¿Cual fue el primer pensamiento que se os cruzó en el momento que le diste nombre a lo que os pasaba? En mi caso, el primer pensamiento o mejor dicho la primera palabra que se me cruzó por mi cabeza fue debilidad. Sí, es un pensamiento por el que ahora me avergüenzo, pero por el que he tenido que pelear en más de una ocasión a lo largo de estos meses.
Como se ha dicho muchas veces, en los principios de un@ sumis@, hay momentos de confusión, desconocimiento y de sentimiento o sensaciones contradictorias, pero soy de las que pienso que cada persona las siente o las vive de forma diferente porque cada cual tiene una historia detrás antes de aterrizar en el BDSM.
En mi caso, ese sentimiento o sensación contradictorio tiene que ver con ese signo de debilidad que asociaba a la figura del sumiso/a. He vivido situaciones con mi anterior pareja sentimental (vainilla) en las que me ha considerado la parte débil de la pareja, porque no me costaba amoldarme a sus gustos e incluso anteponerlos delante de los míos, siempre era la que estaba disponible ante cualquier eventualidad que le surgiera o ante sus caprichos. En consecuencia, para esa pareja me consideraba débil por dejarme manejar con esa facilidad a su antojo, no dejaba de recalcar que ese tipo de actitudes son defectos que tenía y que no era bueno mostrar esa debilidad tan abiertamente, con lo que intentas reprimir ciertas actitudes y que cuando te salen te las recrimines a ti misma, entrando en un bucle que en donde nunca te encuentra bien contigo misma, incluso que llegas a un momento que no te reconoces, y que el único motivo que tienes para seguir es que estas enamorada como una tonta.
Una vez puse fin a esa relación, me prometí a mi misma no volver a caer en ese tipo de errores, me prometí ser mucho más fuerte y no dejarme manejar por ningún otro hombre, ni mostrarme débil frente a nadie. No iba a dejar que nadie me hiciera sentirme mal conmigo misma.
Pero entonces, aparece esa persona que hace que te lo replantees de nuevo todo. Esa persona que te exige que profundices en ti misma, que no te avergüences de mirar en tu interior y explores tus deseos. Esa persona que hace que busques lo que realmente necesitas y deseas para ser feliz, para sentirte cómoda y completa contigo misma. Esa persona que te escucha y hace que tu cabeza piense y razones con tus dudas y miedos. Esa persona que poco a poco hace que tu mente se abra para poder tener otra perspectiva y te da una nueva visión sobre lo que es ser sumis@, limpia tu mente de significados despectivos que pueden acompañar a esa palabra, incluso de perjuicios propios que ni tu misma creías que podías tener.
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El Muro
Le enamoré; quizás porque de manera inconsciente salía esa parte de mi que él llevaba tiempo buscando. Y al mismo tiempo él me enamoró a mi. Era la primera persona que me valoraba, que se preocupaba por mi, por mis sentimientos, por que yo estuviera a gusto en todo momento, porque fuera feliz. Él cuidaba de mi.
Y con miedo a que yo saliera huyendo al descubrir su condición, él lo mantenía oculto. Y a pesar de ello, yo quería que la cosa fuera surgiendo y evolucionando. Tenía ganas de más.
La primera vez que él me habló de sus inclinaciones, del BSDM, lo hizo con mucho tacto, y como respuesta yo me reí. Y le expliqué que ya era conocedora de dicha información. Se que mi actitud en parte le alivió, pues cuando encuentras a esa persona que te complementa, te cuida te calma, te entiende en todo, puedes tener miedo a añadiendo un elemento más a la mezcla la relación se quiebre. Y en parte se que le desquició, y me enorgullezco de ello, ya que me encanta darle esas pequeñas dosis de chispa que se que le encienden por dentro.
Desde entonces, la cosa ha avanzado muy lentamente. Él tiene mucha cautela, y sigue teniendo miedo a que yo, su dulce vainilla hasta el momento- o eso cree-, pueda salir corriendo. Yo sin embargo, me siento libre, me siento segura, ya que se que todo avanzará al ritmo al que él considere que deben avanzar las cosas. Se que aunque pueda parecer lo contrario, él me va a cuidar ya que soy su mayor tesoro. Y a partir de ahí, se que no habrá anda que pueda hacer él que yo no pueda soportar. Se que pase lo que pase lo podremos hablar, ya que yo solo pretendo ser la mejor que pueda llegar a ser, para él. Y estoy agradecidamente-feliz al saber que siempre seré suya.Cuando yo me di cuento de lo que era, sentí todo lo contrario: liberación. Alegría por haberme encontrado a mi misma. A la que ya era en mi anteriores "relaciones" vainilla, cuando me entreg...Leer más...