Ángel caido (esclava):
En otros tiempos ángel te llamaron,
Joven ninfa, hada de dulce rostro.
Al bajar del cielo las alas te arrancaron
para alimentar su oscuridad sediente de almas,
pero su hambre és mayor y su sed insaciable.
Con cada lágrima, con cada último aliento,
despacio, tu alma fueron vaciando, lento...
Y al terminar, te llenaron de cristales rotos.
Ya no canta el viento, ya no ríe la mar,
los pájaros mudecieron y el río dejó de llorar,
porque no estaba la niña que les hacia brillar.
Mientras, al otro lado del cristal, mujer estatua.
Veo como besan el suelo las rodillas,
que aposentan tus manos vacías, me esperas.
El Muro