Nunca he sido excesivamente aficionada a las redes sociales, pero tras más de un año entre estos muros, se me hace extraño no hacer una pequeña reflexión...
Este tiempo ha modificado mi modo de pensar en infinidad de pequeñas cuestiones, aunque también he mantenido muchas de mis ideas intactas. Hoy puedo decir que tengo muy claro lo que quiero, aún siendo consciente de que este es un sendero misterioso y desconocido, donde una nunca deja de sorprenderse, ni sabe exactamente hasta donde llegará. Pero tengo la tranquilidad de sentirme orgullosa, sí, orgullosa de haber sido siempre sincera, de haber ido paso a paso y sin prisas, de haber sido exigente conmigo misma y con los demás, de no haber olvidado en ningún momento la persona que siempre he sido...
Y también afortunada. Afortunada de descubrir mi capacidad de percibir tanto a través de otra persona, de creer transformarme en un simple pedacito de barro esperando adquirir su forma, de disfrutar de las lágrimas del esfuerzo, de temblar de incontrolable excitación, de apreciar la dura caricia del dolor, de ver con el alma en vez de los ojos, de emocionarme de un modo indescriptible, del placer de desprenderme de todo egoísmo, de flotar en un climax mental infinito, de la imperiosa necesidad de darme toda entera... En definitiva, de sentir a un nivel tan superior que puede que a veces abrume o desconcierte... pero a fin de cuentas (y manteniendo siempre los pies en el suelo), es un privilegio que forma parte de mi ser.
Estos meses no han sido siempre un camino fácil, es cierto... Posiblemente haya vertido lágrimas innecesarias, y me he saturado con mil y una reflexiones, pero también he sentido una plenitud que no conocía. Y he descubierto y comprendido cosas de mi misma que nunca habría imaginado, o quizás, quien sabe, que simplemente no me atrevía a reconocer. Motivo por el que tengo la certeza de que seguiré mi andar, sin prisa pero sin pausa, aprendiendo y creciendo, atenta sobre manera a esas personas que hablan desde la experiencia. Que poseen la sabiduría que yo aún no tengo, y que aunque duela, suelen acertar de pleno en su dictámenes. Aunque también a esas personas que empiezan, que aún perdidas, en muchas ocasiones te ayudan a ver las cosas desde otro prisma, mostrando la vulnerabilidad que todos podemos llegar tener, y recordando la importancia dejarnos envenenar, obsesionarnos, o desviarnos del camino que deseamos seguir.
Tengo muy claro lo que soy... sí, soy sumisa, pero solo para quien yo le concedo ese poder, para quien lo despierta, para quien lo gana, para quien me llena, para quien sabe romper mi coraza y hacer aflorar esa necesidad de entrega, para quien alimente mi deseo de mejorar, de complacerle a toda costa, de avanzar en mi sumisión, para quien me hace reflexionar y sabe tocar mi mente de sumisa sin olvidar la persona que la alberga. Porque ante todo soy mujer, y eso siempre irá por delante... Mujer que nunca dejará que la sumisa se pierda, que en el fondo no sabe dejar de intentar razonar lo irrazonable... Pero también mujer que lucha para que esa sumisa descubra todo lo que puede llegar a ser, todo lo que puede superar, todo lo que puede llegar a dar, y la indescriptible plenitud que sienta al hacerlo. Esa sumisa que siente, con la mente, con el alma y con cada poro de su piel. Pero que solo acepta un Dueño que sea Hombre antes que Dominante, porque ni estoy perdida, ni desesperada, ni necesito una tabla de salvación.
Y es que... esa jessika que entró aquí hace ya 13 meses... oculta bajo su caparazón, desconfiada y esquiva... Pensaba, recelosa, que solo entraba a aprender, y que no compartiría ni sentimientos, ni temores, ni vivencias... con nadie. Y sí, he aprendido, he aprendido sobre todo que aún me queda mucho por aprender, mucho más de lo que en un principio pensaba. Pero curiosamente, la gran mayoría lo he aprendido, de esas personas. Esas que he conocido aquí, que algunas he tenido la oportunidad de tocar, besar y abrazar. Esas que han pasado a formar parte de mi vida, y que espero que en cierta medida siempre sigan ahí. Esas que hoy quiero decirles desde el cariño... Gracias.