Hace tiempo, al visitar El David de Miguel Angel, me contaron una historia.
Esa es una obra tan hermosa que duele: la posicion de los musculos, tension y relax, la belleza del cuerpo, el euilibrio, su magnitud... emociona verla.
Una obra de un genio sin duda. Pero en la exposición se explica que Miguel Angel tuvo en la cabeza esa obra durante tiempo, no la esculpio en cualquier sitio, ni en bronce, ni en bloques de marmol cualquiera.
Espero y espero a tener el adecuado. Si hubiese intentado hacerlo sobre una piedra arenisca, o en bronce... o cualquier otro bloque, no hubiese tenido el mismo resultado.
Esculpir un Vinculo es crear una obra de arte. Hacer aquello que la sumisa no está preparada, o aquello que no concuerda con su alma, solo conduce al desastre.
Al contrario, limitarse a hacer solo aquello banal, sin progreso, sin emocion o riesgo conducira a monotanas repeticiones de lo antes visto y sentido.
El dialogo, fijarse en los ojos, en las reaciones, fijarse al tallar como va tomando forma la piedra, la misma piedra le dira al genio donde continuar golpeando.
Así, al hacer realidad sus sueños, pero a la manera del Señor, la sumisa se sentira elevada y sabra a quien debe servir, incondicionalmente, entregarse como solo el Vinculo Amo-sumisa puede entender. Cualquier deseo del Amo será un deseo con sentido, ahora o en el futuro.
Y la obra perdurara, por que todo lo que esta vivo muere, pero lo bello, permance en la memoria.
El Muro