Ciertamente habeis tenido mucha suerte al encontraros el uno al otro y poder compartir vuestro "lado oscuro", por llamarlo de alguna manera, aunque de oscuro para todos nosotros no tenga nada.
Lo que te pasa es lo logico y normal, como tú dices, siempre hay uno de los dos que siente mas y en vuestro caso de pareja todavia es mas complejo.
Pero teneis la ventaja de que todo lo teneis hablado o lo hablais, sinceramente y bajo mi humilde opinion, si que tiene que ser mas cabron contigo en esos momentos, olvidarse de que eres o seras su mujer, caer en el exceso, porque es algo que ya esta hablado y que cuando acabe la sesion podeis volver a hablar con todo la tranquilidad.
Debe sorprenderte, debe pillarte fuera de juego, que no te lo esperes, que su autoridad te caiga cuando mas tranquila estas en tu casa.
Un simple "CALLATE", en el momento apropiado te hara bajar a los infiernos, te hara sentirte esa sumisa que con una sola voz de su Amo sepa que debe de volver a su sitio, que no es otro que a sus pies.
Él en ese momento se debe de olvidar que es tú futuro marido, dejar que su lado sadico y posesivo salga de él hacia la perra que tiene delante.
Una simple llamada de telefono de él a ti, "cuando llegue a casa ya sabes como quiero que me esperes, zorra", eso despertara en ti esas mariposas, esos nervios hasta que él llegue.
Y sí, por favor diselo, los hombres hay veces que si no nos lo dicen no vemos las cosas y menos cuando hay una relacion como la vuestra de por medio. Dile, "en ciertos momentos sé mas hijo puta conmigo", (sin ofender a nadie). Que te trate como si solo fueras su sumisa, sin miramientos, que una sola mirada te haga bajar la cabeza, que una sola palabra te haga entregarte a él en cuerpo, mente y alma.
No sé si te habra servido de algo toda esta parrafada, no te ofendas por nada de lo dicho y todo, todo esta dicho desde mi mas humilde opinion, ojala os sirva de ayuda.
Un saludo, DOMviktor
Buenas tardes lila_hada... Por lo que comentas parece que tu deseo es de practicas de humillación, o sometimiento duro. Pero por algunas de tus palabras tengo la sensación de que es la sumisión mental lo que echas en falta. Personalmente para mi son dos cosas diferentes, por lo que no se muy bien si mi consejo te será útil...
Creo que simplemente doblegar a alguien con dolor o humillación y hacer aflorar así su sumisión es relativamente fácil, pero momentáneo. La sumisión mental, lo que realmente crea ese sentimiento de entrega constante, es algo mucho más complejo y profundo, y que en cierto modo lleva "trabajo" por ambos lados, Amo y sumisa.
Desde luego lo que tengo claro es que lo primero que debes hacer es hablarlo con tu Señor, una sumisa siempre debe ser transparente con sus sentimientos, y comunicarlo a tu Amo no tiene porque ser un "golpe moral negativo", sino la sinceridad lógica que debe reinar siempre en este tipo de relación. Si lo que necesitas es simplemente sesiones con practicas más psicológicas hazle ver que no es algo negativo para que Él tenga la tranquilidad de soltarse un poco.
Si necesitas ese sentimiento de sumisión mental, la cosa es más complicada... No soy Dominante, pero como sumisa tengo claro que no es necesario que el Amo sea un "cabrón" (aunque alguno lo sea por creerlo el camino más sencillo :P)... En mi humilde opinión, hay silencios, hay miradas, hay caricias o incluso palabras bonitas... que someten mucho más que un azote o una palabra soez. Cada cosa tiene su momento, humillación y dolor inclusive, lógico... pero se necesita paciencia, sensibilidad e inteligencia para crear una verdadera sumisión mental. Por ello las cualidades de describes en tu Amo, me parecen muy positivas y creo que lo único necesario es hablarlo para que la relación siga evolucionando como ambos deseais.
Si que es cierto que con todas las ocupaciones y responsabilidades del día a día es complejo mantener viva este tipo de relaciones. Pero el poder del pensamiento es fuerte, y siempre hay gestos, rituales, ejercicios, disciplinas, deberes... Que tu Amo puede utilizar para mantener ese lazo invisible. Y tú, por supuesto, corresponderle como tal, con la dedicación, obediencia y entrega que merece, al fin y al cabo la sumisión es un sentimiento que nos sale de dentro.
Un abrazo!