Sufrir es una constate de la vida, dicen que es lo que te ayuda a percibir y disfrutar de los momentos felices, pero hay dias como hoy en que me pregunto si realmente es así.
Hoy es uno de esos dias negros del calendario. Hoy se me ha apagado una de esas lucecitas de mi firmamento. Hoy el sufrimiento por una relación muerta o por las dificultades que la vida haya puesto en mi camino, no son nada.
Hoy añoro a las personas que me ofrecen hombros en los que recostar la cabeza y caricias con las que secar mis lágrimas. hoy quisiera recuperar a mi lucecita brilante que se me apagó sin ruido, que se despidió sin decir que no regresaría.
Siempre serás mi SEÑOR PRESIDENTE, siempre mi luz amable y la sonrisa franca, el cinico pillo que me sacaba de mis casillas y consiguió que comiese chocolate.
Te echare siempre de menos cuando pierda el Barça, ya no volveré a disfrutarlo porque no estarás para hacerte rabiar.
Siempre en mi alma Sr. Presidente, siempre en mi corazón.
Todo el que este en torno al BDSM sabe el significado del collar dentro de este mundo. Sabe que es el símbolo de la entrega de un/a sumiso/a a su AMO/A.
No se nos olvide que ese símbolo, ya sea físico o virtual, sella de una forma el vinculo D/s que se crea entre la parte Dominante y la parte sumisa. No voy a repetir lo que ya se ha dicho y escrito de lo que conlleva e implica un collar dentro de este tipo de relaciones, implica responsabilidad y compromiso por ambas partes y conlleva esfuerzo y trabajo para obtenerlo y para conservarlo, porque a mi modo de ver, no vale sólo con conseguirlo, sino que se tiene que conservar una vez que ya se tiene y eso, a mis ojos, es lo complicado.
Llamarme inocente o idealista, llamarme incluso ciega pero no me puedo creer que alguien este dispuesto a imponer o dar y, por otro lado, aceptar y llevar unas iniciales que no se hayan ganado. No hablo simplemente de ir creciendo a nivel físico, no hablo de ser la más sucia, la más zorra de las sumisas o la que sea capaz de aguantar una tremenda azotaina por parte de su AMO. ¿Porque de que sirve eso si no se siente? ¿De que sirve si no lo interiorizamos como parte de nosotros, de lo que somos?
Para mi y a mi modo de ver, el ser merecedor/a de las iniciales de un AMO/A es el trabajo de interiorizar el sentimiento de propiedad hacia Él/ Ella. Puede que no todo el mundo lo vea y lo sienta de ese modo, pero es como yo lo siento y como lo sigo sintiendo. Para mí, las iniciales de mi AMO no son un adorno que llevo al final de mi nick, son mucho más, son una marca que llevaba dentro de mí incluso antes de ser visibles a todo el mundo. Es más, y sin que con esto se crea que no este orgullosa de ser portadora de ellas ni que las menosprecie, pero si no las llevara, no cambiaría nada en mí, no sería diferente, por eso soy de la opinión de que las marcas de propiedad de un sumiso primero se deben de llevar de forma que no sean visible a los demás y eso es algo que requiere tiempo y paciencia.
Con esto no quiero decir que mi punto de vista sea la acertada, ni que sea la válida, haya cada cual lo que desea conseguir cuando inicia una relación D/s pero lo que si que da cierta tristeza es que no se valore como se debe algo que implique tanto por parte de ambos roles.
siomara_{AK}
Mi dolor te pertenece.
Eso es lo que una amiga Dómina me dijo ayer. ¿Sabes lo que estás diciendo, Darling? me dijo cuando le dije que quería devolverte el collar para cerrar el círculo…. No estás preparada para devolvérselo. El círculo no se va a cerrar. ¿Te vas a sentir mejor devolviéndoselo?
Será un recuerdo menos, le dije.
Te duele. No se lo puedes devolver, porque sigues siendo de Él.
Él me ha dejado sola, no soy suya.
Mi niña, es tu mente…Mira el collar y recuerda los buenos momentos, me dijo.
No, eso duele y no me sienta bien. Me hace sentir triste, y no me gusta sentirme triste, fue mi respuesta.
Entonces ella me dijo, ¿no lo entiendes, verdad? Tu dolor le pertenece. Por eso no puedes devolverle el collar. Solo podrás devolvérselo cuando no sientas NADA. Cuando no te importe lo que le pase. Deberías hacerle saber de tu dolor. Es suyo.
Le dije que no lo haría, le solté todo el rollo que me he repetido una y mil veces a mí misma en estos días: que no está bien, que debemos seguir con nuestras vidas, que estábamos destinados a no ser, y todas esas cosas…Pero, ¿sabes qué me dijo? Me dijo: “A la mierda el orgullo, que al final sólo es eso, orgullo y temor de que te vean débil”.
Y tiene razón.
Él aún es dueño de una parte de tu vida y tiene derecho a saberlo.
Así que aquí me tienes, escribiéndote aun sabiendo que quizá no me leerás, y diciéndote que lo que es tuyo es tuyo. Y sólo quiero que sepas que mi dolor, el dolor que me provoca tu ausencia y mis ilusiones perdidas, también lo es.
Siempre supe que llegaría Diciembre…
“Le solté la mano y le abrí la puerta. Se fue, pero no la he olvidado. Aprendí que hay amores que se dejan ir pero no se van…aunque se vayan” (Jhorman Acosta).
Ángel caido (esclava):
En otros tiempos ángel te llamaron,
Joven ninfa, hada de dulce rostro.
Al bajar del cielo las alas te arrancaron
para alimentar su oscuridad sediente de almas,
pero su hambre és mayor y su sed insaciable.
Con cada lágrima, con cada último aliento,
despacio, tu alma fueron vaciando, lento...
Y al terminar, te llenaron de cristales rotos.
Ya no canta el viento, ya no ríe la mar,
los pájaros mudecieron y el río dejó de llorar,
porque no estaba la niña que les hacia brillar.
Mientras, al otro lado del cristal, mujer estatua.
Veo como besan el suelo las rodillas,
que aposentan tus manos vacías, me esperas.
Ella estaba sentada en la mesa del escritorio. Llevaba puesto solamente una camisa fina de dormir y unas braguitas negras. Estaba allí tan tranquila con su portátil cuando Él entró, ni se le oyó. Como un león se acercó hacia ella sin ser detectado, y sin más le mordió en el cuello.
- Jajaja - Rió ella felizmente. Él la holió, pasando su nariz por detrás de su oreja y su cuello, como respuesta ella sonrió sin dejar lo que estaba haciendo.
- Te deseo ahora. ¿Me obedecerás o te tomaré a la fuerza? - Le dijo ella serio y sin duda alguna, sabiendo cuál sería su respuesta antes si quiera de ejecutar la pregunta, pues no era más que un puro trámite.
- jajajajajajaja - Volvió a reirse, con fuerza, una larga carcajada...
- Excelente elección.
- Jajajajajjajajajaja - Su risa seguía...
Él vestía uno de sus trajes: camisa fina, americana, chaqueta, pantalones, zapatos, cinturón de cuero. Todo era negro, menos su blanca camisa. Cogió el ordenador portátil que estaba usando ella, lo plegó, y lo guardó en un cajón del escritorio.
- Ehhh aún no me lo quite señor...- Le debatió a Él levantándose de la silla, al hacerlo vió como vestía , recordando cuanto le gustaban sus trajes, y quedando distraída por unas décimas de segundo. Antes de terminar la frase Él ya había metido el electrónico dentro del cajón, y ella quedó frente su rostro viendo como una mano se le ponía en su cuello, no rió.
La tomó por el cuello sin decir nada, con un gesto rápido, con la otra mano la tomó por la cintura y le dió la vuelta, empotrándola contra la mesa. Sin verle la cara, Él ya sabía que ella sonreía de satisfacción.
El pecho de ella estaba contra la mesa, sus manos detrás, a su espalda sus muñecas juntas sujetas por la firme mano que deseaba. Mientras la sujetaba con una mano, con la otra se desabrochaba la corbata con prisa para atarle las manos.
Con las manos de ella atadas y contra la mesa, Él se quitó su cinturón de cuero y, lo dobló entre su mano y le bajó las bragas y se las guardó en un bolsilló del pantalón. "Zaas". "Ah" susurró suavemente ella.
- No contarás. - Le dijo mientras le daba otro azote "Zaas". - Porque no es un castigo, sinó mi deseo. - "Zaas".
Los azotes empezaaron a caeerle encima de su culo de piel suave, el blanco empezo a enrojecer con cada azote. "Ahh" era lo máximo que ella diría.
Cuando el culo estaba bien rojo y caliente, justo como Él quería, su cinturón se detubo, se inclinó acercando su boca al culito rojo.
- Ahhh - Dijo ella cuando le mordió el su adolorido trasero.
- Mucho mejor... - Dijo Él con tono orgulloso, no de si mismo, sinó de ella.
Los dientes se clavaron en la castigada piel, tivaron y soltaron, los labios del Señor se pusieron en la piel, besándole la nalga, abriendo la boca y acariciando las heridas con su lengua.
- Mmm... - distintos placeres se empezaban a mezclar en su cuerpo.
De su americana sacó otra corbata para vendarle los ojos, antes subió a la mesa, delante de ella, su maletín, al verlo ella tragó saliva. Le sacó la corbata de las manos, la guardó y le puso unas esposas manteniendo las manos detrás, eran unas esposas robustas, le quedaron muy apretadas. En el cambio de la corbata por las esposas aprovechó para quitarle el camisón, dejándola completamente desnuda. Una vez amanillada y con los ojos vendados le puso las bragas en la boca. Ella no las escupiría, sabía que si caían usaría cinta americana, algo que detestaba.
La cogió con una mano del pelo y otra del cuello, apartándola del escritorio y la puso estirada en el suelo, apoyó su rodilla en ella, mientras le ató los pies juntos y pasó una cadena de los pies a las manos, dejándola inmóvil e indefensa. La puso de lado y empezó a tirar de su pezón derecho, le encataba, su teta derecha siempre recibía más atenciones, tenía algo que le gustaba mas. La mordisqueó y jugó con su lengua, mientras ella se iba excitando en silencio. Unos minutos después sacó una pinza metálica, de esas fuertes y se la puso en ese pezón. Le dió la vuelta a la sumisa, empezó a pellizcarle el pezón izquierdo, a lamerlo y mordisquearlo mientras con la otra mano tomaba la teta derecha. Su polla estaba dura, pero esperaría un poco más, pues se estaba divirtiendo. Finalmente el pezón izquierdo acabo también con una de esas fastidiosas pinzas. Con sus brazos la acompaño con extrema delicadez a tumbrase boca arriba, estaba colaborando así que sería delicado.
Se apartó de ella y la obserbó, indefensa y tumbada en el suelo, a su merced, ahora mismo le podría hacer lo que Él quisiera...
Empezó a sonar música, de tono oscuro, grave, sin voz, era un tanto tortuosa. Poco después, y sin previo aviso la primera gota de cera roja se le cayó encima de su pecho derecho, y la sucedieron gotas, y más de roja y caliente cera. Le dolía, pero no podía gritar, entonces Él le liberó la vista, se acercó y acariciándola le beso en la mejilla. Le quitó las pinzas y volvió con la cera, gota a gota, mientras un pie se coló entre sus muslos y empezó a jugar con su coño. Cuanto más cera le caía mas cera le caía, más empeño ponía Él masturbandola con su pie. La cera paró de caer y una oja fría, un cuchillo le rozó la piel, separando su piel de la cera, ahora era una rodilla que le frotaba el coño. Distintas sensaciones se mezclaban en ella, lo que mas deseaba era sentirle dentro suyo, que se la follara como más le apeteciera.
Ya sin cera, se sentó al lado de ella, y empezó a masajearle el coño con sus dedos, sin penetrar ni siquiera abrirle los labios, ella ya estaba ardiendo, lista para ser penetrada pero la tortura era tan deliciosa. Finalmente le abrió el coño con sus dedos buscando el húmedo agujero, pero no la penetró solo le lubricó el clítoris, su dedo froto y froto el clítoris y ella se derretía, no paraba, lo giraba, apretaba, lo movia con fuerza...Ella le miraba, quería correrse pero tenía permiso, entoces paró. Se levantó Él, le quitó la cadena y le desató los pies, la hizo moverse y quedarse arrodillada delante de Él. Sacó su polla dura, apresada en el pantalón y la acercó a su boca, ella encantada abrió la boca y la polla entró. La cogió del pelo empezó a mover la cadera, la boca estaba húmeda y caliente, y su polla entraba y salía, la dejaba un rato hasta lo más hondo, la sacaba y la volvía a meter, con fuerza, follándole la boca, cada vez con más fuerza, su polla dura dentro de la boca de la sumisa.
- Ahora toma mi leche perra... - Le dijo mientras la seguía embistiendo, y de su miembro salió el semen a presión, ella se lo tragó todo, contenta, y mojada, que cachonda se había puesto.
Se abrochó los pantalones y la liberó, tenía las muñecas con marcas, adoloridas. Él las beso, la miró y le sonrió, volvió a mirar las muñecas de la sumisa y le dio un buen masaje a cada una.
- Mi señor, le pido permiso para correrme. - Se había quedado mojadísima y le pidió permiso como buena perrita.
- Ni se te ocurra tocarte. Recuerda, si te ríes, no te corres...
Se puede jugar a esto, no se puede negar.
Se puede ser Dominante o sumisa unas horas, un día, meses o toda una vida. Pero quienes lo sentimos en nuestra esencia vivimos serlo como nuestro verdadero yo, es nuestra realidad, nuestra identidad.
Tenemos momentos sociales, necesarios sin duda y que también nos enriquecen como personas. Momentos en los que quizá tengamos que actuar de una forma diferente a la que nos gusta en nuestra intimidad BDSM, pero que no alteran para nada el sentimiento de ser poseído o dueño de alguien a quien adoramos o sometemos.
En mi caso no juego a ser sumisa, lo soy, adoro a mi Señor, no juego a adorarlo.
Saludos
Tengo la gran fortuna de haber encontrado la persona adecuada para vivir esta experiencia, nada fácil, pero con muchas satisfacciones.
Este tipo de relaciones suelen durar poco puesto que son muy pasionales y la pasión es un impulso muy intenso que lo mismo que aparece como un relámpago que nos ciega, se termina sin que nos demos cuenta, y todo puede quedar en algo descafeinado, que nada tiene que ver con el principio. He leído en algunos artículos y estudios, que la pasión en una pareja dura unos cuatro años. Yo no he tenido las suficientes experiencias personales para saber el tiempo de caducidad, y supongo que habrá mucho factores que lo determinen.
En mi caso, sí que veo una evolución en cuanto a la pasión que me une a mi Dueño, pero yo diría que más bien positiva. Sigue habiendo pasión, más sosegada, pero aún alimentada con algunos episodios que la despiertan. Signos de alerta que siempre hay que tener en cuenta. Se ha ganado en confianza, lo cual lleva su tiempo. La confianza al principio es más una cuestión de fe. Ahora es el resultado de un conocimiento mutuo. Esa confianza me hace además pisar más segura, aún con la inseguridad que me caracteriza. El desasosiego cada vez que había alguna incertidumbre, ha pasado a ser una espera más tranquila, una racionalidad que desde el principio mi Amo me ha intentado inculcar y que gracias a la confianza, he podido alcanzar con cierto éxito.
Tengo la inmensa suerte de poder decir que he alcanzado el nivel de felicidad que buscaba, sin esperarlo, mi Amo apareció en mi vida, y algo sobrenatural me dijo que no podía dejarlo pasar. He luchado por mantener mi relación con Él, que no ha sido nada fácil, muchas dificultades hemos tenido que superar, pero ahora, mirando atrás, no me arrepiento en absoluto. Él me ha hecho crecer como persona, me ha enseñado el camino que me hace feliz y que quiero continuar a Su lado, creciendo para Él y para mi propia satisfacción.
La libertad de poder elegir este tipo de vida, la de la sumisión hacia el Ser que idolatramos, admiramos, deseamos, que nos completa como personas, al que nos entregamos completamente y al que agradecemos inmensamente sus caricias, castigos, atenciones, órdenes...todo, hasta sus miradas reprobatorias, son señal de que nuestro Amo está pendiente de nosotras.
Mi Dueño considera que no es severo, pero sí lo es, y tiene mucha paciencia con esta sumisa que a veces no llega al nivel adecuado. Yo soy muy imperfecta, pero sé cual es el camino que quiero seguir y al lado de mi Maestro llegaré. Quiero ser su creación y que esté orgulloso de mí algún día. De tener una sumisa entregada y que no tenga más voluntad que la de servir a su Dueño. Ahora ya me siento así, pero me queda poder transmitirlo y parecerlo. No es solo lo que yo sienta, también tengo que demostrarlo con mis actos a cada momento.
Este texto ha sido más para mí que para los demás; no sé si a alguien le han podido servir de algo mis palabras. En todo caso, son cosas que me gusta compartir, sacar mi júbilo afuera, y si alguien se encuentra identificado me gustaría poder hablar sobre el tema. Parece que solo podría apasionar hablar de ello a quién lo sienta como yo. Igual que cuando uno tiene un pesar interior y la terapia es sacarlo fuera, mi felicidad es tan grande que desborda. Según mi Amo todo lo desproporciono, pero quizás sea algo intrínseco a las sumisas, y por eso sentimos con tanta intensidad.
Cuenta una leyenda oriental que las personas destinadas a conocerse tienen un hilo rojo atado en sus dedos.Este hilo nunca desaparece y permanece constantemente atado, a pesar del tiempo y la distancia. No importa lo que tardes en conocer a esa persona, ni importa el tiempo que pases sin verla, ni siquiera importa si vives en la otra punta del mundo: el hilo se estirará hasta el infinito pero nunca se romperá.
Este hilo lleva contigo desde tu nacimiento y te acompañará, tensado en mayor o menor medida, más o menos enredado, a lo largo de toda tu vida. Así es que, el Abuelo de la Luna, cada noche sale a conocer a los recién nacidos y a atarles un hilo rojo a su dedo, un hilo que decidirá su futuro, un hilo que guiará estas almas para que nunca se pierdan…La leyenda versa así:
"Hace mucho mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa, quien tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mandó traer ante su presencia. Cuando la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa. La bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevó hasta un mercado, en donde una pobre campesina con una bebé en los brazos ofrecía sus productos. Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie. Hizo que el joven emperador se acercara y le dijo: «Aquí termina tu hilo», pero al escuchar esto el emperador enfureció, creyendo que era una burla de la bruja, empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña bebé en brazos y la hizo caer, haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente, ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.
Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda. Y en el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entró al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente… Al levantárselo, vio que ese hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente."
Esta leyenda está tan arraigada en las culturas orientales que millones de personas llevan unidas a ellas un hilo rojo verdadero. Aunque no hay claridad sobre si el origen es chino o japonés, se dice que la leyenda comenzó al conocer que la arteria ulnar conecta el dedo meñique (otras fuentes hablan delanular, lo que tiene más tradición en nuestra cultura) con el corazón, fuente de vida y eternamente concebido como el hogar del amor…
Un hilo rojo al que no podremos imponer nuestros caprichos ni nuestra ignorancia, un hilo rojo que no podremos romper ni deshilachar. Un hilo rojo directo al corazón, que conecta a los amores eternos, a los profundos, esos que simbolizan el antes y por los que no hay después. El amor de una madre, de un padre, de un hermano, de un niño, de un amigo, de un hombre o de una mujer… Un hilo rojo que simboliza el amor y el interés común… Cada uno que lo interprete como quiera pero lo que está claro es que, en ocasiones, las casualidades son tan fuertes que no dejan lugar a dudas… Almas gemelas se llaman, corazones entrelazados con una o varias eternidades por vivir…
Fuente:La leyenda del hilo rojoCuenta una leyenda oriental que las personas destinadas a conocerse tienen un hilo rojo atado en sus dedos.Este hilo nunca desaparece y permanece constantemente atado, a pesar del tiempo y la distancia. No importa lo que tardes en conocer a esa persona, ni importa el tiempo que pases sin verla, ni siquiera importa si vives en la otra punta del mundo: el hilo se estirará hasta el infinito pero nunca se romperá.
Este hilo lleva contigo desde tu nacimiento y te acompañará, tensado en mayor o menor medida, más o menos enredado, a lo largo de toda tu vida. Así es que, el Abuelo de la Luna, cada noche sale a conocer a los recién nacidos y a atarles un hilo rojo a su dedo, un hilo que decidirá su futuro, un hilo que guiará estas almas para que nunca se pierdan…La leyenda versa así:
"Hace mucho mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa, quien tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mandó traer ante su presencia. Cuando la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa. La bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevó hasta un mercado, en donde una pobre campesina con una bebé en los brazos ofrecía sus productos. Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie. Hizo que el joven emperador se acercara y le dijo: «Aquí termina tu hilo», pero al escuchar esto el emperador enfureció, creyendo que era una burla de la bruja, empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña bebé en brazos y la hizo caer, haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente, ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.
Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda. Y en el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entró al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente… Al levantárselo, vio que ese hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente."
Esta leyenda está tan arraigada en las culturas orientales que millones de personas llevan unidas a ellas un hilo rojo verdadero. Aunque no hay claridad sobre si el origen es chino o japonés, se dice que la leyenda comenzó al conocer que la arteria ulnar conecta el dedo meñique (otras fuentes hablan delanular, lo que tiene más tradición en nuestra cultura) con el corazón, fuente de vida y eternamente concebido como el hogar del amor…
Un hilo rojo al que no podremos imponer nuestros caprichos ni nuestra ignorancia, un hilo rojo que no podremos romper ni deshilachar. Un hilo rojo directo al corazón, que conecta a los amores eternos, a los profundos, esos que simbolizan el antes y por los que no hay después. El amor de una madre, de un padre, de un hermano, de un niño, de un amigo, de un hombre o de una mujer… Un hilo rojo que simboliza el amor y el interés común… Cada uno que lo interprete como quiera pero lo que está claro es que, en ocasiones, las casualidades son tan fuertes que no dejan lugar a dudas… Almas gemelas se llaman, corazones entrelazados con una o varias eternidades por vivir…
Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/la-leyenda-del-hilo-rojo/