Loading...
es
  • Image 01

    Tener fe en tu Dominante conlleva no tener miedo

  • Image 02

    Mi primer sometido es mi control, siempre está a mi servicio

  • Image 03

    Manejar el silencio es más difícil que manejar el látigo

  • Image 04

    Mi alma necesita tanto mimo como mi cuerpo castigo

  • Image 05

    Después de una sesión, la mano que te domina te debe acariciar

  • Image 06

    El precio de Dominar es la responsabilidad

Dulce Castigo. de blog de ceticia

   Hoy llevo ropa interior de encaje negro. Sé que a ti te gusta que la lleve blanca. Siempre dices que me realza la figura. Pero hoy me apetece hacerme la tonta y fingir que ha sido una elección casual, nada planeado meticulosamente como lo es en realidad. Hoy, no te he visto desde que salí de casa por la mañana y estoy deseando verte. Quiero complacerte, sé que te gusta que te diga todo lo que siento, mis deseos más profundos y luego tu elegirás si complacerme o dejarlo para más tarde. Pero hoy quiero ser castigada y quiero parecer sutil, por lo que no te muestro cuantas ganas tengo de echarme en tus brazos y que me abraces y que hagas conmigo lo que prefieras hacer primero cuando te veo en el comedor de nuestro restaurante favorito. Ya era entrada la noche y sabía perfectamente que me había tardado más de lo normal en llegar desde el trabajo. Sabía que estaba jugando con fuego. Lo sabía muy bien.

   -Buenas noches. -Dije a Mi Señor, mi pareja, el hombre de mi vida desde hace poco pero no por ello menos importante.

   -Buenas noches. -Me respondió serio.

   Me aplaudí por dentro ya que había conseguido lo que quería, estaba enfadado. Nunca lo había desobedecido, nunca lo había visto enfadado conmigo, siempre soy muy complaciente con él. Hoy era distinto.

   -Has tardado mucho -Me dijo.

   -Me han entretenido en el trabajo. -Dije mirando el plato que tenía delante con la servilleta perfectamente doblada. La cogí y empecé a redoblar la ya bien doblada servilleta. No podía mirarlo a los ojos y ocultarle la verdad... quería que me llevara a casa y entregarme a él de la forma que él quisiera, como y de la forma que él quisiera. Quería sentirme suya, quería complacerlo. Pero hoy quería ser mala.

   -Bueno si ha sido el trabajo no hay nada que hacer. -Dijo volviendo a un tono más normal en él.

Levanté la vista y lo miré a los ojos sorpredida por su cambio de actitud.

   -Cielo no estoy enfadado. No has podido hacer nada a pesar de que sabías que te estaba esperando ¿Verdad? -Dijo acariciando mi mejilla con el dorso de los dedos. Yo bajé la vista a la servilleta otra vez y asentí. ¡¡¡Le estaba mintiendo!!! 

   Este juego ya no se sentía tan bien como me lo estaba imaginando pero aun así seguí con él.

   Llegó el camarero y pedimos la cena. Hablamos de lo que nos habíamos pasado en el día, cosas sin importancia y bastante naturales. Pero no me tocó más en toda la cena, no hubieron roces sutiles ni siquiera una sola mirada ardiente por muy picante que quisiera hacer la conversación. Nada de lo que hiciera lo hacía reaccionar. 

   El juego ya no me estaba gustando, ya no era un juego. ¿Qué estaba haciendo?

   Al terminar la cena nos fuimos a casa, decía que estaba cansado del trabajo. No dimos ningún paseo por las calles de la ciudad ni hubieron risas. Pero aun me quedaba la esperanza de que al llegar a casa me hiciera suya de la forma que él quisiera. Pero no fue así.

   Me ordenó que me desnudara y yo con impaciencia lo complací.

   -Vamos a dormir -Dijo cuando me vio en ropa interior. Y dándose la vuelta se quitó la ropa y se metió en la cama.

   Ese fue el detonante. Algo en mi se rompió y corrí a arrodillarme junto a la cama sin tocarlo, sabía que lo había hecho mal, cómo lo había decepcionado y que había sido mala, sabía que estaba jugando con fuego y que me había quemado. Lloré en silencio unos momentos que se me hicieron eternos. Lo noté moverse en la cama y sentarse en el borde de ella, me vio llorar unos minutos más hasta que posó su mano sobre mi cabeza y mis llantos se intensificaron aún más. Lo había decepcionado, lo había hecho mal, todo mal.

   -Mírame -Dijo dándome un ligero tirón del pelo que no me hizo daño. Lo obedecí sin pensarlo. Tenía una mirada fría y me miraba con reproche en los ojos -Dime qué es lo que has hecho.

   -Lo he decepcionado Mi Señor, no le he dicho lo que de verdad sentía, me he puesto esta ropa interior para hacerlo enfadar, he llegado tarde a la cena pudiendo haber llegado antes solo porque hoy quería ser mala, quería que me castigara y quería... -Se me quebró la voz entre sollozos pero él fue paciente y dejó que acabara. - Quería ser mala por solo por hoy y quería que usted me castigara.

   -¿Cómo querías que te castigara? -Preguntó.

   -Como Usted quisiera, de la forma que Usted prefiriera... soy toda suya Mi Señor. Lo siento mucho, he sido la de lo peor. Por favor castígueme por lo que he hecho. -Dije rompiendo a llorar nuevamente.

   -Mira al suelo. -Él se levantó de la cama y salió de la habitación dejándome allí sola. y lloré a solas.

   Cuando volvió a entrar a la habitación dejó algo en la mesa de noche.

   -Levanta las muñecas -Se las ofrecí sin pensarlo por encima de la cabeza. Pasó una cuerda alrededor de ellas apretando hasta que sentí cada una de sus fibras en mi piel, picaba y ardía pero no me quejé. Pasó una venda sobre mis ojos anulando mi sentido de la vista y amplificando el resto. Él sabía cuanto me gustaba que hiciera eso, la impaciencia que me causaba el hecho de no verlo.

   Me hizo ponerme en pie y me llevó a la cama donde pasó el resto de cuerda que sobro por los barrotes de la cabecera de la cama dejando mis brazos algo tirantes sobre mi cabeza. Me quitó el sujetador negro y las braguitas de encaje negro. Las pasó sobre mis pezones regalándome un anticipo de lo que estaba por venir. Yo no podía parar de sollozar.

   -Shh... Me susurró al oído con dureza pero sus actos y sus palabras no expresaban lo mismo. -Quiero que me digas exactamente lo que sientes, si te gusta lo que te hago, todo lo que se te pasa por la cabeza ¿Me he explicado? 

   -Sí Mi Señor -Contesté inmediatamente. Noté como sus labios se curvaban en una sonrisa sobre mi oído. Y se me escapó un suspiro de placer. Me encantaba saber que lo complacía.

   -Así me gusta.

   -Lo siento mucho Mi Señor. Castigueme como Usted quiera por favor. -Le rogué.

   -Eso lo decidiré yo. -Dijo con dureza dándome la vuelta bruscamente en la cama y dándome una nalgada que sonó más de lo que dolió pero aún así escoció. -A partir de ahora solo hablarás cuando yo así lo pida. ¿Está claro?

   -Sí Mi Señor -Mi voz sonó amortiguada por el colchón.

   Tenía el pelo esparcido sobre la cama alrededor de mi cabeza de cualquier forma. Noté como se colocaba a horcajadas sobre mi espalda y me recogía el pelo en una coleta alta. Luego fue dejando besos humedos a lo largo de la columna hasta llegar a la curba de mi culo. Ahí paró y me dio otra nalgada, una en cada cachete. Yo jadeaba de dolor y placer. Se separó un poco para observarme mientras separaba las piernas con las rodillas y se colocaba en medio de ellas. Besó cada nalga y dejó que sintiera su barba raspar mi piel enrojecida y sensible por las nalgadas, se volvió a retirar para repartir más nalgadas en cada uno de los cachetes del culo. Notaba cómo el líquido caliente se iba deslizando por entre mis piernas mientras jadeaba y sollozaba rogando por más. Dios! dolía, realmente escocían las nalgadas de Mi Señor pero eran sus manos, era solo por él.

   -Dime lo que sientes- Dijo jadeante.

   -Duele.

   -¿Te gusta?

   -Sí...

   -Así me gusta. -Dijo y siguió dándome más cachetes intercalando frases -Me recordarás cada vez que te sientes durante una semana. Recordarás quién es tu dueño. 

   Yo solo podía jadear contra el colchón. Esas palabras solo causaron que más líquido saliera de mí preparándome para él. Me hizo girar la cabeza, quería verme los labios entreabiertos y sabía que eso lo complacería. Posó una mano entre mis piernas empapando su mano de mi. 

   -Todos tus orgasmos son míos, no lo olvides. ¿Sabes lo que tienes que hacer? -Dijo acariciando con suma delicadeza, transportandome a un mundo de placer inimaginable. Me mordí el labio para evitar gritar de placer. Sonó un cachete y este último dolió mucho más de que los anteriores. -Responde.

   -Sí Mi Señor

   -Tus jadeos y suspiros son míos también, quiero oírlos. -Dijo introduciendo un dedo en mi haciendo que rozara el cielo. Le entregué todos mis gemidos y la cabeza dejó de pensar para entregarme completamente a mi dueño. 

   Introdujo el segundo produciendo una oleada de placer que casi hace que callera por el precipicio del placer.

   -Mi Señor, casi... -Le rogué en silencio.

   -Córrete para mi Cielo. -Susurró sobre el oído mordisqueando el lóbulo de la oreja y pegando su torso a mi espalda, hizo que levantara el culo y que me pusiera de rodillas con el torso sobre la cama aún. Me corrí en sus brazos pero no me dejó tregua y enseguida comenzó a moverlos más rápido, haciendo presión en el clítoris y masajeando las nalgas. El dolor se mezcló con el placer haciendo que volviera querer romperme en mil pedazos.

   -Por favor... -Dije sonando más a un sollozo que a un jadeo.

   -Córrete ahora.

   Lo hice, me corrí dos veces más hasta que ya no tenía más fuerzas para más. O eso creía hasta que sacó los dedos y se introdujo hasta el fondo en mi de golpe y sin previo aviso dejandome jadeante de nuevo. 

   -¡Mi señor! -Grité de placer.

   -Eso es, entrégate a mí Nena. -Dijo desatandome la venda que tenía en los ojos permitiendo verlo y eso me excitó todavía más si cabía.

   Lo complacía verme así y eso me llenó por dentro. Moví las caderas con él y acabó dentro de mí no sin antes asegurarse de que yo me había corrido dos veces más. Cuando terminó me recostó en la cama de lado mientras los dos jadeábamos por el placer experimentado. Luego de unos minutos me besó en el hombro y me desató las muñecas. Tenía marcas en ellas y me las frotó con delicadeza y las besó haciendo que mi cuerpo se relajara hasta quedar casi rendido. Me desató el pelo y buscó una toalla húmeda para limpiarme los restos que había dejado dentro de mi. Me hizo sentir llena, complacida... 

   -Duerme Cielo. -Dijo besandome en los labios con cariño. -Lo haz hecho bien. -Dijo repartiendo más besos por mi cuello. Nos tapó con edredón e hizo que apoyara mi cabeza en su hombro. -El castigo comenzó en la cena Nena. Mientes fatal.

   Fue lo último que escuché antes de quedarme dormida sabiendo que había sido perdonada y que me había entregado nuevamente al hombre de mi vida, a Mi Señor, a mi dueño, a mi Amo.


Tema anterior     
     Siguiente tema
     Inicio Blogs

El Muro

DOM_MALAGA
Abr 30 '17
Me encanto Srta
ceticia
Abr 30 '17
Me agrada que le haya gustado, muchas gracias por su comentario DOM_Malaga ^^
AlexDom
Abr 30 '17
No he entendido cual era tu frustración. Llorabas porque no conseguias lo que querias o porqué motivo? Al final conseguiste tu reto, quien a Dominado a quién?. Personalmente no me gusta que me desobedezca mucho menos que me mienta solo para conseguir algo que debe decidir el Dominante.No he entendido cual era tu frustración. Llorabas porque no conseguias lo que querias o porqué motivo? Al final conseguiste tu reto, quien a Dominado a quién?. Personalmente no me gusta que me desobed...Leer más...
ceticia
Abr 30 '17
La frustracion de la sumisa fue conseguir en vez de lo que quería que era enfadar a su Amo, solo obtuvo indiferencia y cuando se dio cuenta de lo que había hecho se sintió rota por dentro. El Dom sabía lo que estaba haciendo ella en todo momento, por eso le dice al final que el castigo habia comenzado en la cena, con la total indiferencia de él. Espero haber aclarado sus dudas Alexdom. Un saludoLa frustracion de la sumisa fue conseguir en vez de lo que quería que era enfadar a su Amo, solo obtuvo indiferencia y cuando se dio cuenta de lo que había hecho se sintió rota por dentro. El Dom sabí...Leer más...
AlexDom
May 1 '17
No es nada personal está claro, pero no entiendo porqué querías enfadar a Tu Señor. Para conseguir algo que sólo tiene que decidir el? Creo que son juegos donde uno se puede quemar y no siempre se sale bien parado. Considero rabietas tontas e inapropiadas para conseguir unos cuantos azotes, si tu Amo decidió castigarte con la indiferencia por algo seria.No es nada personal está claro, pero no entiendo porqué querías enfadar a Tu Señor. Para conseguir algo que sólo tiene que decidir el? Creo que son juegos donde uno se puede quemar y no siempre se sal...Leer más...
ceticia
May 1 '17
Es una historia inventada, solo algo salido de mi imaginación... Para nada una situación vivida en la vida real.
DOM_MALAGA
May 1 '17
Yo creo que aveces probocar sutilmente a tu amo, y tener personalidad no es malo, si me me aburriría de tener una alfombra casi! Como le dije genial Srta
ceticia
May 2 '17
Dom_Malaga, es siempre un honor leer sus comentarios -^^- muchísimas gracias
Necesitas identificarte para poder comentar

Tema

por ceticia
Agregado Abr 30 '17

Calificar

¿Te gusta esto? puntualo:
Total: (4 votos)

Archivos

Nuestro Twitter


Encuesta

“encuesta”

“Respuestas encuesta”

Calendario

Publicidad




contador de visitas