Cierro los ojos y recuerdo su quietud, recuerdo como sus labios temblaban en un movimiento casi imperceptible, parece que puedo tocarlos con mis manos, aún noto su aliento contenido en esa tensa espera antes del contacto, un leve roce con la yema de los dedos y una respuesta con una leve abertura de la boca, me acerco a ellos, voy besando y mordiendo cada trocito , ella no puede responder, y lo sabe, solo tiene que sentir como se posan mis labios en los suyos.... cada roce, cada pequeño mordisco, cada gota de saliva que la recorre provoca que su piel se erice y las descargas de placer se suceden... los labios se enrojecen, tiemblan cada vez mas, estarse quieta es mas difícil a cada segundo, parece un beso eterno donde solo hay un deseo.... sus labios.
Abro los ojos, es solo un recuerdo, pero mis labios saben a sus labios....
El Muro