No es fácil encontrar la persona con la que te compenetras a la perfección,
a la que amas, con la que te vuelcas, la persona que se entrega a ti, no lo es nunca en ningún tipo de relación, por eso
cuando encuentras esa perfecta compañera de viaje, nuestro miedo interno, ese
que nunca confesamos a nadie, es perderla y es así porque estaríamos perdiendo
a quien amamos y eso nos desgarraría el
alma, algunos pueden aparentar que solo saldrían
dañados en su amor propio pero por dentro estaría el dolor de lo que ya no
tenemos…
Por supuesto que no es un miedo permanente, si así fuera no podríamos mantener
ninguna relación, el miedo es un mal alimento para estar con alguien, ese miedo
es un pensamiento que algunas veces cruza por nuestra cabeza y que nos da consciencia
de la suerte que tenemos por estar con quien estamos.
El Muro