En defensa
del switch
La Dominación –
Sumisión como rasgo de carácter.
El MMPI (Minnesotta Multifásic Personality Inventory) es un
importante test psicotécnico suficientemente equilibrado y baremado que permite
evaluar los rasgos de la personalidad de un individuo en términos normales y
anormales. Su uso en Psicología Clínica es determinante como referente. En él
se define una de las múltiples escalas de la personalidad; la denominada Dominación /Sumisión.
El MMPI define Dominación como la tendencia de todas las
personas a relacionarse con otras personas de forma que tiendan a imponer sus
criterios a los demás, o por el contrario la sumisión es la tendencia a
requerir de los criterios de otros para establecer una conducta.
El rasgo de personalidad aparece en el conjunto de
comportamientos de la persona y en todas o casi todas las áreas de su vida
reaparece con persistencia. Como casi todos los rasgos de carácter o
personalidad, no son genéticos, pero si establecidos en las etapas primeras de
la vida y por tanto muy difícilmente variables a lo largo de la misma.
El Rol
Aunque originariamente la expresión “rol” significa “papel”
en el sentido interpretativo, el uso de la palabra rol en castellano la ha ido
paulatinamente alejando del concepto interpretativo. En el uso común del
lenguaje se interpreta un papel cuando un actor emula a un personaje
sustituyéndolo, y se ejecuta un rol cuando se adquiere un comportamiento
específico propio de una profesión, cargo, rango, creencia o grupo: Existe pues
un rol genérico de policía, médico, jefe, subordinado, imán, monja, profesor, etc..
Cualquier persona desempeña determinados roles a lo largo de una jornada sin
que por ello los viva con la falsedad de la interpretación de un papel: Se debe
ser subordinado con tu jefe, jefe con tus subordinados, padre con tus hijos,
cura con tus feligreses, etc… En todo caso un rol inadecuado puede conllevar
problemas: Hacer de jefe con tu jefe o de padre con tus subordinados por
ejemplo.
Rol no es por tanto una “interpretación” y tampoco es una
forma de ser, sino más bien una forma de comportarse ante unas determinadas
personas siguiendo unas pautas establecidas. De nada sirve desempeñar un rol
que nadie entiende.
Juegos
Un juego no es solo un divertimento, la palabra en su
dimensión psicológica implica también un conjunto de métodos de interacción,
rutinas de comportamiento y interacciones relacionales: “Está jugando a parecer
duro”, “Hacerse el despistado”, o “Jugó al Perseguidor” significan
comportamientos. Su relación con el rol es evidente, y deriva del “Play a rol”
inglés que sería un referente más amplio.
La Dominación /
Sumisión como rol.
En la vida sexual, se define un tipo de relación DS como
aquella en la que uno de los protagonistas ejerce como Dominante y define los
patrones de conducta y otro como sumiso, que lo hace al contrario. También existe un rol activo y otro pasivo,
entre otros.
Existen personas a las que les atrae este tipo de sexualidad
y la practican acordando de entrada que rol realizarán cada uno. Como rol, es
un comportamiento adoptable y no es ni mucho menos lo mismo que un rasgo de
carácter DS aunque lleven el mismo nombre.
También existen juegos psicológicos de DS que se diferencian
del rol en el sentido de que los juegos son comportamientos momentáneos. Es
perfectamente plausible que una sumisa en una pareja DS ejecute el rol de sumiso,
pero establezca con su dominante partner juegos de dominación con el fin de
controlarlo.
Son tres niveles pues en los que se establece la palabra DS:
carácter, rol y juego. No una sola. Y el resultado en la práctica ofrece una interesantísima
practica que recibe el nombre de DS (como no) dentro del apasionante mundo del
BDSM (Bondage, Dominación, Sadismo Masoquismo). Ofrece una importante riqueza,
pero también una enorme confusión lingüística.
“Yo soy dominante de toda la vida” es una expresión obvia si
se refiere a carácter, pero precoz si se refiere a rol sexual y monótona si se
refiere a juego.
Dejemos a un lado los
juegos y centrémonos en las definiciones de carácter y rol.
Obviamente hay personas de carácter dominante a las que les
gusta apuntarse al rol dominante, igual que hay personas de carácter sumiso que
prefieren comportarse continuamente en
rol sumiso. Con ellos no suele haber demasiado problema, habitualmente, salvo
que por su elevada acentuación de los rasgos se comporten fuera de los límites
tolerables y ofrezcan rasgos patológicos (paranoicos o sumisos) que tampoco son
objeto de esta reflexión.
Los problemas de “comprensión” aparecen cuando una persona
de carácter dominante elige el rol sumiso, (o cuando una persona de carácter
sumiso elige el rol dominante) como si dijésemos, eligiendo una compensación,
como un descanso de su carácter en un reducto privado de su vida personal.
Todos sabemos de algunas personas socialmente dominantes e importantes que
tenían comportamientos de tipo sumiso en
sus relaciones íntimas.
Switch
El término de Switch significa “botón” y se refiere a
aquellas personas que pueden alternar su rol de dominación sumisión en función
de sus preferencias o intereses. No suelen ser bien vistos en el mundillo BDSM por
dos razones: En primer lugar porque ese cambio supone una indeterminación y los
interlocutores necesitan fijar el rol antes de comenzar a hablar. Eso de que a
la mitad de la conversación cambien de rol no suele ser bien recibido. La
segunda razón es que detrás de switch se esconden multitud de engaños,
realizados por personas que no son ni una cosa ni otra pero a los que la
palabra switch les da cobertura.
La mayoría de “switchs” (auténticos obviamente) suelen ser
personas de carácter dominante a los que les apetece hacer compensaciones de
tipo sumiso en su vida sexual, pero también les apetece hacer las de dominante
en ocasiones. También aunque menos, pueden ser personas de carácter sumiso que
adoptan rol dominante en ocasiones. Unos y otros existen y son muchos más de
los que dicen serlo. Muchísimos más.
Siete tipos de switch
Cualquier clasificación adolece de una cierta
discrecionalidad, y suele ser útil si sirve a un propósito. El de la presente
es ayudar al switch a orientarse dentro de su propia tendencia. Con frecuencia
la acogida que le dispensan los demás (entre los que hay muchos switchs que no
dicen serlo) le produce un cierto desconcierto.
El switch tipo 1
Elige pareja antes que tendencia. Suele buscar pareja o
desarrolla su tendencia dentro de la misma. Por lo tanto alterna su rol con la
misma persona, y necesita por tanto un partner que también lo sea y le acompañe
en el cambio. Es muy extendido entre parejas BDSM estables.
El switch tipo 2
Elige tendencia y luego elige pareja, busca dominantes para
su faceta sumisa y busca sumisos para su faceta dominante. Es por tanto
polígamo por extensión porque para cumplir sus propósitos necesita de como
mínimo dos partners. Además si su pareja dominante requiere “dedicación
exclusiva”, se ve obligado a esconder una de sus dos tendencias, dando origen a
infinidad de conflictos.
El switch tipo 3
Las dos tendencias se ponen de manifiesto en momentos
diferentes de su vida. En muchas ocasiones, se inician como sumisos y se
“vuelven” dominantes con posterioridad. Muy frecuente en el mundo de las
sumisas profesionales que se vuelven dominantes al ir ganando madurez y kilos.
El switch tipo 4
Las dos tendencias oscilan en función de sus estados de ánimo
y experiencias. Ante éxitos suelen necesitar compensación sumisa, y ante
depresiones y fracasos suelen adoptar modelos de rol dominante. Su cambio es
cíclico y entran con frecuencia en saturaciones cuando mantienen una relación
durante tiempo y su estado de ánimo deja de coincidir con su tendencia
momentánea.
El switch tipo 5
Siente las dos tendencias pero no se atreve adoptar una de
ellas. Frecuentemente el rol más difícil de asumir es el de sumiso y eligen por
tanto el dominante. Es un rol más protegido, con mayor control y una dimensión social de menor
riesgo. Es por tanto muy frecuente encontrarse con falsos dominantes puros,
realmente switchs que niegan serlo.
En el fondo, todos los tipos de switch reflejan una
disfunción entre el rol y el carácter. Sea esta disfunción, temporal o
duradera, consciente o no. El mecanismo de compensación actúa procurando el rol
para compensar el carácter y no para reforzarlo.
Seguramente a estas alturas el lector switch se preguntará
si existe algún test para determinar la posición de cada uno. No existe, pero
es realmente posible hacerlo y quizás valga la pena. Aun así siempre existirán
dominantes y sumisos que rechazarán a los switch por falsos. Al menos los
switch deben saber, que muchos de ellos lo son igualmente.
Existen dos tipos más de switch, pero antes de exponerlos
debo hacer unas precisiones sobre el Sado-Masoquismo.
El Sado-Masoquismo es una de las denominadas “desviaciones
patológicas” de la sexualidad. También lo son la zoofilia, el fetichismo, y
hasta hace poco, la homosexualidad. La definición de patología sexual se centra
sobre todo en la sustitución del objeto sexual, con respecto a una norma
social. Así ante una sociedad muy vainilla, todo lo que se aparte de la “norma”
es por definición “anormal”. Pero también hay otra consideración importante; la
sustitución del objeto sexual. Esta sustitución es crítica. Si un masoquista
necesita el dolor para obtener recompensa sexual, o si un fetichista requiere
de sustituir a la mujer por sus bragas, si está dentro de una línea de
separación que roza la psicopatología. Si por el contrario le gusta el dolor
(recibirlo o darlo), o le gusta aspirar el aroma de unas bragas usadas, pero no
los necesita para su placer, simplemente estamos ante una “filia” muy común.
El hecho de que muchas personas no declaren que a ellos
también les gusta el dolor o las bragas, es simplemente por presión social o
porque no lo han probado, pero es más normal de lo que la gente cree.
Un cierto grado de Sado-Masoquismo es pues normal en casi
todos. Y los experimentados saben que con frecuencia también conviven ambas. El
propio Marques de Sade disfrutaba siendo azotado tanto o más que azotando. Y
ahí vuelve a darse otro curioso cruce con la DS: Existen Dominantes con una
tendencia masoquista, y también existen sumisos con una tendencia sádica.
Tipo switch 6:
sumisos sádicos.
En la literatura BDSM existen multitud de ejemplos de
personajes con una doble tendencia, integrados perfectamente en el mundo ideal
en el que se les ha situado. Son personajes que se comportan de forma sumisa
hacia arriba y de forma dominante hacia abajo. Si alguien no lo entiende, que
mire en su trabajo y se haga una idea de cómo va. El rol intermedio no se ha
incorporado mucho a la realidad bdsm, ciertamente, pero eso es así por
cuestiones económicas. Si alguien logra tener 40 esclavos reales, necesitara
dos o tres personajes intermedios. Los personajes intermedios son descritos con
frecuencia como “sumisos sádicos”. Eso sí, necesitan la guía y dirección para
realizar sus actividades, pero cuando lo hacen , es con una mayor libertad.
Ellos solo obedecen y son por tanto ejecutores del castigo y no sus inductores.
Pueden ser más impersonales y asépticos por estar menos involucrados, y
disfrutan más de las escenas seguramente sin culpas ni precauciones.
Tipo switch 7:
Dominantes masoquistas.
El dominante masoquista, suele ser habitualmente Un dominante
normal, con una actividad sádica de un cierto nivel. Está familiarizado con el
dolor y lo mide y conoce. Se lo aplica él mismo antes de probar con un sumiso,
y sabe de sus sabores y grados. Pero en ocasiones siente la necesidad de sentir
las descargas de adrenalina que no logra en su actividad sádica, y por unas
horas, días o meses, busca el castigo en quien pueda dárselo. Muchos dominantes
se hacen azotar por sus sumisos. Otros buscan en amigos, la ayuda necesaria.
Otros cambian de rol... Uno de los indicios puede ser el cortejo de Un
Dominante a otro de sexo contrario.
En el bdsm hay cuatro sexos y no dos, (salvando los homo) No
debería ser objeto de deseo para un Dominante puro, otro dominante del sexo
contrario. El cortejo entre dos dominantes muchas veces esconde necesidades
masoquistas al menos por parte de uno de los dos.
Por bedeseme
Fuente: bedeseme.wordpress.com