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    Tener fe en tu Dominante conlleva no tener miedo

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    Mi primer sometido es mi control, siempre está a mi servicio

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    Manejar el silencio es más difícil que manejar el látigo

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    Mi alma necesita tanto mimo como mi cuerpo castigo

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    Después de una sesión, la mano que te domina te debe acariciar

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    El precio de Dominar es la responsabilidad

Blogs de Usuario

siomara

Quitarse la ropa frente otra persona no deja de ser un acto sencillo, al fin y al cabo, es sólo un cuerpo, es sólo carne, algo físico, que se puede tocar.


¿Pero que me dicen de quitarle la ropa a lo que cada uno guarda dentro de si mismo frente a otra persona? ¿Les resulta un acto sencillo? A mi modo de ver es un acto que tiene que tener sus tiempos, que tiene que ir despacio, que se le tiene que dedicar mucha paciencia y, sobretodo conocimiento sobre uno mismo.


El desnudarse de forma emocional conlleva poner en riesgo mucho de uno mismo. Ya no sólo estamos hablando de dejarle ver a otro tus perversiones y fantasías más oscuras, no es sólo dejarle ver tus deseos y anhelos, no es sólo dejarle ver tus facetas buenas, también es hacerle participe de tus miedos y terrores, es dejarle ver tus limitaciones, es mostrarse sin tabúes, dejarle entrar a la otra persona hasta el fondo de tu propio ser, mostrándole tu vulnerabilidad y dejándole en sus manos todo tu ser.


Desnudarte de esa forma es hacerle saber a la otra persona que confiamos en que va a saber cuidar y mantener a salvo esa pequeña parte de cada uno, que obrará en consecuencia por no dañarlo. Es una desnudez más profunda, laboriosa y, a la vez, más placentera.


Cuando uno da el paso de desnudarse de esa forma ante otra persona, ya no valen las máscaras, las barreras que se levantaban entre ambos desaparecen, los secretos no existen porque damos la oportunidad al otro de que pueda entrar hasta las entrañas de cada uno, decirle: “Mirame, esta soy yo, tal cual lo ves, sin maquillaje para disfrazarme, sin antifaz para esconderme, sin nada más que mostrar que lo que ves”.







siomara_{AK}

siomara Ene 14 '16 · Calificar: 5 · Comentarios: 12
gaia_de_ARTABRO


Hablemos de AMOS y amitos.

¿Qué es un AMO y qué un amito?

Esta pregunta a primera vista parece sencilla de responder, pero no creo que sea así. Dado que ninguna respuesta será objetiva, lo que para mí está bien para otra persona está mal y viceversa. Todas las respuestas estarán condicionadas por nuestras vivencias, nuestra educación, nuestros principios y nuestro baremo de lo que es bueno o está bien y lo que no.

Por supuesto lo que yo escriba no es una verdad fehaciente, es lo que yo opino y está condicionado.

Para mí un AMO es un HOMBRE; sí, en mayúsculas. Un HOMBRE honorable, respetable y coherente, un HOMBRE que no se avergüenza de su masculinidad, de su fuerza, tanto física como psicológica. Es un HOMBRE que se rige por un código de honor inquebrantable. Un AMO es un Caballero, educado, culto y con dotes de líder. Un AMO es un Señor, que cumple su palabra aunque ello le suponga un inmenso esfuerzo y desgaste. Un AMO debe tener ciertas cualidades:  humildad , templanza , firmeza y valor. Un AMO es un HOMBRE que cuida y atiende a su/s propiedad/es como si la misma vida se le fuera en ello.

 

Para mí un amito es una persona  poco coherente, que se acerca al sol que más calienta, que no tiene respeto hacia los AMOS ni hacia las sumisas o esclavas, y desde luego no respeta a su/s propiedad/es. Es una persona que quiere ir de AMO pero que no posee las cualidades para serlo y lo que es más grave, piensa que todo lo sabe y que nada tiene que aprender. En definitiva un amito es un ser insustancial, irrespetuoso y sin honor.

Seguramente a todos se nos ha venido algún nombre para definir lo qué es un AMO y lo qué es un amito y seguramente ninguno de esos nombres que tenemos en mente coincidirá, porque como he dicho lo que para mí puede ser bueno, para Ustedes no y viceversa.

gaia_de_ARTABRO Ago 28 '15 · Calificar: 5 · Comentarios: 12
Fusonegro


Eres mi propiedad/ soy su propiedad,

Somos dos, somos uno.

El sentido de la responsabilidad en el BDSM




¿Parece sencillo verdad?…….
 pero no lo es
 

Infinidad de amos/as  y  sumisos/as nunca sentirán ni vivirán la intensidad de esas sensaciones.
 

Y no lo harán por una sencilla razón, no viven el BDSM, solo están en él y la mayoría solo de paso.

Están un tiempo, juegan, desaparecen, algunos vuelven pasado un tiempo y se cambian de nombre etc.
 

Durante un tiempo pululan por distintas salas, algunos/as ni llegan al real.
 

Y los que llegan en la mayoría de las ocasiones lo que viven es una falsa imagen de la Dominación / sumisión, donde el fin que buscan  siempre es el mismo: Follar.
 

Se suelen juntar con otros personajes afines con los que comparten ideas, se jalean unos/as a otros/as y con eso se auto estimulan pensando que lo que viven es el BDSM de verdad, el de siempre.
 

Pero no es así solo es “BDSM”.

El problema es que a muchos/ as de los que empiezan les hacen ver una realidad que no es cierta, y cuando estos/as  salen de verdad al BDSM, se encuentran que pensaban que estaban preparados y lo que son entonces es carne para tiburones.
 

La realidad es más simple, se lleva viviendo hace siglos, de mucho antes de que se la nombrara con una derivación del nombre del Divino Marqués de Sade.
 

Las salas han hecho que muchos de los que querían vivir su cara oculta se acerquen al BDSM, que muchos lo hayan descubierto y eso está muy bien.  Pero solo si caen en buenas manos…y eso ya no es tan común.
 

El problema viene cuando  es así y esa entrega no se deja  en la persona adecuada, cuando no se educa a ese  sumiso/a ni se le entrena en las distintas variantes de la sumisión, eso hablando de lo físico, Si entramos en lo mental el problema es aún mayor, ya que la entrega de la mente es una de las mayores responsabilidades que se pueden ofrecer y por supuesto recibir; y si esta no cae en la tierra precisa, con el jardinero adecuado  o este  es  inexperto o un caza coños, el daño puede ser incalculable.
 

La preparación del Domine debe ser paulatina y firme, debe comenzar desde el principio, sin prisas….de manera tranquila  y serena. Cosa que actualmente no ocurre. Ahora con ver unos videos, unas fotos y cuatro conversaciones con gente afín, con ir a unas cuantas quedadas, parece que ya se sabe todo.

No se puede pasar de la noche a la mañana de un azote a dominar en parte una mente, un cuerpo  y una entrega.

Por eso  esa preparación, esa educación, ese entrenamiento por parte de Domines mas expertos es  imprescindible que la haya, si no los sumisos/as  en esas manos corren serio peligro.
 

Es muy fácil decir “eres mío/a” y no cuidar de esa propiedad como es debido, solo usarla de vez en cuando para pastelear en las salas o en alguna sesión que siempre suele acabar  de la misma manera, sin ver crecimiento por lado alguno por ninguna de las dos partes.
 

También es muy fácil decir “soy suya/o”, lo difícil es que sea realmente así, eso solo se demuestra en el día a día, con la capacidad de entrega diaria a un Domine, viendo crecer la confianza entre los dos y subiendo esos escalones del BDSM que algunos pensamos que no tienen fin.

Y no poniéndose y quitándose un collar como si fueran unas bragas, claro ese collar fue logrado sin ningún tipo de sacrificio por parte del  sumiso/a y por lo tanto no le dan el valor que merece, para ellos/as es más un símbolo de ostentación que uno de entrega. Es puro pastel sin sentimientos añadidos…..bollería industrial.
 

Por eso esa facilidad de ponerlo, quitarlo y cambiarlo, no les costó NADA, se lo dieron sin ganárselo y lo otorgaron sin pensar, por eso, lo que fácil se pone…..fácil se quita.
 

Estos  pseodomines, y pseudosumisos/as   son los que hacen que el BDSM se esté pareciendo más a un juego de roles que a un modo de vida, como lo fue hasta hace bien poco.

En una sala es fácil decir “mi amo” o mi señor” y a la hora de la verdad no acatar ninguna, o casi ninguna de las pautas marcadas por el dominante y donde este dominante en realidad no tiene el respeto debido por parte de su propiedad, ya que, este/a  suele convencerlo “de que sería mejor de otra manera y claro “no se va a dejar de echar un polvo por eso” . Tragan y punto..
 

El  sumiso/a  debe ser  para su Domine mucho más que  simplemente un llavero o un trofeo para exhibir tanto en las salas como en las “quedadas”.

Debe ser una parte suya, interna, a la que debe educar y dirigir en todas las facetas de su vida que estén dentro o toquen aunque sea tangencialmente el BDSM, absolutamente todas.

Además de cuidar y proteger a su propiedad de todo lo que le pueda influir e interferir en su doma y educación, el Domine debe cuidar de su crecimiento y de su felicidad interna y externa.

Un/a sumiso/as que no sea feliz…….¿ cómo va a hacer feliz a su dueño/a? IMPOSIBLE.

La entrega es el mayor bien que se nos puede otorgar como Domines, es el mayor tesoro que una persona sumisa puede entregar y como tal debe ser visto por el Domine a quien se le otorga esa responsabilidad, ese don, ese honor.
 

Todo lo que queda dentro de estas pautas tan sencillas en el BDSM como son:

 

Yo marco el camino, tú vas por él.

Yo soy el Dueño/a , tú me perteneces/

Usted marca el camino, yo voy por él.

Usted es mi dueño/a, yo le pertenezco.

Ambos crecemos juntos y subimos la escalera de la mano.

Los dos somos uno.
 

Como es natural es solo mi opinión personal, y por lo que se la de otros  Domines, Amos y Dominantes.

Estoy seguro que muchos/as  no la comparten y eso lo comprendo y lo respeto.No sere yo quien juzgue la manera de vivir su vida a los/as demás.

Pero jamás hare lo mismo que ellos/as, ya que para mí el BDSM es una manera de vivir y para otros una simple evasión de sus vidas .Vamos sexo con alicientes….6 fustazos,3 azotes, cuatro gotas de cera…..Y A FOLLAR.
 

Comprendo esas formas, pero no las comparto ya que eso no es BDSM, es solo pastel, y yo desprecio el dulce que no sea artesano. Y este del que hablo como dije antes es” bollería industrial”
 

Pero como suelo decir a menudo………

”A unos les gusta el Caviar de esturión  y un buen espumoso, a otros las huevas de lumpo y la sidra espumosa”
 

Yo soy más de Beluga y Moet.

Un saludo a todos/as.

 

Fusonegro Nov 23 '15 · Calificar: 5 · Comentarios: 12
esquinaoscura
Tengo que hacer una reflexión personal, y que mejor forma de hacerlo que escribiéndola aquí, en lo que considero en parte mi refugio, espero que algún día mi hogar y pueda ser capaz de escribirlas...


Seguro que se pone en tela de juicio muchas cosas, pero tengo que decirlas, mi frustración en todos estos años que conozco mi condición, es la misma. Esas palabras las oí ya dos veces en once años y por eso terminó  la relación.." No te dejas domesticar , no te dejas domesticar....." palabras que están en mi cabeza y a veces rotan a mi alrededor. Y tengo que casi decirlo susurrando pero en cierta forma grito, "si no me dejo domesticar es porque no sabes como llevarme!", si queréis robots o muñecas hinchables, mujeres que están aburridas o simplemente sin personalidad, porque decidisteis tener esa responsabilidad? Hay muchas por ahí. Toda esta rabia que siento y frustración no la cargo contra nadie, sólo contra mi...me equivoqué. 


Y otra vez, esa coraza se vuelve a crear, puedo ver como las gotas de mercurio se vuelven a juntar, esas gotas que un día parecían manipulables por un momento, de nuevo se vuelven un rígido metal. 


Y vengo a este Palacio y siento que puedo escribir, sin contenerme... y así lo haré mientras me sienta como en casa.





esquinaoscura

esquinaoscura Nov 30 '15 · Calificar: 5 · Comentarios: 12
Duquexx




Siempre sonrío cuando descubro en el  cielo una nube solitaria moviéndose lentamente, como me ha pasado hoy de vuelta a casa. Elevo la mirada, la busco en ella y pronuncio su nombre, Laura. Y la siento tan cerca como aquel día que la conocí hace años. Poco antes de iniciar su largo  viaje le dije que cada vez que me mirase desde arriba, me vigilara para que no fuese demasiado travieso, y ella se puso a reír como una niña. Nunca la toqué, no me dio tiempo, nunca supe como era su rostro,  y en cambio no hay día que no sienta que me acompaña. Hace ya unos cuantos años la encontré en un chat de temática bdsm. Enseguida conectamos. Atractiva, muy coqueta, simpática, sensible, tan natural y con tantas ganas de comerse el mundo, y de disfrutar de la sumisa que sentía dentro de si. Hablamos tres veces, solo tres, compartiendo risas y posibles proyectos, antes de que me diera aquella mala noticia por teléfono. El destino a veces puede ser muy caprichoso y cruel. Pensé en huir, y no cargar con los problemas de una desconocida, pero no pude. ¿Por qué me eligió a mi? ¿Por qué se aferró a mí compañía teniendo  amigos cercanos?. Fueron tres meses intensos de hablar cada día, de risas a pesar de sus dolores, de confesiones, de lágrimas, de sentir como se apagaba poco a poco como una vela. Luché a su lado, a veces contra su pesimismo,  otras contra mí mismo. Aún recuerdo como si fuera ayer su despedida, apenas inaudible a la una de la madrugada, sabiendo que al día siguiente estaría dormida para siempre.  Cuanto dolor en una voz que se ahogaba y que carecía de fuerza, y cuanta valentía. Muchas veces me pregunté por qué razón me tocó a mí acompañar a aquella extraña que nunca llegué a conocer cara a cara. Alguien me dijo que nacemos a este mundo con un propósito, o encargo que descocemos. El mío tal vez fuera encontrarla en aquel canal de bdsm a las  doce de la noche , y acompañarla de la mano hasta el final. 


Si me preguntaran cuál ha sido la relación que más me ha marcado y enseñado de las iniciadas en una red de bdsm, diría sin dudarlo que fue esta. Y a continuación sonreiría. 


Gracias Laura por todo lo que me enseñaste. Y por formar parte de mí.

;)



Duquexx Jul 17 '15 · Calificar: 5 · Comentarios: 12
Sentidos

SU ALMA

 

Pensaba muchas veces en aquel hombre, era raro, porque apenas sabía nada de él, pero así era su realidad. Imaginaba cómo serían sus encuentros, como sería castigada, quizás penetrada a la fuerza, obligada a hacer todo aquello que le desagradaba para poder obtener el premio de todo lo que le encantaba. Una perniciosa curiosidad la invadía, deseaba escuchar nuevamente de sus labios aquella nueva y para ella ya aceptada palabra: educada. Se preguntaba, con impaciencia, como sonaría aquel vocablo sobre su delicada piel, en lugar de a través de un auricular.

 

A simple vista intuía un tipo duro, por lo menos más duro que los demás, tenía la extraña sensación de sentir el enfado pisoteando su mente con bruscas y seguras correcciones capaces, sin embargo, de serenar su pensamiento. Estaba segura de que iba a poder sentir el anhelo de una fuerza dominante capaz de reducirla a cenizas y, a la vez, ese cálido y dulce susurro en forma de suave caricia. Su fragilidad también necesitaba del sutil y preciso tacto de un abrazo, de unas manos seguras y firmes sobre su cuerpo ardiente y húmedo a la vez.


El corazón se aceleraba tan solo su pensamiento lo imaginaba con tal brutalidad que su sexo anticipaba, sin ningún pudor, flujos y deseos que estaba aprendiendo a contener, soportando esa agradable incertidumbre hasta que él decidiera que era tiempo de satisfacer sus ganas de amar. Impaciente, imaginaba que perversidades conocería, como sería todo aquello, a la vez que temía no saber estar a nivel de quien no aceptaba convencionalidad y retórica. A tiento, iba completamente a ciegas, con una negra venda cubriéndole los ojos, guiada por el instinto.


Su mente estaba aprendiendo el arte de retorcer el pensamiento, perdida en la angustia de no saber cuál sería el aspecto de aquel desconocido al que iba a entregar sus silencios más profundos. ¿Alto? ¿Bajo? ¿Delgado? ¿Obeso? ¿Guapo? ¿Feo? Daba igual, eso ya daba igual. Indagaba repasando, una y otra vez, aquellos textos cruzados por ambos, en conversaciones meticulosamente dosificadas, buscando desesperadamente aquellas palabras que le indicaran las pistas necesarias para esclarecer que pensamientos y actitudes se ocultaban tras aquella pantalla. Meditaba, a veces, en el dolor, en si sufriría y caso de sentir esas punzadas, en si podría soportarlo y en mucho más allá, en si obtendría placer en él y con él. Imaginaba escenas y situaciones en las que se veía arrodillada o tirada en el suelo, sobre una suave alfombra, obedeciendo las órdenes de quien, bajo un severo mando, le indicaba cuáles eran los gustos y caprichos que debía aprender a satisfacer. Iba a entregarlo todo, todo sin excepción, todo lo que le pidiera, mejor aún, todo lo que le mandara, sin límites, salvo los que él decidiera, sin quejas, sin concesiones. Iba a confiar. Dolor, humillación, ya le daba igual. Era entonces cuando una fría niebla de miedo invadía su mente, erizándole la piel, retorciendo su psique, sometiendo todo su ser hasta encogerlo en un manojo de nervios y placenteras sensaciones. Presa del pánico, en más de una ocasión, había deseado huir de aquellos pensamientos y de aquel lugar pero la exagerada humedad de su sexo la retenía allí, inmóvil, atónita, serena y tensa a la vez, excitada y acobardada al mismo tiempo, culpable y satisfecha, sintiendo lo inexplicable.

 

Iba a jugarse la vida porque sí, sin protección, sin saber, sin conocer, simplemente porque se lo había mandado. Lo más sorprendente es que, ella, sí ella, iba a hacerlo sin una sola pregunta, sin quejas, sin pensar en nada más que no fuesen los deseos de él.

 

La espera aún sería larga, un mes y medio todavía, cómo mínimo. Él le había dicho que quizás entonces su cuerpo estaría preparado y su mente sosegada, serena y en calma. Debería seguir contando los días, tachando números en el calendario, esperando y aprendiendo lo que él llamaba "la teórica". La impaciencia la carcomía, deseaba saber, probar, probarlo todo, también de él. Eso la asustaba ¿qué significaban aquellas palabras? Probarlo todo. Una entrega al todo sin preguntar, de eso se trataba. Era una entrega tangible y real, nunca sentida como un juego y eso mismo la elevaba a una nube de realidad de la cual sus pezones no conseguían descender. Sin embargo, seguía confiando.

 

Enrojecida, avergonzada, empujaba suavemente la puerta de la habitación y bajaba las persianas de las ventanas, pensando que alguien quizás pudiese verla tecleando sucias y lascivas palabras, o sintiendo como ella sentía. ¿En qué la convertiría todo aquello? Deseaba saberlo, deseaba sentirlo, deseaba serlo, por él y para él. Deseaba deseando deseo que sabía no debía desear y si contener, si quería sentir más. Se fiaba, no desearía, esperaría y aceptaría el ritmo que él decidiera. Y esa palabra le gustaba, esperar.

 

Quería avanzar, más, mucho más, rápido, muy rápido, pero él no se lo permitía, es más, se lo impedía. No sabía exactamente como deseaba que etiquetara su nick, no sabía... Impaciente, esperaba que se lo indicara, lo deseaba con prisas, pero él no atendía a sus peticiones. Quizás etiquetar un “a tus pies” o “tus deseos son mis obligaciones” o “tu puta”. ¡Dios como sonaba eso! Aunque puestos a sonar bien, “tu perra” sonaba mucho mejor. “Señor”, como le gustaría poder llamarlo así pero no podía, quizás más adelante él se lo permitiría. Le decía que tan solo la estaba conociendo y que no debía dirigirse a él de ese modo, por mucho que lo deseara, porque él no era lo que ella quería que fuese, todavía. Ni siquiera sabía si podía tratarlo de usted, tampoco estaba segura de que él prefiriera el “usted” al “tú”, así que seguiría tuteándolo. Quizás algún día, más adelante, todo fuese distinto, quizás... Como le gustaba aquella dosis de realidad, aquella seriedad e interés por educarla con responsabilidad y despertar en ella placeres que trascendían lo físico y se adentraban en lo espiritual y amoroso. ¿Qué clase de individuo era capaz de manejar sus sensaciones y deseos cual si fuesen marionetas? ¿Lo hacía él o simplemente la ayudaba a ella a manejarse mejor consigo misma? ¿Qué podía ofrecerle a cambio? ¿Cómo podía agradecérselo? ¡Una foto!

 

“No” fue la palabra que obtuvo como respuesta al preguntárselo. No quería una foto. ¿Por qué? Volvió a asustarse. ¿Si no quería una foto, que quería? Nadie la había tratado de aquel modo, con pequeñas dosis de desprecio y grandes dosis de atención y cariño. ¡Todos le pedían una foto! ¿Por qué él no la pedía? Es más, le negaba la posibilidad de mandársela. Nadie la había hecho sentir tan vulnerable, tan desnuda, tan desprotegida, tan sola consigo misma y a la vez tan satisfecha y feliz. Otro escalofrío tersó su piel cálida y gélida a la vez. ¿Si no deseaba ver su cuerpo, que deseaba? ¿Por qué mostraba tan poco interés por verla?

 

Mirando fijamente la pantalla, viéndose reflejada en ella, sintió otro vez el ruido atronador del silencio, en aquellas breves pausas que él le regalaba y que tan nerviosa y caliente la ponían. Poco a poco, acercó sus labios al monitor del ordenador, hasta posarlos suavemente en él. Mientras besaba la pantalla, sintió lo que quería él de ella: su alma.


A ella.





NOTA: Toda la documentación que aparecerá en este blog, tanto gráfica como escrita, es posible gracias a la generosidad de las personas que me la regalaron o mostraron, mientras era su Amo (y pareja la mayoría de veces) o incluso una vez había dejado de serlo. Mi compromiso y la palabra que di a esas personas fue que nunca una de mis publicaciones las perjudicaría o comprometería en nada. Asumí la responsabilidad y el compromiso de anonimizar todo el material tratado, susceptible de ser mostrado o publicado, exclusivamente a título informativo, literario, pedagógico, con finalidades creativas o a modo de ejemplos ilustrativos.

Sentidos Jul 14 '15 · Calificar: 5 · Comentarios: 11
jordi_Viciusgoat
me gusta compartir con tod@s mis imagenes , espero que os gusten i sois libres de dar vuestra opinion...salut i vici!!!!!
jordi_Viciusgoat Ago 3 '15 · Comentarios: 11
jessika

Lo cierto es que ella nunca fue amante del dolor. No lograba comprender el erotismo de ser azotada. Tan solo le parecían golpes... golpes que en ningún contexto podían resultarle placenteros. Hasta que Él le mostró cuan equivocada estaba, enseñándole como aprender a disfrutar con todo lo que a Él Le satisfacía. Y así era, pues adoraba ofrecerle ese dolor a su Señor, como Él gustase en cada momento, eso no importaba. Sentirse reclamada ya era una inmensa felicidad, y regalarle placer o dolor, la llenaba de plenitud.


No podía evitar esos nervios en el estomago cuando se postraba a Sus pies, ni esa humedad entre sus piernas... Tantas sensaciones recorriendo su ser! Solo el hecho de estar expuesta para Él ya le producía una gratificación absolutamente indescriptible. Incluso percibía la anticipación de su tacto, cuando aún ni siquiera la había tocado. Su cuerpo temblaba esperando el primer estallido del látigo, o la primera nalgada, o el primer fustazo... La incertidumbre la devoraba por dentro, y cuando por fin lo sentía en su carne, toda su piel se erizaba. Él cada vez la exigía más, poniendo a prueba su resistencia, su aguante, su entrega... Su capacidad de transformar el punzante dolor en la más suave caricia. 


Cuando los azotes se volvían más seguidos, y más intensos... Agarrotaba todo su cuerpo, apretando sus puños y concentrando sus sentidos. Sentía la fuerza de Su Dominio, Su control en cada pausa, y Su respiración, esa que encendía sus entrañas y que insaciable la hacía desear más. Sí, ese dolor se tornaba poco a poco en placer, sin saber como, pero cada vez disfrutaba más con aquello, ese quemazón que abrasaba su piel, le recordaba lo Suya que era. Siente su Amo, como una bruma que recorre todo el aire, comenzando a crecer en ella un hormigueo casi embriagador que colapsa, mente y cuerpo. 


Su mirada queda perdida en la nada, con la sensación de tener lo ojos en blanco, o no ser capaz de enfocar lo que ve. Ya no percibe dolor alguno, el ruido de los latigazos parece oírse cada vez más distante. Es un sonido que se va desvaneciendo, como si procediese desde dentro de una cerrada caja de cristal... una caja cada vez más, y más lejana. Su cuerpo va pasando de la tensión al relax más absoluto, con la contradictoria sensación de sentirse pesada, y a la vez flotando. Ya no hay gritos, tan solo un leve gemido con cada azote, un nimio jadeo ahogado en su garganta. Su mente está en otro lugar, su alma ha abandonado totalmente su cuerpo... Casi no ve, casi no oye... no es capaz de articular palabra... ni siquiera es consciente de su boca abierta y su saliva goteando. 


Está sumida en un mundo irreal, donde Él es un demonio arrastrándola a profundidades desconocidas... Un ángel capaz de hacerla acariciar las nubes... Un Amo que dominando su mente y poseyendo su carne... Alimenta su hambrienta alma sumisa. 




jessika


jessika Oct 19 '15 · Calificar: 5 · Comentarios: 11
esquinaoscura
Como no se me dan muy bien las presentaciones, lo haré de la única forma que se, hablar sobre uno mismo no es fácil y cada uno nos vemos diferentes a los ojos de los demás, es curioso que esto pase pero es así. Como alguien sabiamente dijo un día, "Yo soy yo y mis circunstancias".


Llevo ya once años sumergida en lo que llamaríamos mi despertar, aunque este sentimiento lo llevo desde la infancia, es cierto que llega un día que un acto inesperado, un momento fortuito,  te hace ver que no eres la única que piensa igual que tú, siente igual que tú, no eras rara en tu forma de sentir y sientes tanto alivio que tienes ganas de llorar aunque sólo puedes respirar profundamente. Es la primera vez que creo que pude coger aire de verdad y soltarlo, sabiendo que por fin podía respirar de verdad, fue intenso casi puedo decir que el tiempo se detuvo.



A veces pienso que mi entrega es demasiado intensa y que debería tomármelo de otra forma, viendo como otras personas se toman esto. Pero yo no puedo porque entonces no sería yo, respeto cada una de las maneras que cada uno vive estas relaciones porque hay tantas formas y de diferentes maneras y cada uno tiene sus necesidades. 


No concibo poder tener una pareja vainilla, de hecho tuve que dejarla debido a esto, porque para mi sería un engaño y nadie se merece eso. Decidí proseguir mi camino, siempre levantándome y aprendiendo más sobre mi. En estos años he podido tocar el cielo con las yemas de mis dedos porque fui suya... todo tiene un principio y un final.

 Tengo un carácter muy fuerte, siempre lo he tenido, de hecho si cualquiera de mis amistades supieran algo de esto me dirían "Tú? sumisa? " y se reirían... 

Siempre he dicho algo que  muchos "Dominantes" y sí lo pongo entre comillas a propósito, para mi la sumisión es el placer de sucumbir a los deseos de esa otra persona,  "Sucumbir" esa palabra donde no te deja escapatoria, deseas hacerlo, quieres hacerlo, puede contigo...


He tenido que alejarme en varias ocasiones del bdsm por la frustración, de no encontrar a esa persona, a ese cómplice. Pero de nuevo volvía porque está en mi y no podía estar alejada de gente que compartía ese mismo sentimiento, era imposible.  Ahora ya no siento esa frustración porque ya no busco ni espero nada, soy feliz por el mero hecho de saber como soy y por eso sonrío por dentro. 


Y sé que si algún día aparece, simplemente lo sabré, porque lo sentiré... mientras tanto sigo en esa esquina oscura pero sin parar de subir esas escaleras, sola pero segura ( aunque a veces note ese cansancio, nunca decaigo).


esquinaoscura


















 



esquinaoscura Nov 22 '15 · Calificar: 5 · Comentarios: 11
Dugan


"Que veinte años no es nada" dice el tango de Gardel y reza e título de la novela de Marta Rivera de la Cruz. Pues bien, no estoy de acuerdo en absoluto. En este tiempo, gota a gota, paso a paso, ha ido moldeándome a Su voluntad, como un mágico paseo (a veces maravillosamente agreste), sin prisa pero sin pausa. Con Su absoluta determinación.


Usted, Amo, se metió bajo mi piel tan profundamente que, después de tanto tiempo, sigo esperando ansiosa (con miles, millones, de mariposas revoloteando en mi estómago) el reencuentro tras las obligaciones diarias.


Sueño despierta con EL MOMENTO, ese en el que caigo postrada ante Usted, temblorosa e impaciente (prometo mejorar mi paciencia), con las palmas de mis manos hacia arriba y mi mirada clavada en el suelo, esperando (¡Qué difícil reto!) sus órdenes y guardando mi voluntad en el fondo de un armario. Muriendo por Su permiso para mirarle, tocarle, hablarle... Es ahí, en EL MOMENTO, cuando mi alma conecta absolutamente con la Suya y mi corazón late al ritmo que Usted impone. Ahí, en EL MOMENTO, abandono mi cuerpo para volar con Usted, mi Señor. Mi mayor sueño es continuar ese "paseo aéreo" durante toda la vida.


Eternamente Suya, 


anya

Dugan Sep 16 '15 · Calificar: 5 · Comentarios: 11
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