Tuve que renovar el carné de conducir y fui al reconocimiento habitual que se tiene que pasar previamente. Hasta aquí todo normal, lo curioso vino después, cuando me tocó entrar.
Me encontré con un hombre joven, me saludó amable y se fijó en el triskel que siempre llevo al cuello, Se le iluminó la mirada.
Me lo regaló mi pequeña y además de llevarlo con orgullo por lo que representa, lo hago también porque fue su regalo.
Nunca nadie se había fijado en él más allá del típico "qué colgante tan bonito!" así que llamó mi atención que se pusiera tan contento y como si no se fiara de lo que veían sus ojos, lo examinó más de cerca y me dijo:
- Anda, un triskel.
Levantó la cabeza del colgante y me miró muy serio para preguntarme con voz severa :
- Sabes lo que significa, no?
Sonreí, su voz delató que no le parecería bien que lo portara sin conocer el significado porque para él era algo serio. Así que contesté sinceramente:
- Si, claro que lo conozco. Tiene un significado muy especial. También lo conoces?
No respondió ni sí ni no, se limitó a sonreír de nuevo y a decirme con una voz de nuevo alegre:
- Anda, vamos a seguir, pájaro.
Con esa sonrisa y esa expresión,que en mi tierra se emplea para dar a entender que alguien sabe más de lo que dice, me quedó claro que conocía su significado y que nos habíamos calado mutuamente.
Ades.
El Muro