Mi preciosa sumisa...empezaste siendo la araña que inoculó en mí el tórrido veneno de su picadura, pero ahora...he convertido mis cuerdas en una suave pero firme tela de araña. Tijida cuidadosamente para tí, para retenerte junto a mi, pero ¿puede llamarse retener cuando es con tu consentimiento? La respuesta es no y, precisamente por eso me gusta, porque lo decides libremente. Mi tela creada con cuerdas de seda nunca te hará daño, pero dejará sobre tu cuerpo unas marcas que te recordarán que eres mía y a la vez me lo recordarán a mi mismo. Me asegurarán que no es un sueño, que has decidido poner en mis manos tu cuerpo, tu placer, tu dolor, tu valuntad, tu alma, tu vida. Que me das el mayor regalo posible...tu sumisión y como tal merece ser tratado, cuidado y protegido.
Mi señor, soy feliz de estar en su tela de araña, abrazada con sus cuerdas. Cada marca me hace sentir más suya, afortunada.
Cada día intento ser mejor,para que se sienta orgulloso de mí. Gracias, Mi Amo, gracias por protegerme y cuidarme, por valorarme.
Su mirada me acaricia y su mano me azota, uniendo dos sensaciones únicas, haciendo que desee aun más estar arrodillada a sus pies. Nada sería igual si no me llevara de su mano, guiándome, enseñandome.
Áteme a su voluntad, yo le cedo la mía. Siempre a sus pies.
Ades y roxanne.
El Muro