apenas se oyen los gemidos, apenas se distinguen las lágrimas. ..pero se huele, se siente el olor a vida, a cuerpos en tensión, a sexos en compás de espera.
La noche está siendo larga, el tiempo de silencio y espera ha dejado paso a la intensidad del castigo, quien sabe si merecido.
Se mezcla el llanto con el gemido cuando una mano acariciadora reconoce la resistencia y la entrega, la pasión regalada, el sentir ofrecido. ..lo agradece con caricias que encienden la sangre y la hacen hervir. Vuelve a sonar el castigo entonces y así una y otra vez el un baile prefecto. ...Entonces se abre un grifo y el agua fría corre sobre un cuerpo caliente y desmadejado que parece colgar sin resistencia de una cadena.
Esta es la escena, la que cautiva. ..el cuerpo estremecido que no distingue ya el dolor del placer, los ojos vidriosos de quien se haya más allá de la realidad, la mirada intensa del director de escena concentrado en los tiempos y las intensidades, el acorde perfecto de las respiraciones, de las almas de dominante y sumisa.
Me fascina esta imagen... ya no recuerdo donde vi la foto pero esto es lo que me inspiró entonces y fue la imagen que me hizo dar el paso final y empezar a buscar mi propia versión de esta historia que ese día imaginé y deseé .
El Muro