Os dejo algo que he encontrado en la red, que aunque hay ciertos consejos con los que no estoy del todo de acuerdo, la mayoría son muy interesantes.
1. Ante todo, ten en cuenta tu seguridad. El BDSM es algo muy complejo y no exento de peligros, que muchas veces vienen de la dirección más inesperada. Se suele temer al dolor y al daño físico, cuando es realidad es mucho más preocupante la rotura del consenso, que puede llegar hasta la violación, y el abuso psicológico. Aprende bien el significado de “Seguro, sensato y consensual” y cómo se lleva a la práctica con la negociación de una sesión, el establecer límites y el uso de la palabra de seguridad. Otra cosa que puede tener consecuencias muy graves es que revelen tu afición al BDSM, “sacándote del armario” en contra de tu voluntad. Esto puede acarrear pérdida del trabajo, de hijos, rotura de la pareja, etc.
2. Juega contigo misma. La mejor manera de aprender sobre tu cuerpo, tus fantasía y tus límites es empezar a practicar el BDSM tú sola. Sí, se puede hacer y es muy divertido. Busca un momento y un lugar en que nadie te vaya a molestar, incluso si haces ruido. Ya lo sé, para algunas personas esto puede ser difícil, pero siempre existe la manera, aunque te tengas que ir a un hotel o a casa de unos amigos comprensivos. Prepara bien el ambiente, cerrando puertas y ventanas. Desnúdate o ponte tu ropa erótica preferida. Empieza por masturbarte con tu fantasía favorita BDSM. Luego puedes darte azotes, probar consoladores o tapones anales, hacerte corsés de cuerda… ¡lo que se te ocurra! Si te atas a ti misma, asegúrate que dejas siempre libre la mano derecha (a no ser que seas zurda).
3. Cómprate tus propios “juguetes”. Es importante que tengas tus propios consoladores y tapones anales que no use nadie más, así que empieza por ahí. Si te gustan las mordazas, hazte con la tuya propia. También es buena idea tener muñequeras y tobilleras a tu medida y una pequeña pala o cepillo de madera para pegarte (si te gusta eso).
4. Lee mucho sobre BDSM, tanto novelas eróticas como libros de información práctica. Cuanto más informada estés, mejor evitarás los peligros y mejor te lo pasarás en las sesiones. La literatura erótica es lo mejor que hay para definir tus fantasías y los roles que quieres probar.
5. Intégrate en la comunidad BDSM (mejor en la vida real, pero si no puedes, en internet). No lo hagas sólo para buscar a un Dominante, primero busca gente con la que intercambiar experiencia y opiniones, sobre todo otras sumisas como tú. Haz amigas y amigos. Ve a encuentros y fiestas con la idea de charlar, aprender y mirar, más que ligar. No tengas prisa por encontrar “Tu Dominante”, piensa que si te emparejas con el Dominante equivocado eso te mantendrá alejada de alguien que es realmente compatible contigo. No podrás elegir bien hasta que tengas mucha información a tu alcance.
6. Juega “por sesiones” durante al menos un par de años antes de siquiera plantearte una relación DS a tiempo completo (24/7). Ten en cuenta que la relación 24/7 no tiene por qué ser deseable ni convertirse en tu meta. Muchas personas practican el BDSM sin hacer eso. Jugar por sesiones te permitirá probar algo distinto en cada sesión y tener tiempo entre sesiones para procesar tu experiencia y decidir lo que quieres hacer la próxima vez. Si alguien intenta convencerte de que empieces una relación 24/7 siendo una novata, aléjate de él lo antes posible. Ese es uno de los indicios más claros de un Dominante peligroso.
7. Juega con varios Dominantes antes de elegir a uno en particular. Sí, me has leído bien: al principio es mejor ser promiscua. Cada Dominante (Top) tiene un estilo distinto y diferentes habilidades. No hablo sólo del uso de juguetes sino, más importante todavía, la capacidad de llevarte a un estado mental determinado (el llamado “sub-space”) donde tus fantasías más profundas se hagan realidad. Nunca podrás evaluar lo bueno que es un Dominante hasta que hayas probado con varios. No te creas los mitos románticos de “la entrega” y del Dominante hecho a tu medida que va a aparecer enseguida. Encontrar la relación ideal requiere tiempo y esfuerzo, pero nadie dice que no te lo vayas a pasar bien mientras la buscas.
8. Ten en cuenta que follar no es un requisito para hacer una sesión BDSM. Si sólo buscas una azotaina, o que te aten, plantéalo directamente desde el principio y establece que el follar está fuera de tus límites. Nunca te dejes chantajear, si él no quiere jugar si no follas con él, y a ti no te apetece, dile que no y en paz. Nunca te veas forzada a hacer algo que no quieres. Por otro lado, si quieres BDSM y sexo, hazlo con las debidas precauciones contra las enfermedades de transmisión sexual. Usar condón debe ser un requisito absoluto. Además, si practicas el sexo con varias personas es muy aconsejable hacerse un panel de enfermedades de transmisión sexual al menos una vez al año, que debe incluir HIV (SIDA), sífilis, gonorrea, clamidia y herpes genital. Pídele al Dominante de turno con quien vayas a follar los resultados de este análisis.
9. Un Dominante tiene que ganarse tu confianza, no tiene derecho a ella de entrada. La confianza de una sumisa se gana escuchándola, preocupándose por sus gustos, sus fantasías y sus límites. Y también mostrando lo que el Dominante puede aportar a la relación, sus conocimientos, sus empatía, su seguridad en sí mismo… su capacidad para dominar, en definitiva. La confianza requiere tiempo, tiene que ser construida paso a paso, no puede ser instantánea. Una relación BDSM que valga la pena expone partes muy vulnerables tanto de la sumisa como del Dominante; no se llega a ellas tan fácilmente.
10. Mantén una actitud abierta sobre cuáles son tus gustos y tus inclinaciones. Es como la comida: algunas cosas no sabrás si te gustan o no hasta que las hayas probado. No seas dogmática ni pongas barreras innecesarias. Una buena forma de aproximarse a algo que no sabes si te va gustar es masturbarse imaginándote que lo haces. Imagínate que te sometes a otra mujer, o que dominas a un tío. Tu propio cuerpo te dirá la verdad sobre tus gustos. Pero ten en cuenta que a menudo la realidad sobrepasa a las fantasías.
11. Define tu rol, no dejes que nadie lo defina por ti, ni aceptes convenciones que van contra tus gustos. No dejes que te encasillen los demás, incluso (¡sobre todo!) tu Dominante. En el BDSM se puede ser muchas cosas aparte de sumisa en una relación DS. Si te atrae el dolor erótico, serás masoquista. Si lo que te gusta es que te aten, lo tuyo es el bondage. Incluso dentro de la DS hay muchas modalidades: Amo/esclava, Papá/niña, Maestro/discípula, disciplina doméstica, etc.
Publicado por: Hermes Solenzol