Mas allá de la moral, más allá de los sentimientos, donde murieron los héroes, por sus propios demonios. Donde habita la soledad, donde se aprisiona el mas oscuro placer. De allí surge mi revolución, la que va tirando cada ladrillo de mi moral, matando uno a uno los ángeles que habitan en mí. Con un único deseo: encontrarte y hacerte mía.
Hallarte no me dejas, y con cada sombra ilusoria, con cada silueta esfumándose, crece el fuego en mi, el que mueve mi cuerpo cuando caigo, el que me da aliento cuando me quedo sin, el que me da fuerzas para seguir andando. Porque tenerte lo es todo para mi, y para ello debo hallarte. Romper la puerta de cada celda hasta encontrar la tuya.
Cuando te halle mi fuego con fuerza agitará los barrotes de tu celda, de tu jaula, hasta doblarlos. Seguiré el latido de tu corazón para no perderme en laberinto, donde será el Minotauro quien te salve, pues ya no quedan héroes. Sacándote de tu cárcel, del laberinto en el que ni ya recuerdas como entraste, el que ni yo sé como entraré...
El último barrote por mis manos, doblado por la bestia liberada de mi interior. Te sacaré a brazos, siguiendo los agujeros que he hecho al entrar, pero libre no serás, ahora serás mía. Mis manos serán el collar que tu cuello luzca, mis deseos el camino que andarás, mi voluntad la cadena que nuestras almas una. Bestia, dueño, protector, y mucho mas...
Ángel caido (esclava):
En otros tiempos ángel te llamaron,
Joven ninfa, hada de dulce rostro.
Al bajar del cielo las alas te arrancaron
para alimentar su oscuridad sediente de almas,
pero su hambre és mayor y su sed insaciable.
Con cada lágrima, con cada último aliento,
despacio, tu alma fueron vaciando, lento...
Y al terminar, te llenaron de cristales rotos.
Ya no canta el viento, ya no ríe la mar,
los pájaros mudecieron y el río dejó de llorar,
porque no estaba la niña que les hacia brillar.
Mientras, al otro lado del cristal, mujer estatua.
Veo como besan el suelo las rodillas,
que aposentan tus manos vacías, me esperas.
Socialmente el sadismo no está bien visto, al menos actualmente y de una forma un tanto hipócrita. Eso me ha llevado durante años a reprimirme, disimular, incluso a mentir o hacer el hipócrita en algunas ocasiones (mas de las que hubiera querido) a quedar como un loco o alguien peligroso. Pero veamos mi carita, si tengo cara de ángel, soy un pedazo de pan, pero en un breve instante esa carita se transforma con una larga sonrisa y una profunda mirada cobrando forma de perversión. Que lo provoca? El placer, el placer que obtiene "una parte de mi" cuando la cojo del cuello y estampo contra la pared acariciando so rostro con un cuchillo, viendo el miedo en ello. Placer, cuando a base de azotes le saco un grito, o tirando con fuerza de las pinzas que cuelgan de ella, mil formas hay de convertir esa carita de santo en la que hay en mi perfil (con una sonrisa mas larga aun), como si se unieran la mirada de Annibal Lecter y la sonrisa del Jocker. Y solo basta una cosa, dolor, no cualquier dolor, obviamente si veo gente muriendo por la tele soy el primero en cabrearme; me refiero a aquel dolor excitante. Creo que incluso para mi mismo es aun difícil de contarlo, decirlo o expresarlo. Sencillamente es una respuesta en forma de placer que me da "mi mente", al igual que mi miembro se pone eréctil con un cuerpo femenino de mi agrado, lo hace con el dolor. Sonrío de forma satisfactoria mientras ella tiembla (el causar miedo es una de mis debilidades), me caliento con sus gritos y con su rostro, me orgullezco y "alegro" al revisar las marcas. Pero creo, y me estoy dando cuenta mas a medida que escribo, que aun falta conocer mejor esa parte, conozco bastante bien la dominación, pero este placer, quizás me falte explorarlo mas, e incluso conocer los limites, pues creo que aun estoy lejos.
Al final me doy cuenta que la moral, que mi mente, que mi control frenan ese sadismo, no valoraré si esto es bueno o malo, sencillamente pasa, y seguramente sea por eso que aun no conozco su limite, ni de cerca. Pero, por ejemplo hacer cortes, llegar a hacer sangre, si eso me gustara, me excitara, sería eso bueno de pornerlo en práctica (siempre bajo concenso mutuo)? Yo siempre he dicho que no, con mi propia moral me freno, y al final el control toma mas participación, tanto en las sesiones como en la forma de ver el bdsm... Y con dudas termino este post, quería hablar sobre el placer, mi placer, el que proboca esa temible sonrisa despiadada, y he acabado destapando dilemas. Sin querer encontrarlas, he hallado preguntas.
Mi memoria me trajo a aquellos recuerdos de hace años, cuando era scout (escolta en catalán) y nos encontrábamos ríos de fresca agua en el Pirineo, donde nos bañábamos. Eramos jóvenes, y por lo tanto atolondrados e impacientes, seguramente por eso entrábamos todos corriendo la fresca agua, la cual pasó de cristalina a marrón, normal con tantos pies agitando la agua con la propia tierra del río. Cuando eso pasaba debías esperar quieto un rato a que la tierra se aposentara, volviendo a su sitio, para poder ver de forma clara el agua del río. Entonces, poco a poco, despacio ibas conociendo sus rincones, donde había piedras, la parte más profunda, sus peces, incluso si había alguna culebra. Llegar a conocer completamente el río, cada uno de sus rincones, como crecía durante las llubias, como es reducía durante las sequías, sus afluentes, donde termina y donde empieza... Eso llevaba tan tiempo que era prácticamente imposible, y la mayoría de veces salías del río conociendo solo una chiquitina parte de él, sin llegar a conocer su profundidad. Y creo, que en gran parte eso es lo que sucede conociendo a alguien.
No digo que seamos ríos, no exactamente, sino que conocernos es como conocer al río. Cuando conocemos por primera vez a alguien y decidimos hablar y hablar, y nos gusta y seguimos hablando entramos en el río. Hemos tenido la primera impresión que es el color del agua desde fuera, la temperatura incluso el sabor si la probamos. Luego entramos en ella, pero debemos esperar una vez dentro para poder empezar a ver en su interior. A veces hay personas que llevamos años conociendo y de vez en cuando descubrimos o hacen algo que nos sorprende, y nos damos cuenta que aun no conocemos del todo a esa persona.
En la actualidad, para conocer a mas personas, sobretodo mujeres. Todos sabemos que si vas a un local siempre hay mas hombres que mujeres, y no tengo ningún problema en debatirlo. Entonces para conocer a mujeres del rol deseado y también para aprender, etc. se usán mucho y cada vez más las redes sociales. Donde conocer a alguien es aun más difícil, ya ya no es solo bañarse en el río y esperar que reposen sus aguas, sinó que además se hace con los ojos cerrados Así que cuando conozcáis a alguien, o alguien que lleváis tiempo conociendo os sorprenda acordaos del río. Pero sobretodo, si halláis un río que el sonido de sus aguas corriendo os relaje, sus fresca agua os revitalice, su simple presencia os conforte y además bañarse en él sea todo un placer; cuando esto pase PACIENCIA. No te salgas de él a la primera piedra o culebra, ten paciencia, despacio y poco a poco lo irás conociendo, hasta que un día lo conozcas quizás mejor que él mismo...
P.D.: Todos sabemos que las culebras de río no son venenosas ;)
A menudo se habla de la necesidad de la sumisa, la cual se hace aun más grande cuando ella queda sola, sin la mano de su Amo, quien ahora a lo mejor ya tiene a otra... pensará ella. Y lo que quiero hablar ahora es sobre la necesidad como dominante de ser Amo, y como nos podemos sentir cuando se termina la relación d/s.
Una persona dominante, al igual que una sumisa, sabe que lo es por esa necesidad que siente en su interior desde "siempre". A veces solo falta ubicar-la, escucharla, comprender y hacerlo forma parte de conocerse, no solo como dominante sinó como persona. Comprendí bien esta necesidad hace dos años, cuando abrí la caja de Tayel, despertando-la con fuerza, a la vez que sintiéndome completo y en paz al alimentarla. Y es lo normal cuando tienes tu sumisa, sacias la necesidad, es alimentada y al serlo te sientes lleno, no solo como Amo, también como persona. Pero las relaciones entre personas no siempre son fáciles, además de los factores externos y por lo tanto las relaciones terminan, y aihhh cuando esto pasa... Y aquí quería llegar, a la necesidad del dominante, la real, la que te aprieta cuando no tienes tu valioso tesoro.
La relación termina y te quedas sin tu sumisa, no tiene porque ser así pero hablaré de esta posibilidad. Entonces, un vacio enorme queda en tí, proporcional a la profundidad y a la entrega de la relación, como mayor entrega y control mayor será el agujero. Los días pasan lenta y pesadamente, revisas tu móvil pero sus mensajes diciéndote que ha comido, que ropa lleva, qué está haciéndote, siguiendo tus tareas, etc. todo eso ya no está terminó, y los únicos mensajes que hallas son los de grupos de watsap y alguna amistad perdida. Entonces esa necesidad aprieta tanto que empieza a influirte, en tu estado de ánimo, en tu carácter, y los días de paz y felicidad absoluta quedan lejanos como si años hubieran pasado. Y tu, gran dominante, paciente, inteligente y de gran voluntad, que lo puedes controlar todo es ella, la necesidad la que te acaba doblando a ti. Y cual es tu respuesta? Llenar la necesidad de la única manera que sabes: con tu sumisa. Aquí puede variar dependiendo de si estuviste enamorado o no de tu antigua sumisa y de algún otro factor, como tu gestión emocional.
Vuelve la búsqueda de la sumisa y empiezas, poco a poco, a hablar con distintas, tampoco muchas, tu no vas a pescar con red, sinó que seleccionas bien las candidatas, y aunque eso parezca nada tu necesidad empieza a aflojar, vuelves a sentirte dominante, publicas por internet, vas a locales, interactuas incluso llegas a jugar. Entonces, cuando te has rehecho, pero no eres consciente, aparece sin buscarla una sumisa con la que te entiendes. Hablais cada día durante horas, y en pocos días habéis generado una gran confianza mutua y te dices ella debe ser mía... Y sabes que si no eres capaz en ese momento de pensar fríamente, te lanzarás de cabeza y te precipitarás. Lo sabes y te lo recuerdas, pero todo ese tiempo, que a lo mejor solo han sido unos meses, para ti ha sido un desierto eterno. Ese momento es clave, si dejas pasar demasiado tiempo la puedes perder, pero si te avanzas antes de hora sabrás que aun no es tuya, y otra vez tu voluntad deberá luchar contra tu necesidad, así, cíclica-mente hasta encontrar el equilibrio.
P.D.: Quiero dejar claro que solo expreso una opinión propia, mi punto de vista, y que cada uno/a tiene el suyo, siendo todos igual de válidos.