Estoy sentada en el borde de la cama, intento calmar la tensión fumándome un cigarro. Me quedo mirando el móvil… está a punto de sonar.
Miro en derredor para asegurarme de que todo está como él quiere. Y lo está, pero he olvidado algo importante, no tiene perdón ese fallo… y no sé cómo lo tomará. Pero, la verdad es que, tampoco me preocupa demasiado… estoy más concentrada y preocupada en otras cosas…
Hoy voy a romper un límite… y lo tengo que conseguir. Tengo que anular totalmente mis pensamientos y concentrarme en mis sentimientos, y… así, dejarme llevar. Es la única manera…
Suena el móvil, es él… está llegando. Apago el cigarro y me levanto… ha llegado el momento. Salgo al rellano de la escalera. Me arrodillo, el suelo está frio y siento un escalofrío por todo mi cuerpo… La puerta del garaje comienza a levantarse… ya está aquí.
Bajo el antifaz y siento como todo se apaga y los sentimientos empiezan a brotar. Busco el asa de la cadena y la sujeto con los dientes… así es como le gusta recogerla. Le oigo subir las escaleras… Respiro fuerte… le siento ante mí.
Apenas me roza recogiendo la cadena y siento como tira de ella para que vaya tras él… le sigo…estoy tensa… se sienta en el borde de la cama y me acaricia… me abrazo a él y entonces, toda la tensión se desvanece y… siento… ya no pienso, todo ha desaparecido… solo siento…
Y sonrío feliz porque… sé que lo voy a conseguir.
El Muro