Ayer pase por sastrería, ya me tome las medidas para el nuevo traje, el que llevare en mi retiro eternamente, decidido pues, a seguir con las enseñanzas, a sentir y tratar de doblegar a la bestia que en mi, se debate por salir y no sale por que tu no estas, ando perdido sin rumbo fijo, tropezando en falsas esperanzas, vanales las cuales ya no me consuelan. que mi yo interno, muchas veces me dice, para que no merece, seguir luchando ríndete a la verdad, no llegara se perdió, y no logro dar con el camino correcto, seguir los instintos se hace cada día mas duro, sin tenerte, sin guiarte me siento perdido, vació donde estas, donde te escondes, tu siempre seras mi reto, no puedo crecer, me faltas para poder ser tu mejor y peor compañía, sigo un camino equivocado, tras otro un tropezón cada vez mayor, perdí mi instinto ??, mas bien me perdí del todo, en un mar de sentimientos confusos abstractos, los cuales me llevan por rutas equivocadas, de las que aprendo cada vez mas, sin sentir realmente, lo que tu me haces sentir, en el corazón, en el alma, en mi cuerpo................
te necesito cerca, te deseo pero no te veo............................
Tengo la gran fortuna de haber encontrado la persona adecuada para vivir esta experiencia, nada fácil, pero con muchas satisfacciones.
Este tipo de relaciones suelen durar poco puesto que son muy pasionales y la pasión es un impulso muy intenso que lo mismo que aparece como un relámpago que nos ciega, se termina sin que nos demos cuenta, y todo puede quedar en algo descafeinado, que nada tiene que ver con el principio. He leído en algunos artículos y estudios, que la pasión en una pareja dura unos cuatro años. Yo no he tenido las suficientes experiencias personales para saber el tiempo de caducidad, y supongo que habrá mucho factores que lo determinen.
En mi caso, sí que veo una evolución en cuanto a la pasión que me une a mi Dueño, pero yo diría que más bien positiva. Sigue habiendo pasión, más sosegada, pero aún alimentada con algunos episodios que la despiertan. Signos de alerta que siempre hay que tener en cuenta. Se ha ganado en confianza, lo cual lleva su tiempo. La confianza al principio es más una cuestión de fe. Ahora es el resultado de un conocimiento mutuo. Esa confianza me hace además pisar más segura, aún con la inseguridad que me caracteriza. El desasosiego cada vez que había alguna incertidumbre, ha pasado a ser una espera más tranquila, una racionalidad que desde el principio mi Amo me ha intentado inculcar y que gracias a la confianza, he podido alcanzar con cierto éxito.
Tengo la inmensa suerte de poder decir que he alcanzado el nivel de felicidad que buscaba, sin esperarlo, mi Amo apareció en mi vida, y algo sobrenatural me dijo que no podía dejarlo pasar. He luchado por mantener mi relación con Él, que no ha sido nada fácil, muchas dificultades hemos tenido que superar, pero ahora, mirando atrás, no me arrepiento en absoluto. Él me ha hecho crecer como persona, me ha enseñado el camino que me hace feliz y que quiero continuar a Su lado, creciendo para Él y para mi propia satisfacción.
La libertad de poder elegir este tipo de vida, la de la sumisión hacia el Ser que idolatramos, admiramos, deseamos, que nos completa como personas, al que nos entregamos completamente y al que agradecemos inmensamente sus caricias, castigos, atenciones, órdenes...todo, hasta sus miradas reprobatorias, son señal de que nuestro Amo está pendiente de nosotras.
Mi Dueño considera que no es severo, pero sí lo es, y tiene mucha paciencia con esta sumisa que a veces no llega al nivel adecuado. Yo soy muy imperfecta, pero sé cual es el camino que quiero seguir y al lado de mi Maestro llegaré. Quiero ser su creación y que esté orgulloso de mí algún día. De tener una sumisa entregada y que no tenga más voluntad que la de servir a su Dueño. Ahora ya me siento así, pero me queda poder transmitirlo y parecerlo. No es solo lo que yo sienta, también tengo que demostrarlo con mis actos a cada momento.
Este texto ha sido más para mí que para los demás; no sé si a alguien le han podido servir de algo mis palabras. En todo caso, son cosas que me gusta compartir, sacar mi júbilo afuera, y si alguien se encuentra identificado me gustaría poder hablar sobre el tema. Parece que solo podría apasionar hablar de ello a quién lo sienta como yo. Igual que cuando uno tiene un pesar interior y la terapia es sacarlo fuera, mi felicidad es tan grande que desborda. Según mi Amo todo lo desproporciono, pero quizás sea algo intrínseco a las sumisas, y por eso sentimos con tanta intensidad.
- Buenos días.
Él no hizo ningún gesto para acercarse, una rápida mirada de reojo para ver su indumentaria, y se dirigió al sofá. Ella, un poco sorprendida por la falta del beso habitual, lo siguió.
Él pidió por qué había desobedecido y ella dió un montón de explicaciones muy razonables, lógicas, totalmente ciertas e indiscutibles. Ninguna era la real. Cansado de verla dar vueltas en línea recta, dijo:
- Desnúdate.
Alegre por fuera, se desnudó. Había ganado. Su cuerpo, su mirada y el deseo que todo esto generaba en él le habían hecho recuperar el control de la situación. Sólo tenía que dejarse hacer y todo le sería perdonado. La sombra de decepción por haber conseguido romper la magia no cuajó, era el momento de disfrutar. Mañana será otro día.
La sesión era light, los golpes secos, con fustas y varas, ni una vez le puso su mano encima. Podía predecir a la perfección la intensidad, localización y el momento en que caeria el siguiente azote. Se sentía sola. Intentó acercarse buscando una protección que no necesitaba, sólo para sentir su calor. Pero él la alejaba y volvía a ponerla en su sitio. Puso su cara de cordero a la puerta del matadero y nada cambió. Aún no había sentido el contacto con su piel. Algún roce de sus dedos mientras la ataba habia sido todo el contacto de piel con piel. Sólo la tocó cuando quiso que se corriera, lo hizo varias veces pero se sentía más vacía que si hubiera sido un orgasmo en un encuentro vainilla.
Sus órdenes eran directas, secas y frías. Sólo para temas accesorios, como ordenarle que se corriera. Cuando decidió terminar de tocarle el sexo, no le hizo lamer los dedos. Fue al baño y se lavó las manos con jabón. Ella se sintió sucia. La ducha de agua fría que siguíó era más cálida que su trato. Él no se había ni desnudado.
Con una toalla alrededor del cuerpo y otra en el pelo le dijo:
Ella: ¿Quiere un café,Señor?
Él: Carajillo de Bailly.
Se apresuró a terminar el café y servirselo. Sin premeditación y con alevosía se arrodilló y le ofreció el café como una kajira. Tal como ella nunca lo había hecho.
- Vístete para salir.
No perdió tiempo, y se puso su vestido favorito. Un vestido blanco ceñido que dibujaba todas sus curvas. Volvió sin pausa a su lado. Arrodillada y con la cabeza baja, fingiendo que él la había vencido.
Él la miró, ella lo desafió por un instante con su mirada. El resto de la taza de café cayó sobre su vestido favorito. Incrédula bajó la vista.
- Discúlpeme Señor -dijo- le necesito. No os volveré a decepcionar.
Y se hizo el firme propósito de no volver a desobedecerle, hasta que volviera a necesitar recordar que era suya. Alegre por dentro: había perdido.
P.S. No sólo hay que escoger la sumisa por los juegos que desas practicar con ella, también hay que valorar qué castigos le duelen.
Tengo prisa por llegar. Con lo que bajo del autobús y, una vez que recojo mi maleta, voy hacia el metro a buen ritmo. Un trayecto de quince minutos y por fin nos encontramos frente a frente....Es cuando me comunica que tenemos que ir a hacer unos recados antes de irnos a casa. No es algo que este fuera de lo normal, pero no es por ello algo que desquicie menos.
Al terminar de hacer las compras y llegar a Su barrio, ya estamos ese punto en el que relajados conversamos y nos ponemos al día sobre las novedades que han ocurrido desde la ultima vez que nos vimos. Entre risas entramos en casa y cuando voy a dejar las compras a la cocina es cuando lo veo. En un rincón hay un caballete de mesa, con algo como una colcha o manta bien doblada encima.
Lo ha vuelto hacer. Un poco desubicada, porque en mi cabeza ya van pasando imágenes de lo que puede llegar hacer conmigo y ese maldito caballete, entro en la sala para dejar mi bolso y la cazadora como tengo costumbre de hacer. Para ello tengo que acercarme al lugar donde está esperando ese caballete, del que no aparto la mirada. Siento como se me ha acelerado el pulso y necesito aire porque siento un calor por todo el cuerpo.
Oigo como entra en la sala, intento aparentar que no me ha afectado lo que acabo de ver, cosa que fracaso porque mientras hago que busco el paquete de tabaco y el mechero para fumar un cigarro, me pregunta si he traído el usb con los capítulos de Juego de Tronos para poder ponerlo y de ese modo ver un poco la serie, “¡Cómo!” mascullo “Pretende ver la tele”. Se gira y me pregunta si he dicho algo, como si no lo hubiese escuchado. Preparamos el USB, nos sentamos y ponemos la serie. Pasan los minutos pero no puedo estarme quieta, resoplo, cambio constantemente de postura porque en ninguna me encuero cómoda y que decir de estar viendo y atendiendo a la televisión!! Nada de nada. Giro la cabeza hacia Él, está tranquilo, mirando al frente y, sabiendo que le estoy observando, es cuando empieza a acariciar mi muslo, subiendo despacio hasta mi entrepierna donde aprieta con Su mano. El roce es una delicia, ya que llevo húmeda desde hace tiempo. Ronroneo como si fuese una gata en celo hasta que para y me pregunta si he traído mis juguetes. Me ordena que vaya a por ellos.
Cuando vuelvo con mis juguetes, veo que ha colocado el caballete mas cerca de Él y me indica que deje los juguetes en la mesita que hay delante del sofá. Para cuando me incorporo del todo de nuevo, lo tengo detrás de mí, cogiendo mis caderas, me aparte el pelo y me besa en la nuca. Sube poco a poco Sus manos por mi cintura y con ellas la camiseta, despacio sigue desnudando hasta que me deja solamente el tanga. De este modo, me acerca para colocarme delante del caballete y con un leve toque en mi espalda me hace inclinarme hacia delante, con las piernas y los brazos abiertos. En esa posición, ata los tobillos a las patas de unos de los lados y mis muñecas a las otras. Ya me tiene como desea, abierta, indefensa y jadeante porque es como estoy.
Mientras estoy en esta posición, siento que se mueve por la sala, hasta que lo noto detrás de mi, acaricia mi espalda hasta hasta que coge mi pelo y tira mi cabeza hacia arriba. Me dice que tengo que estar calladita, que para eso es la mordaza, tras lo cual la coloca y la ata bien. Después, coge un banco de cocina y lo pone justo delate de mi cara, encima deja la pala, sí la pala que sé con certeza utilizará en breve en mi culo, ese que ahora esta expuesto ante Él.
Pero antes, veo desde mi posición que se acerca a la mesita del salón para coger mi vibrador, para luego volver a ponerse justo detrás de mi. Me coge de las caderas y empieza a pasarlo por mi sexo, humedeciéndolo para terminar metiéndolo dentro de mi coño y lo pone en funcionamiento, sin que las vibraciones sean demasiado fuerte, lo justo, para ser placentero pero sin que sea suficientes para que me haga llegar al orgasmo.
Y así, con mi vibrador dentro de mí, atada de pies y manos, totalmente abierta y expuesta, se queda detrás de mí en silencio, seguramente que observando lo que tiene delante, tomándose Su tiempo para dar el siguiente paso y haciendo que ese tiempo se me haga eterno a mí. Pasan los minutos, hasta que se pone delante de mi para cogerme de la barbilla y, tras darme un beso, coge la pala para volver a desaparecer de mi vista.
Lo siguiente que siento es Su mano en una de mis nalgas, soltando un azote para luego acariciarla, repitiendo lo mismo con la otra, primero una luego la otra, primero una luego la otra, hasta que para de golpe, lo cual hace que suelte un gemido de protesta por privarme de Su contacto. Para entonces, los azotes unido al vibrador ha hecho que todo mi cuerpo se ponga a temblar....pidiendo a gritos una liberación. Tengo el culo caliente, lo siento, por eso cuando me pasa la pala por las nalgas la noto fría, pero no me da tiempo ha asimilar el contraste porque empieza azotarme con ella. Primero la pala para luego acariciar la nalga con Su mano, hasta que pasa a los azotes solamente, subiendo el ritmo poco a poco, a la vez que mi cuerpo se calienta y mi excitación sube exponencialmente. Ya no puedo aguantar mucho más, lo sé y Él también lo sabe, por ello, para un momento, me agarra del pelo para subirme la cabeza y me susurra al oído que puedo correrme cuando quiera, que tengo Su permiso, para así, poder continuar donde lo dejó. Así continua azotando mi culo, que con la sensación del vibrador en mi coño, hace que todo mi cuerpo explote.
Sin que me haya recuperado del orgasmo, saca el vibrador de dentro de mi y lo coloca encima del banco que sigue delante de mi, a la altura de mi vista, para que sea consciente y observe mi humedad, mi excitación, mientras que me susurra que estoy tan húmeda como una perra en celo, la cuál va a hacer Suya en estos momentos.
Una amiga me comentó hace poco que tenía otra amiga sumisa con la que estuvo discutiendo sobre los límites en una sumisa y en una esclava. La amiga decía que ella quería ser esclava pero con sus límites. La respuesta de mi amiga fue la misma que me salió a mí cuando me lo estaba contando…. Una esclava no tiene límites.
Pero luego lo pensé y… no es realmente cierto. Las esclavas tenemos límites, la diferencia es que estamos dispuestas a superarlos por nuestros Amos.
Todas las personas tienen límites, miedos, inseguridades… (y el que diga que no… ya sabemos que tiene incluso más que los demás) y cuesta mucho enfrentarse a ellos.
Y las esclavas somos personas. Y cuando decides pasar de ser sumisa a esclava, no desaparecen sin más. Y os aseguro que cruzar los límites nos cuesta exactamente igual que a los demás..
Pero la confianza, la seguridad y la entrega que tenemos a nuestro Amo hace que, al igual que con todo lo demás, la decisión de cruzarlos o no, también se la entreguemos a él. Y si él cree que hay que superar un límite es porque realmente podremos hacerlo y será beneficioso para nosotras.
SÍ, se tienen límites siendo esclava… pero simplemente son un obstáculo más que hay que superar en el camino.
A veces me parece que lo del día de la marmota se repite más
y más.
Es como si a veces ya sabes lo que te van a decir cuando
hablas con alguna sumisa…lo ves venir, lo piensas...y ZAS....a los pocos
segundos aparece en letras o palabras o que sabias que iba a pasar.
La verdad es que no sé si es que muchas de las sumisas con
las que hablo son así de diáfanas en sus ideas o porque yo soy ya un diablo que
sabe más por viejo que por diablo…un Pirata que las suela ver venir con muchas
olas de antelación.
El caso es que hace días una sumisa de edad intermedia, con
experiencia en el BDSM...se acercó a mí en otra Bahía. Me saludo con educación
y el protocolo debido, con buenas formas y me dice...
Señor, le leo a mendo, pero nunca me he atrevido a dirigirme
a usted. Lo hago en esta Bahía como usted llama a las salas y lo hago por
correo interno ya que es la única manera en que me atrevo a hablarle y hacerle
una petición...
La petición es la siguiente:
Hace unos meses me dieron la libertad porque según el que
fue mi dueño no crecía y no evolucionaba como sumisa según sus criterios y formas.
Me gustaría saber si usted me puede decir en donde he fallado para mejorar como
sumisa…(sic).
Esperando su contestación me despido de usted.
XXX.
El caso es que su manera de entrar, su respeto y educación
me hicieron contestarla.
La dije lo siguiente:
XXX....Te agradezco tu petición y lo primero que te digo es que,
si no creciste de su mano, tal vez no fuera por ti...ni por él, a veces es
simplemente porque entre ambos y por mucho que se intente no hay esa conexión
que hace que una relación avance y crezca como todos desearíamos.
Una vez dicho esto quiero aclararte algo, mis maneras y
formas son bastante diferentes a la de los demás. Ni mejor ni peor, simplemente
diferente manera de ver, vivir y sentir este mundo que para unos es el BDSM y
para mi es simplemente Sadomasoquismo y Dominación...sin más.
Que estaba en un impas de limpieza en mi Galeón, y que al
menos que apareciera esa sumisa especial no quería nada con nadie ya que estaba
aburrido de tanta bollería industrial...y que la glucosa me había hartado.
Ella me dijo que en sus intenciones no entraba tener un amo
tan pronto y que lo que pretendía era mejorar para volver a ofrecerse al que
fue su amo.
El caso es que empezamos a hablar y al poco me dio su wasap
y por ese medio empecé a conocerla y a compartir con ella mi manera de vivir el
SADO.
Ella me preguntaba cosas de protocolo, de normas, de cómo
actuar en este o aquel caso…Como es natural y al ser como soy yo la contaba
MI manera de vivir y de caminar por
estos caminos del Sadomasoquismo y la Dominación...desde mi visión de Domine
SADO...o Sádico como se le quiera llamar.
Todo iba perfectamente hasta que hace unos días ella me dice
que le atraigo, que mis maneras y formas le gustan...y que quisiera saber más
de mí y de mis formas.
El caso es que la recuerdo nuestra conversación en la que la
dije que no buscaba nada…y que además en ella no veía "esa" sumisa
que me hiciera cambiar de parecer.
Ella se quedó callada unos instantes y de pronto me
suelta....
Claro lo entiendo…yo solo soy una sumisa y no soy
masoquista, y por eso no entro en sus parámetros de sumisión…y añade la frase
que me dejo de piedra...
" Es que usted es SADICO señor y le excita infringir
dolor sin mas para sentirse realizado y feliz" y yo no soy masoca.
Ahí, me quede de piedra…¿cómo decirle a esa sumisa lo
equivocada que estaba en su visión y conocimiento de los SADICOS puros....?
Como explicarla que un SADICO puro no DISFRUTA de infringir
dolor...si no de la entrega del mismo por su propiedad, sea el nivel de este el
que sea. Que no es la cantidad de dolor el que importa, si no la calidad del
mismo y que este se mide no por el aguante, si no por LA ENTREGA.
Como decirla que un SADICO puro...cada vez quiere más, por
supuesto, pero no solo del dolor, si no de lograr de su propiedad ese deseo de
superarse, de dar más cada dia,de lograr que esa sumisa se sienta orgullosa de
sus avances por muy nimios que a ella la parezcan.
Como hacerla entender que el SADO,,es esencia, es pureza, es
confianza, es lealtad, es unión, es caminar juntos descubriendo y superando los
límites de ambos...
Como hacerla ver...que el SADOMASOQUISMO y la
DOMINACION....no es solo dolor.....que no es la cantidad de azotes que se
aguanten o la fuerza de los mismos la que marca el crecimiento....si no mas
bien que una vez dado y recibido ese azote.....ver en el otro y de manera mutua
ese BRILLO , ese TIC DE ORGULLO en los
ojos de los mismos...es..besar esas lagrimas...acariciar esas marcas...es....ver
en esos ojos esa total CONFIANZA el uno
en el otro....
Eso es el SADOMASOQUISMO y la Dominación, al menos desde mi punto
de vista....como yo lo veo, como yo deseo vivirlo...como lo he vivido....y como
lo volveré a vivir.
Y como no la podía decir tantas cosas, ya que creo que no
las entendería....me limite a decirla...
Si, tienes razón...soy SADICO y disfruto de infringir
dolor.....
Para que entrar en más si al fin y al cabo y como ya es
costumbre para mí, mis formas no van a ser entendidas y mucho menos compartidas
por la mayoría.
Con eso me despedí educadamente y pensé...
¿Tendrá razón la mayoría?
Yo mismo me contesté con una frase que oí de un amigo hace
tiempo...
Si las mayorías llevaran siempre la razón, seriamos rebaño y
nos dejaríamos llevar por el borrego lider.
Afortunadamente yo soy un macho Cabrío con camino propio.
Un saludo.
BS.
¡Feliz cumpleaños, mi Amo!
Un año más tengo la suerte de celebrar junto a Usted Su cumpleaños, la celebración de un año más de vida, de experiencia. La oportunidad de un año entero por delante para vivir, soñar, crecer, aprender, descubrir y ser feliz. Para que yo pueda seguir aprendiendo de Usted, para que pueda seguir admirando Su actitud, Sus ganas, Su fuerza.
Es para mí un placer estar a Su lado en un día tan especial, poder servirle como se merece, alegrar Su día y que lo recuerde por todo el amor que tengo para darle, por el regalo que tanto le gusta, mi entrega.
Es un honor postrarme a Sus pies, Su felicidad es la mía y verle sonreír no tiene precio. Ver Sus ojos llenos de adoración, aceptación y amor cuando le entrego mi sorpresa, me hace sentir la mujer más dichosa del mundo.
Deseo poder vivir a Su lado, toda la vida, cada día de Su cumpleaños, cada día en general. Gracias por compartir conmigo un año más, mi Amo.
Su sumisa que le adora y ama.
roxanne.