Me gusta leer y debatir los manuales teóricos que intentan reglar el BDSM, pero no te confundas conmigo, no estoy a favor del BDSM mecánico y de manual. Las emociones y las relaciones personales si se reglan del todo pierden su esencia, y me gusta explorar con libertad. Cada sumisa es una mujer irrepetible y como tal debe ser guiada de forma única y diferente.
Me gusta crear a través de la sumisa, amasarla como arcilla a mi manera, y no hacer lo que todo el mundo dice que hay que hacer con ella, sólo porque alguien lo escribió en un libro. Me gusta descubrir en la sumisa y dejarme sorprender por sus respuestas. Deseo perderme en una montaña rusa de emociones con ella, tocar el cielo y el infierno, ser ángel y diablo para ella, hacer de ella el Todo y la Nada, y no dejar de aprender nunca.
Me gusta el protocolo, que disciplina la mente y el cuerpo, y embellece la entrega, pero no te confundas conmigo, cuando el protocolo se adueña de una relación y el control de la sumisa es continuado y extremo, solo se consigue crear una marioneta. Y a mí las marionetas me aburren.
Me gusta la sumisa que se compromete y esfuerza por mejorar, y que desea llegar a darse en cuerpo, mente y alma, pero no te confundas conmigo, lo que realmente me seduce de una sumisa es la mujer que esconde.
Me gusta educar a la sumisa con firmeza y disciplina, pero no te confundas conmigo, porque no pienso renunciar a ser yo mismo, afable, cálido, y natural. Detesto la sobreactuación y la teatralidad de algunos Dominantes. Y si no eres capaz de entender que detrás de una sonrisa pude habitar el mejor Amo del mundo, no te querré a mi lado.
Me gusta explorar los límites de la sumisa. Pero no te confundas conmigo porque explorar sus límites no es alquilarla, ni degradarla, ni anularla, ni humillarla de forma gratuita. Explorar sus limites es explorar en ella cada uno de sus matices, la geisha, la perra , la puta y la Dama. Porque los contrastes potencian los sabores. Y para no perderme nada de ella lo haré despacio, lentamente, y así podré hacerme con cada uno de sus matices.
El Muro