lo hubo y lo hay, pero no es necesario.

Ahora procedamos con el tema que nos ocupa.

Para mí ser cedida nunca supuso ningún problema, es más, es un orgullo. ¿Alguien cedería algo de lo que no estuviese orgulloso? Yo creo que no, nadie quiere ceder algo que lo pueda avergonzar ¿no creen?

Es más, diré que yo amé a todas las personas a las cuales fui cedida, sí, las amé con todo mi corazón, con toda mi alma… Daba igual que yo las acabase de conocer o que las conociera desde hacía años, los amaba por igual, al igual que amo a mi AMO.

¿Quieren saber cómo es esto posible?

No se preocupen, yo se lo explicaré…

Los amaba con toda mi alma dado que ELLOS eran el instrumento que mi SEÑOR eligió para que yo le sirviese, ELLOS me estaban regalando el poder servir a mi SEÑOR como debía hacerlo.

A veces pensando… llegué a una conclusión, muchas veces los AMOS nos ceden para ponerse a ELLOS mismos una prueba. Puede que no sea así, es sólo algo que yo pienso…

 

 

 

 


Sé que el tema de los límites es un tema muy manido, pero aún así no quiero perder la oportunidad de poder tratarlo.

Empecemos por una pregunta:

 ¿Qué son los límites? Para mí los límites son barreras reales o imaginarias que nos hacen creer que no somos y/o no seremos capaces de realizar algún acto.

Ahora toca hacerse otra pregunta.

 ¿Qué tipo de límites hay? Yo dividiría los límites en dos tipos: Los límites blandos y los límites duros.

Los límites blandos son aquellos límites que con el tiempo sabemos que vamos a superar y los límites duros son aquellos a los que nosotras mismas nos esclavizamos negándonos la oportunidad de superarlos.

Hay otra pregunta sobre la cual llevo reflexionando algún tiempo…

¿Por qué tenemos límites, cuál es la causa de eses límites? Partiendo de la base de que yo opino que la gran mayoría de límites son psicológicos, llegué a la siguiente conclusión, seguramente errada, pero es mi conclusión.

Veamos, creo que tenemos límites por miedo, por miedo a no ser capaces, lo cual es muy contradictorio, porque si no lo intentamos una y otra vez jamás seremos capaces. Es como cuando un niño pequeño aprende a caminar, ¿se imaginan qué pasaría si cogiese miedo a caer y él mismo se limitara negándose a andar? Jamás se movería.

Otra de las causas de los límites creo que es la falta de confianza, ya no hablo de que no se confíe en el AMO, sino que no confiamos en nosotras mismas, es como  si nos dejásemos atrapar por las dudas que pueden surgir ante algo que nunca se hizo o ante algo que alguna vez alguien nos hizo y no nos gustó nada. Bien, es normal tener dudas antes de realizar una práctica nueva, pero si nos dejamos atrapar por esas dudas jamás descubriremos nada, seremos “ciegas” en un mundo de color. Respecto a miedos y falta de confianza hacia una práctica porque anteriormente nos la hicieron mal, es como por ejemplo, negarse a probar una comida porque una vez no nos gustó. Os pondré un ejemplo, yo de pequeña odiaba el queso, si se acercaban a mí con una loncha de queso corría como si la misma muerte me persiguiese, pero gracias a probarlo una y otra vez ahora me encanta.

¿Porqué dejamos que los miedos y la falta de confianza nos dominen?...

Pues bien, creo que esto es debido a la sociedad en la que vivimos y a la educación que recibimos, dado que desde pequeños nos “capan” la imaginación, nos “protegen” de los supuestos peligros que hay en el mundo, ese mundo dónde un día tendremos que caminar solas, ese mundo que tenemos que explorar y del que nos tenemos que nutrir para realizarnos como seres humanos.

Les decimos a los niños que no trepen a los árboles porque se pueden caer, les metemos miedos infundados sobre el hombre del saco o los asustamos con cuentos con moraleja, el resultado de eso serán adultos llenos de miedos e inseguridades. Eso es justo lo que nos pasa a nosotras, que tenemos miedo, que nos asusta “caernos” y que el hombre del saco nos “rapte” y que nadie vuelva a saber nada de nosotras…

Esto por supuesto se puede cambiar, pero sólo lo cambiaremos dándonos a nosotras mismas la oportunidad de vivir, de sentir, de explorar, ¿Y qué pasa si nos caemos? Pues si nos caemos nos levantamos, nos sacudimos el polvo y lo seguimos intentando, así por lo menos sabremos que hicimos todo lo posible por vencer a nuestros miedos y a nuestras inseguridades, así sabremos que luchamos para vencernos a nosotras mismas.

 


Hoy me dispongo a hablar de los signos o marcas de propiedad, sólo hablaré de los reales dejando para otro post el mundo virtual.

Para mí esta clase de signos o marcas se dividen en tres grupos:

-Collares

-Marcas Corporales

-Modificación Corporal

Empezamos hablando de los collares.-

La RAE define la palabra collar como:

(Del lat. collāre, de collum, cuello).

 

1. m. Adorno que ciñe o rodea el cuello.

 

2. m. Insignia de algunas magistraturas, dignidades y órdenes de caballería.

 

3. m. Faja de plumas que ciertas aves tienen alrededor del cuello, y que se distingue por su color.

 

4. m. Aro, por lo común de cuero, que se ciñe al cuello de los animales domésticos para adorno, sujeción o defensa.

 

5. m. Aro de hierro u otro metal que se ponía en el cuello de los malhechores por castigo y en el de los esclavos como signo de su servidumbre.

 

6. m. Heráld. Ornamento del escudo que lo circuye, llevando pendiente de la punta la condecoración correspondiente.

 

7. m. Mec. abrazadera (‖ anillo).

 

8. m. ant. Parte de la vestidura que ciñe el cuello.

Para el tema que vamos a tratar nos quedaremos con la cuarta y con la quinta acepción.

En el BDSM existen diferentes tipos de collares, que se usan en diferentes situaciones unos de otros. Estos collares son:

Collar de prueba: Este es el primer collar que un AMO da a  su sumisa. Este collar no es un collar definitivo, sino que es un collar temporal , signo de que esa sumisa está en prueba, por lo tanto aún no se puede considerar una propiedad al 1oo%. Si pasado un período estipulado por ambas partes tanto la persona DOMINANTE como la persona sumisa están de acuerdo, esta última pasará a ser propiedad del AMO.

Collar de entrenamiento: Esta clase de collar generalmente es de cuero, sin adornos, suele ser el segundo collar que el AMO regala a la sumisa y se suele usar en las sesiones en el periodo de entrenamiento de la persona sumisa (como bien dice su nombre).

Collar de sumisa: Este es el tercer collar, el AMO se lo otorga a la sumisa una vez ha superado con éxito su entrenamiento, demuestra que la sumisa está preparada para que el “mundo” la vea.

Collar de calle: Esta clase de collares, que no todo el mundo usa, son collares más discretos que los mencionados anteriormente, y se usan para salir a la calle, tanto si la persona sumisa sale con su AMO como si sale sola.

Collar de esclava: Este collar es generalmente metálico, y se impone cuando una sumisa decide libremente entregar su esclavitud al AMO.

En este apartado también cabría mencionar, anillos y pulseras y/o grilletes, dado que sin duda son signos de propiedad.

Bien, ahora pasemos a hablar de las marcas.

Hay dos tipos de marcas, las temporales y las permanentes.

Dentro de las marcas temporales podemos encontrar los hematomas, mordiscos, laceraciones y tatuajes de henna entre otras.

Dentro de las marcas permanentes están los tatuajes y el branding (es una marca hecha con un hierro al rojo vivo, como el que se usa para marcar a las reses) .

En cuanto a las modificaciones corporales tenemos los piercing, las escarificaciones, los implantes subcutáneos, las operaciones estéticas, el estrechamiento de cintura o el ensanchamiento anal entre otras.

A groso modo estas son para mí las marcas o signos de pertenencia que hay.

Ahora voy a proceder a dar mi opinión sobre ellos.

¿Qué es para mí el collar? ¿Cuándo debe entregarse? ¿Se debe aceptar a la primera de cambio?

Bien, para mí el collar es un signo de unión entre el AMO y la sumisa o esclava. Es la clara evidencia de que eres una propiedad, y desde el momento en que se luce se es el reflejo del AMO, desde ese momento todos tus actos y palabras definirán para bien o para mal, a tu Propietario.

Soy de las personas que creen que un AMO no ha de entregar un collar precipitadamente, antes de este paso debe haber un conocimiento, una confianza y un gran respeto por las dos partes.

Al igual que opino que una sumisa debe meditar mucho si acepta o no el collar.

No olvidemos que el collar en el BDSM no es un adorno, si no un símbolo de unión entre 2 personas.

Respecto a las marcas sólo voy expresar mi opinión acerca de las marcas permanentes.

Empecemos con los tatuajes, para mí un tatuaje es por decirlo de alguna manera ir un paso más allá que portando un collar, me explico. El collar se puede sacar, podemos “obviar” que en algún momento hemos sido portadoras de él, sin embargo un tatuaje permanecerá siempre, da igual que la relación que manteníamos con el AMO que nos impuso ese tatuaje haya acabado, el tatuaje permanecerá y será visible siempre. Por eso opino que un tatuaje no debe aceptarse a no ser que se esté muy segura de esa relación y de nuestra entrega.

El branding para mí es la muestra suprema de entrega y de orgullo, es la materialización de dejar de ser persona, por así decirlo, para ser sólo propiedad. Es la esclavitud elevada a la máxima potencia.

En cuanto a las modificaciones corporales he de decir que yo soy partidaria de la mayoría de ellas, aunque discrepo un poco en las operaciones quirúrgicas, como pueden ser el aumento de pechos o glúteos, soy partidaria que antes de dar ese paso, si ambas partes desean darlo en el caso de los AMOS y las sumisas, se pruebe antes a inyectar suero fisiológico, dado que creo que a nivel psíquico puede ayudar a esclarecer las dudas que pueda haber, además de que puede resultar un práctica muy interesante para ambas partes.

Para concluir acabaré diciendo que bajo mi humilde opinión cada signo, cada marca… Ha de ser muy meditado, no se dejen llevar por las prisas, tarde o temprano lo que tenga que ser será y si lo apuramos estamos condenándolo al más estrepitoso de los fracasos.


Hablemos de AMOS y amitos.

¿Qué es un AMO y qué un amito?

Esta pregunta a primera vista parece sencilla de responder, pero no creo que sea así. Dado que ninguna respuesta será objetiva, lo que para mí está bien para otra persona está mal y viceversa. Todas las respuestas estarán condicionadas por nuestras vivencias, nuestra educación, nuestros principios y nuestro baremo de lo que es bueno o está bien y lo que no.

Por supuesto lo que yo escriba no es una verdad fehaciente, es lo que yo opino y está condicionado.

Para mí un AMO es un HOMBRE; sí, en mayúsculas. Un HOMBRE honorable, respetable y coherente, un HOMBRE que no se avergüenza de su masculinidad, de su fuerza, tanto física como psicológica. Es un HOMBRE que se rige por un código de honor inquebrantable. Un AMO es un Caballero, educado, culto y con dotes de líder. Un AMO es un Señor, que cumple su palabra aunque ello le suponga un inmenso esfuerzo y desgaste. Un AMO debe tener ciertas cualidades:  humildad , templanza , firmeza y valor. Un AMO es un HOMBRE que cuida y atiende a su/s propiedad/es como si la misma vida se le fuera en ello.

 

Para mí un amito es una persona  poco coherente, que se acerca al sol que más calienta, que no tiene respeto hacia los AMOS ni hacia las sumisas o esclavas, y desde luego no respeta a su/s propiedad/es. Es una persona que quiere ir de AMO pero que no posee las cualidades para serlo y lo que es más grave, piensa que todo lo sabe y que nada tiene que aprender. En definitiva un amito es un ser insustancial, irrespetuoso y sin honor.

Seguramente a todos se nos ha venido algún nombre para definir lo qué es un AMO y lo qué es un amito y seguramente ninguno de esos nombres que tenemos en mente coincidirá, porque como he dicho lo que para mí puede ser bueno, para Ustedes no y viceversa.


 

Muchas veces he leído y he escuchado hablar de lo que es una esclava, creo que eso todos lo tenemos claro, así que no es mi intención tocar en este momento eso tema.

Hablaré por mí, dado que no soy quien para hablar por nadie más, hablaré desde mi sentir, desde mi vivir…

Detrás de mí hay una vida marcada por momentos buenísimos y otros no tan buenos, hay una familia y unos amigos que me apoyan en todo momento.

Detrás de mí está esa niña rebelde que me empuja a disfrutar del olor de la hierba mojada, que me anima a descalzarme y saltar en los charcos  como si no hubiese mañana.

Detrás de mí también se haya esa mujer que me ayuda a luchar por lo que creo, por lo que deseo. Esa mujer que me hace esforzar por ser mejor persona, mejor niña y mejor mujer.

Porque soy esclava, porque soy niña, porque soy mujer… Porque soy princesa y soy puta.

Creo que detrás de la esclava está la dualidad.

La dualidad de ser perfectamente capaces de poder decidir y sin embargo dejar que otra persona (AMO o AMA) decida por nosotros.

Detrás de la esclava está la contradicción de sentirnos libres encerradas y amarradas en los deseos de nuestro SEÑOR.

Detrás de la esclava hay una tremenda libertad, una libertad que muy poca gente puede llegar a comprender y experimentar… Somos tan sumamente libres que elegimos como forma de vida la esclavitud.

Y detrás de la esclava… está la complejidad. Porqué quien se piense que la mente de una esclava es sencilla se halla en un tremendo error.

Las esclavas somos complicadas, somos contradictorias, somos TODO y no somos nada.

 

 

 

 


El pasado día 10 de Octubre,viernes, quedé con mi SEÑOR; esa semana fue... No sé muy bien como decirlo, de mucho autocontrol, ahora OS cuento.

Esa semana tenía ordenes claras, nada de masturbarme, por otro lado mi AMO me comunicara que iba llegar a mi casa un paquete que no podía abrir, ese paquete lo tendría que meter en la maleta para llevarlo el viernes. El miércoles 8 llegó el paquete y por supuesto que lo guardé como ÉL me había dicho, era una sorpresa para mí, y ni por asomo me imaginaba lo que era.

Por fin llegó el viernes, cogí el autobús y me fui a ver a mi DUEÑO, cuando ÉL salió de trabajar yo lo estaba esperando en el hotel. Yo estaba desnuda, de pie, con las manos a la espalda y las piernas separadas en medio de la habitación. Cuando nos vimos, siguiendo nuestro ritual lo besé y abracé, luego me ordenó que me pusiera de rodillas y que me diera la vuelta, mirando hacia la pared, yo así lo hice, estaba muy nerviosa, sabía que me iba a enseñar la sorpresa... Escuché los ruidos mientras ÉL abría el paquete, y de repente, a mi me pareció que pasara mucho tiempo pero sólo habían pasado un par de minutos a lo sumo, me dijo que me diera la vuelta, así lo hice, mi DUEÑO tenía una mano a la espalda, me miró y me dijo: "perrita, cuando te lo enseñe lo besarás" yo asentí, sacó la mano de la espalda y puso la sorpresa ante mí, ¡era un collar turiano! ¡Era mi collar turiano!, lo besé y de pronto me empecé a reír y a llorar, caí con la cabeza sobre las piernas de mi AMO. Lo siguiente que recuerdo es que mi SEÑOR estaba cerrando el collar al rededor de mi cuello, pero no sé decir si sacó el collar que antes lucía una vez me hubo puesto el nuevo o antes de ponérmelo. 

El viernes fue un día perfecto, una noche perfecta y jamás lo olvidaré.

UBAR gratitud, le agradezco TODO lo que hace por mí, le agradezco que me eligiera y que me considere digna de lucir el collar definitivo, lo amo.

gaia_de_ÁRTABRO

Hola a tod@s:
Escribo esta carta a tod@s aquell@s que critican mi forma de vida y la de personas que viven como yo sin conocerla siquiera.
Me presentaré antes de nada; me llamo Gaia y tengo 27 años, tengo una familia y amigos, tengo aficiones e inquietudes, lloro y río, siento dolor y placer, siento tristeza y alegría. ¿Hasta aquí no soy tan diferente a vosotr@s, verdad?
Ahora viene la diferencia, mi forma de vida es el BDSM, soy esclava y estoy orgullosa de serlo, sé que much@s de vosotr@s ahora estaréis escandalizados y os estaréis preguntando si tengo algún problema mental, yo os contesto no os preocupéis; no, no tengo ningún problema mental, sólo tengo una forma de vivir diferente a la vuestra, ni mejor ni peor, sólo diferente.
Supongo que algun@s de vosotr@s escuchasteis alguna vez las siglas BDSM, pero también sé que la mayoría no comprende lo que es. No os voy a contar ahora lo que es, lo que os voy a contar es lo que NO es, el BDSM NO es maltrato, NO es machismo, NO es inseguridad, NO es falta de respeto. Me permitiré decir solo que el BDSM es respeto, confianza, amor, libertad… Sí leísteis bien, el BDSM es libertad, ya no sólo para la parte Dominante (AM@) sino también para la parte dominada (sumis@ y esclav@). Supongo qué os preguntaréis como un/a sumis@ o un/a esclav@ puede ser libre, ahora os contestaré a esa pregunta pero antes he de formular otra pregunta, ¿Qué es para vosotr@s la libertad? Para mí la libertad es ser feliz, es no avergonzarme de lo que soy, de lo que hago, de lo que digo, para mí la libertad es tener la capacidad de decisión, y precisamente eso, tanto l@s sumiso@s como l@s esclav@s lo tenemos, tenemos capacidad de elegir y elegimos, un día decidimos entregar, en mayor o menor medida, nuestra vida a otra persona y eso nos hace felices, nos hace estar orgullos@s de nosotr@s mism@s.
Hay una idea falsa sobre las personas sumisas o esclavas, la gente que no entiende el BDSM, la gente que no sabe lo que es, cree que somos cobardes, que no tenemos confianza en nosotr@s mism@s, nada más alejado de la realidad, en realidad somos valientes, yo diría que muy valientes, ¿Acaso no hace falta valor para entregar tu vida a otra persona? ¿Acaso no hace falta valor para no avergonzarse ante la sociedad de nuestra forma de vida tan criticada y tan maltratada por vosotr@s? yo diría que sí hace falta valor. También os diré que tenemos mucha confianza en nosotr@s mism@s, para hacer muchas cosas de las que nosotr@s hacemos por la persona que amamos hace falta estar muy seguro de uno mism@, además de aceptarse plenamente, con nuestros defectos y nuestras virtudes, estoy segura de que la mayoría de vosotr@s os avergonzáis de algo que habéis hecho en vuestra vida, nosotr@s l@s sumis@s y l@s esclav@s, no nos avergonzamos de nada de lo que hicimos (ya no hablo sólo de lo que hicimos desde que nos encontramos a nosotr@s mism@s, desde que descubrimos lo que somos, hablo de lo que hicimos antes, cuando éramos como vosotr@s).
Nuestr@ forma de vida, la vuestra y la nuestra, es diferente, ya no sólo en las obligaciones, derechos, privilegios, responsabilidades… sino también en el sexo.
Ahora paso a hablaros del sexo, para nosotr@s el amor y el placer que nuestra pareja (AM@) nos demuestra y la forma en que nosotr@s se lo demostramos a ELL@S no es a través de rosas en la cama, de caricias y palabras tales como: “cariño, corazón, etc” (por poner algunos ejemplos) sino que a nosotr@s nuestr@s AM@S nos demuestran amor con azotes, con escupitajos, orina… nos lo demuestran permitiéndonos estar a SUS pies, permitiéndonos besar el suelo que pisan, nos lo demuestran ayudándonos a crecer, a superarnos, demostrándonos que somos capaces de hacer cosas que jamás creeríamos hacer y demostrándonos que disfrutamos con ellas, nos lo demuestran con palabras como: “mi puta, mi zorra, mi perra…” (por poner algunos ejemplos). Y nosotr@s le demostramos nuestro amor y nuestro placer a ELL@S con lágrimas, no lágrimas de dolor, sino lágrimas de placer, con gemidos, con silencios, con gritos, con marcas… nosotr@s le demostramos nuestro amor y nuestro placer con respeto, con devoción, con servidumbre… ¿Me podéis decir qué tiene eso de malo, qué tiene de criticable?.
Somos personas normales, con nuestr@s trabaj@s, con nuestr@s estudios, con gente que nos quiere. ¿Acaso no somos tan dign@s como vosotr@s? ¿Acaso no merecemos que nos respetéis y respetéis nuestra forma de vida como nosotr@s respetamos la vuestra? Muchas veces se os llena la boca al hablar de los derechos (sobre todo los derechos de las mujeres) pero sois incapaces de respetar que una persona decida someterse, ¿acaso no tenemos derecho a vivir nuestra vida cómo la vosotr@s vivís la vuestr@?.
Para poder avanzar como personas se deben dejar atrás los prejuicios.

Un saludo para tod@s vosotr@s de esta esclava.

gaia de ÁRTABRO.

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