-Ante todo un Dominante cuida como un tesoro a Su sumisa, con el conocimiento de que el regalo que la sumisa le da es el más grande de todos los regalos.
-Un Dominante es exigente y toma provecho absoluto del poder entregado a Él, pero también sabe como compartir el placer que viene de ese regalo precioso.
-Un Dominante está en control de Si mismo, primero y ante todo, para poder controlar a otros.
-Como Dominante duro y exigente, puede provocarle a Su sumisa lágrimas reales. Y como el amante más dedicado, después besará esas lágrimas hasta su desaparición, sin salir de Su rol.
-En momentos de dificultad, un Dominante dejará atrás los roles, y será amigo y compañero que apoya, nunca olvidando que esto también es una relación de cariño entre dos individuos con sentimientos.
-Un Dominante es rápido al entender las diferencias entre fantasía y realidad.
-Un Dominante jamás pedirá que Su sumisa lo anteponga ante su familia, o profesión, simplemente para satisfacer Su propio placer.
-Para conquistar la mente, el cuerpo, el espíritu, el alma y el amor de una sumisa, un Dominante sabe que primero ha de ganar su confianza.
-Un Dominante le mostrará a Su sumisa humor, bondad, y calor.
-Un Dominante siempre debe demostrar que Su guía y tutelaje es sabia y merecedora de atención. Que es una persona de la cual se puede aprender, y en cuya instrucción se puede confiar.
-Un Dominante es lo suficientemente romántico como para ser protector y caballeroso. Y cuando es necesario, defiende el honor de Su sumisa.
-Un Dominante le demuestra a Su sumisa que Él es alguien en quien ella se puede apoyar y confiar. Y cuando llega el momento de enseñarle lecciones de obediencia, Él es un profesor duro e inflexible.
-Un Dominante no acepta errores. No acepta nada menos que la perfección de Su alumna.
-Un Dominante jamás usa la disciplina sin una buena razón. Cuando castiga a Su sumisa, siempre es con una mano sabia y cuidadosa.
-Un Dominante siempre está abierto a la comunicación y el dialogo. Siempre dispuesto a escuchar las necesidades y deseos de Su sumisa.
-Un Dominante es paciente, tomándose Su tiempo para conocer los límites de Su sumisa y sabiendo que a medida que aumente la confianza, ellos también aumentaran.
-Un Dominante nunca tiene que exigir un comportamiento ritual de Su sumisa. Su sumisa responde a ello por el sencillo deseo de querer complacerlo. El cumplimiento nace del deseo de complacer, no del temor al castigo.
-Un Dominante entiende el frágil estado de la mente y el cuerpo, y jamás viola la confianza puesta en Él.
-Un Dominante siente tanta seguridad que es capaz de reírse de Si mismo y de las trivialidades de la vida. De mente amplia lo suficiente para aprender cosas nuevas. Lo suficientemente fuerte para crecer como persona.
-Las armas de un Dominante son la mente, el cuerpo, el espíritu, el alma y el cariño.
-Un Dominante entiende que cada uno gana lo máximo dándole placer al otro.
Y los dos saben que el cariño y la confianza son las únicas cosas que realmente atan y permanecen.
Fuente: amigosdominates.blogspot.com