Muchas veces he leído y he escuchado hablar de lo que es una esclava, creo que eso todos lo tenemos claro, así que no es mi intención tocar en este momento eso tema.
Hablaré por mí, dado que no soy quien para hablar por nadie más, hablaré desde mi sentir, desde mi vivir…
Detrás de mí hay una vida marcada por momentos buenísimos y otros no tan buenos, hay una familia y unos amigos que me apoyan en todo momento.
Detrás de mí está esa niña rebelde que me empuja a disfrutar del olor de la hierba mojada, que me anima a descalzarme y saltar en los charcos como si no hubiese mañana.
Detrás de mí también se haya esa mujer que me ayuda a luchar por lo que creo, por lo que deseo. Esa mujer que me hace esforzar por ser mejor persona, mejor niña y mejor mujer.
Porque soy esclava, porque soy niña, porque soy mujer… Porque soy princesa y soy puta.
Creo que detrás de la esclava está la dualidad.
La dualidad de ser perfectamente capaces de poder decidir y sin embargo dejar que otra persona (AMO o AMA) decida por nosotros.
Detrás de la esclava está la contradicción de sentirnos libres encerradas y amarradas en los deseos de nuestro SEÑOR.
Detrás de la esclava hay una tremenda libertad, una libertad que muy poca gente puede llegar a comprender y experimentar… Somos tan sumamente libres que elegimos como forma de vida la esclavitud.
Y detrás de la esclava… está la complejidad. Porqué quien se piense que la mente de una esclava es sencilla se halla en un tremendo error.
Las esclavas somos complicadas, somos contradictorias, somos TODO y no somos nada.
¿Quién posee a quién? Yo creo que cuando se vive una relación Amo sumisa los dos se necesitan mutuamente. La sumisa es una necesidad del Amo y el Amo una necesidad de la sumisa. Incluso el Amo más egoísta y frío, incluso el más insensible, expresa esa necesidad al tomar a una sumisa nueva. aunque sea la quinta de su harem y su relación con ella vaya a ser distante.
Cuando una sumisa dice Mi Amo, no solo se reafirma como pertenencia de su Amo, también está expresando que le siente como suyo. Le siente parte de sí. Por tanto hay un sentido de posesión y orgullo por parte de ella en esas palabras, es suyo, su Amo, y me parece hermoso.
En una relación de bdsm una sumisa también posee a su Amo. Es la DUEÑA de sus atenciones, de sus cuidados, de sus placeres mentales, de sus pensamientos, de su tiempo. ¿Todavía hay gente en el mundo BDSM que pueda negar que un Amo sirve a su sumisa al igual que le sirven?
¿Que sumisa no ha sufrido infinitas contradicciones en su despertar?, estos últimos días he podido comprobar que todas pasamos por esa fase de confusión. Esa "Mujer interior" que saca las uñas para defender sus convicciones, esa "sumisa interior" que grita para poder aflorar libremente. Hoy me parece tan ridículo y lejano... y sin embargo recuerdo tantas y tantas cosas que la "Mujer" echó en cara a la "sumisa": Que como podía tener tan poco amor propio, tan poco respeto a mi misma, ser tan débil, tan tonta, tan insegura y manipulable. Que como podía ofender de tal modo al genero femenino, ir en contra de la mujer fuerte e independiente que debía ser. Que como podía querer regalar mi libertad, ofrecer mi cuerpo para el disfrute de otro, sin pensar en mi misma. Que como podía tener esa idea del sexo tan sucia y depravada... y un largo etc.
Cuantos momentos de encontrarme mal, de sentirme paralizada, de quedarme sin palabras, sin argumentos, sin replica. Yo que siempre he tenido mis ideas claras, y mil argumentos para defenderlas. Es duro no reconocerte a ti misma, y no tener alguien cercano que te apoye, te muestre el camino o simplemente te recuerde que eres una persona normal. Pero poco a poco, una misma aprende, vuelve a ser la Mujer fuerte de antaño, y por fin lo comprende todo.
Las sumisas ni somos tontas ni manipulables. Todo lo contrario, reconocer nuestra sumisión requiere una gran claridad, inteligencia, confianza y conocimiento de una misma. Solo nosotras sabemos lo que necesitamos, y decidimos lo que queremos, lo que nos falta para sentirnos completas. Podemos entregar nuestro cuerpo para el disfrute de otro, sí, pero conscientes de ello, siendo decisión totalmente nuestra. Y disfrutar por el simple hecho de hacerlo. Sentir el placer del otro como nuestro, que esa entrega, no solo demuestre la seguridad, fortaleza y amor propio que poseemos, si no que lo hagan crecer con mucha más fuerza. No ofendemos a nadie (que tontería), seguimos siendo mujeres, y podemos seguir siendo independientes, y valernos por nosotras mismas. Nuestra libertad no se regala, ni se arrebata, nuestra libertad la cedemos nosotras, solo a quien la merece. A quien se gana ese ofrecimiento, y en el nivel que nosotras decidimos. Y claro que nos respetamos, nos respetamos tanto que no nos ocultamos de lo que somos, no escondemos esa otra parte de nosotras mismas que necesitamos sacar, sintiéndonos orgullosas de ello. Y sí, somos libres, más libres que nunca, libres en cuerpo y alma. Sentimos la libertad, a un nivel, que otros no entenderían. La gran libertad de decidir a quien y como nos entregamos, la libertad de hacerlo porque es lo que queremos. Y la enorme satisfacción de ser sinceras con nosotras mismas, respetarnos, querernos y valorarnos por encima de todo. Para así poder entregar lo mejor de nosotras mismas. Y lo más importante de todo... para ser felices!
Y es que, como se suele decir "no hace daño quien quiere, si no quien puede", y en ocasiones somos nosotras mismas las que más nos auto-juzgamos y herimos. Que lejos queda ya ese sentimiento de culpabilidad, de suciedad... esa sensación de no reconocerte, de verte a ti misma como un bicho raro, como una pervertida o una degenerada, o incluso como una persona loca o bipolar. Es curioso como, poco a poco, ganas en conocimiento de ti misma, en fortaleza, en claridad... casi sin darte ni cuenta, o sin saber exactamente que es lo que te ha hecho aprender o cambiar.
Una de las últimas cosas que he aprendido, y que me gustaría que las sumisas que se inician lo tuviesen siempre muy presente, es algo tan simple como no sentirnos "tan victimas"... Cuando el sentimiento de sumisión es sincero, autentico y profundo, y una se entrega al 100% en cuerpo, mente y alma. Todo, todo cuanto haga es puro, limpio y hermoso. Y si por alguna razón, esa entrega acaba, y una debe retomar su camino. Haber dado tanto, no es motivo de sentir que se ha perdido, sino de mirar con orgullo, el haberse dado sincera y entera, a quien así se lo ganó.
Hablemos de AMOS y amitos.
¿Qué es un AMO y qué un amito?
Esta pregunta a primera vista parece sencilla de responder, pero no creo que sea así. Dado que ninguna respuesta será objetiva, lo que para mí está bien para otra persona está mal y viceversa. Todas las respuestas estarán condicionadas por nuestras vivencias, nuestra educación, nuestros principios y nuestro baremo de lo que es bueno o está bien y lo que no.
Por supuesto lo que yo escriba no es una verdad fehaciente, es lo que yo opino y está condicionado.
Para mí un AMO es un HOMBRE; sí, en mayúsculas. Un HOMBRE honorable, respetable y coherente, un HOMBRE que no se avergüenza de su masculinidad, de su fuerza, tanto física como psicológica. Es un HOMBRE que se rige por un código de honor inquebrantable. Un AMO es un Caballero, educado, culto y con dotes de líder. Un AMO es un Señor, que cumple su palabra aunque ello le suponga un inmenso esfuerzo y desgaste. Un AMO debe tener ciertas cualidades: humildad , templanza , firmeza y valor. Un AMO es un HOMBRE que cuida y atiende a su/s propiedad/es como si la misma vida se le fuera en ello.
Para mí un amito es una persona poco coherente, que se acerca al sol que más calienta, que no tiene respeto hacia los AMOS ni hacia las sumisas o esclavas, y desde luego no respeta a su/s propiedad/es. Es una persona que quiere ir de AMO pero que no posee las cualidades para serlo y lo que es más grave, piensa que todo lo sabe y que nada tiene que aprender. En definitiva un amito es un ser insustancial, irrespetuoso y sin honor.
Seguramente a todos se nos ha venido algún nombre para definir lo qué es un AMO y lo qué es un amito y seguramente ninguno de esos nombres que tenemos en mente coincidirá, porque como he dicho lo que para mí puede ser bueno, para Ustedes no y viceversa.
Despues de un tiempo intentando conocer este mundo, me he dado cuenta de que muchos "amos" no saben lo que buscan o estan tan seguros de que por ser sumisa automaticamente eso la convierte en una Puta (sin ofender).
Me he topado con varios que dicen ser Amos y al primer momento que se encuentran con una negativa de enviar una foto en pelotas, sin importarle tan siquiera el nombre, ya se molestan, ¿que, el ser sumisa quiere decir que no tengo nombre ni gustos? ¿no me interesa mas nada que una polla?. Tambien he encontrado a quienes les molesta ( para mi es frustración) que tenga una personalidad marcada o mis propios ideales, que no me rindo a sus pies en el mismo momento de conocerlos sino que hay que "ganarselo" por decirlo de alguna manera. Una persona que si se tomo el tiempo de conocerme me dijo, que mas vale una sumisa con personalidad que una vacia, que para eso se busca una muñeca inflable, de verdad es tan dificil querer conocer a alguien antes de pasar a un plano sexual?. Vale que no todo el mundo se siente comoda expresandose, pero no se supone que en una relación y mas en este tipo de relación tiene que haber confianza? como esperamos tener confianza si no nos preocupamos por saber de esa persona?
Ahora tambien me pongo del otro lado, porque el sumiso espera que el primer paso lo de el dominante? por normativa? por protocolo? como esperas conocer a esa persona que quieres, con la que sueñas hasta despierto, si te sientas a esperar a que aparezca por arte de magia?, uno de los mayores problemas o errores que cometemos es tener un ideal de Amo, un dominante pre-fabricado como a veces me gusta pensar, que si por algun detalle esa persona que se arriesgo a hablarte, a mostrarse, no cumple es descartado sin mas, hasta sin dar una explicación, simplemnte dejamos de hablarle y esto pasa en ambos casos.
El que mas me molesta y por el cual he pensado seriamente colgar las esposas, es esa persona que te da ilusiones o esperanzas para despues decir la gran frase celebre "He conseguido otr@ que me llena mas que tu", PERDON???? es que quedamos mas alla de un chat para que puedas llegar a esa conclusión sin que me haya enterado? parece mentira como eso pasa mas frecuentemente de lo que realmente se espera, me atrevo a pensar que si hiciera una estadistica serian de 4/ 3.9 te la dicen, gracias a quien se tenga que agradecer Dios, Mahoma, la Virgen, Ades....en fin en el que ustedes crean, que existe ese 0.1 que todavia es serio y te habla claro desde un principio, dejando los puntos donde deben ir, hasta se atreven a decirte el porque no eres su elección o el porque no pueden estar contigo en ese momento, a Ustedes GRACIAS!!!, pero eso solo pasa porque saben que hay personas que son capaces de aceptar las criticas y hacer un esfuerzo por mejorar porque si no para que seguimos aqui?.
Otra cosa que no me queda muy claro es el hecho de compartir.. a ver, si tienes el dulce o la comida que mas te gusta en la vida y pasa otra persona cerca, tu le dices " Oye quieres?" a que no, a que atesoras cada bocado como si fuera el ultimo?, como te sentirias si la persona que tienes como tu centro te dice que busques a otr@? no lo sientes o sentirias como una aguja clavandose? llega el momento en el que no sabes que pensar, si es por un castigo o si hiciste algo mal, siendo humanos llegamos a sentir que fallamos y no sabes en que, tambien se nos viene a la mente de que es la excusa para que te vayas, o para sustituirte sin tener remordimientos porque lo aceptaste. Muchos me han dicho que es una muestra de sumision total y de compromiso por asi decirlo entre l@s afectados, porque es una forma de decir mira lo que tengo! y a el humano de por si le gusta exhibir las cosas de las que esta orgulloso o le hace situarse en una mejor posición, cosa que no comparto porque bien dice el dicho " dime de que alardeas y te dire de que careces" (no se si aqui es conocido) pero es muy facil de entender.
En fin cada dia, cada nueva decepcion, cada nueva "experiencia" me provoca tantas dudas que no se si hay alguien capaz de al menos responder un par.
Desnuda, sólo con unas medias y unos zapatos de tacón. Respira
profundamente mientras espera de rodillas a recibir instrucciones,
sabiendo que es un día especial. De fondo una melodía suave, se intenta
concentrar en ella para poder tranquilizarse.
Escucha como lo prepara todo, percibe los diferentes movimientos que
hace por la habitación y como, aprovecha alguna ocasión para rozarla
cuando pasa cerca de ella. Hasta que se coloca detrás de ella y le
susurra a su oído:
- ¿Impaciente, mi siomara?
- Más que impaciente, nerviosa, mi AMO.
- No debes de estarlo pequeña, estas conmigo, tu AMO.
- Lo sé, mi AMO.
- Levántate y deja el cuerpo relajado
Hace lo que le dice, de espaldas a ÉL, mientras le coge sus hombros y
siente su respiración en su nuca.
- Separa los brazos del cuerpo y abre las piernas, mantente de este
modo hasta que yo te diga que los muevas, mi pequeña.
Y de ese modo, como un cristo en cruz, ella se deja hacer. El primer roce
de la cuerda en su cuello le hace tener un escalofrío que le recorre toda
la espalda. Tras pasar las cuerdas entre sus piernas, Él sigue atando sus
pechos, su abdomen y con cada nudo, con cada pequeño tirón ella siente
un relámpago de placer, directo a su entrepierna.
Sin esperarlo, Él le susurra que suba a la cama y se ponga a cuatro
patas, le indica suavemente con un pequeño toque en la nuca que
recueste la cabeza el la almohada, mientras que le guía sus brazos por
entre sus piernas. Él la coloca y maneja a su antojo, mientras que ella no
deja de sentir cada roce de las cuerdas por su cuerpo, como pequeñas
caricias, haciendo que su pulso se acelere. Una vez que le termina de
unir las muñecas a sus tobillos, ata ambas piernas a una barra de
madera para mantenerle totalmente abiertas.
Porque es de ese modo como se siente ella, abierta y expuesta para Él,
indefensa y vulnerable ante Él, sin poderle esconder su excitación, sin
poderle ocultar su humedad. Totalmente indefensa y a Su merced para
que haga con ella lo que se le antoje, lo que desee y eso, hace que su
corazón retumbe por todo su cuerpo, que su pulso se acelere.
Siente el pequeño roce de sus dedos, por sus nalgas mientras que se
inclina para susurrarle al oído:
- Mi siomara, no sabes lo hermosa que es la vista que tengo de mi
pequeña perra.
siomara_{AK}