Llegan las lluvias y con ellas las desilusiones hacen cola a las puertas de mi alma. Creí que deseándote con fuerza te tendría a mi lado para siempre y no fue así. ¿Puede acaso una hormiga tocar el cielo con sus dedos por mucho que lo intente? ¿Y una guitarra enamorar tus oídos si no tiene cuerdas?
Anoche aniquilaste mis ilusiones, y profanaste para siempre el amor que te tenía cuando lo llevaste de la mano a nuestra habitación privada. Arrastraste de repente mi esperanza a los infiernos en el momento que hambrienta de placer te acurrucaste a su lado. Me torturaste sin piedad cuando comiste su piel a mordiscos lentos y revolcasteis sin vergüenza, sobre mí, los deseos que os brotaban. Fue una pesadilla imaginar su sudor fundiéndose en un abrazo con el tuyo, sentir el temblor de vuestros cuerpos y el sonido de vuestros corazones desbocados.
Ya es de día. La mañana que antes de ayer no deseaba que llegara nunca se apiadó de mi, y os alejo de una vez por todas de mi lado,tan felices… tan alegres… tan enamorados… De vuestra noche gloriosa hoy solo queda sobre mi pecho el olor de la lujuria, tu pequeño camisón rosa de tirantes arrugado, mil agujetas profundas provocadas por el peso de dos cuerpos insaciables, y un vacío que me devora el alma y la quema, poco a poco.
Llora el cielo y lo acompaño. Mojado por el diluvio de las desilusiones agonizo y me dejo ir lentamente. Renuncio a ti y renuncio para siempre a tener vida. Cuando esta noche llegues a casa seré sólo un objeto mas de tu habitación, como el televisor, como la silla o la lámpara, la mesilla o la alfombra, mudo, sordo y ciego a tus encantos, autista a las mil sensaciones que pudieras provocarme, simplemente … un colchón.
FLEX