Cada piedra es diferente. Lo primero que hace el cantero es escuchar la ley de la piedra. Ella le habla.
Un mal golpe parte por la mitad el bloque y echa a perder meses de trabajo. Cuando una piedra va romperse, suena diferente.
Cada bloque tiene un punto de ataque. Solo la experiencia y la maestría muestran el camino.
El cantero esculpe lo que desea pero respeta la ley.
Me recordó aquello que escribí hace ya años en otra entrada, titulada el David.
Acaso no somos los Dominantes canteros? Acaso no debemos formarnos y escuchar la ley?
La ley de la piedra en BDSM son las "vetustas" reglas cuestionadas por el BDSM modernillo. Escuchar como suenan nuestras órdenes, en el bloque, nuestra sumisa. Estudiarla. Realizar nuestra obra, pero siguiendo la ley.
O nuestra obra se partirá convirtiendcon en arena.
Dedico este escrito a @Odín. Por enseñar la ley. Por resistir.
El Muro