Esa sensación de ser el culpable, esa media sonrisa malvada que aparece en mi boca, esa mirada fija en tus ojos, penetrando en tu mente, brillantes, observándote, viendo tu asombro, esa lentitud en mi respiración, ese control que me ves mientras tu pierdes el tuyo, si soy el culpable y me encanta serlo cuando hago temblar tus piernas