11. Masturbación forzada
Esta técnica consiste en continuar con la masturbación cuando ya se ha producido la eyaculación. Como bien dice el nombre, se hace justo cuando el cuerpo pide descanso y recuperación y las sensaciones son más intensas (incluso desagradables o dolorosas, según la sensibilidad de la zona genital de cada cual). El objetivo es conseguir los orgasmos que se quieran a pesar de lo que el otro desee.
12. Contraste frío/caliente
Esta forma de tortura se puede considerar más sensual que bedesemera, pero no hay que despreciar los efectos que el hielo puede tener sobre el pene o los testículos, ni el efecto que puede causar el contraste con un líquido caliente (muy caliente pero sin quemar).
Hay quien usa el hielo para facilitar la insensibilización en el caso del sexo anal, pero yo no lo aconsejo porque esa insensibilización no permite saber si se está produciendo algún desgarro, y porque el frío contrae la musculatura, dificultando la penetración.
13. Rueda dentada
Se pueden usar objetos punzantes que no desgarren la piel, como es la rueda dentada, palillos de dientes, un tenedor, un cortapizzas, etc, asegurándose de que no se produce perforación de la piel.
Las zonas más sensibles son las que más responden y en las que más precaución hay que tener. Se puede arrastrar sin lacerar.
14. Pinzas
Existen en el mercado muchas clases de pinzas, desde las de la ropa, del pelo, las de oficina, a las médicas, y a las bedesemeras. Lo más importante de todas ellas es que conozcamos el tipo de presión que ejercen, tanto en intensidad como en tipo (no es lo mismo una pinza estrecha que una ancha). Para ello es mejor probarlo antes en uno de nuestros dedos, antes de colocarla, y una vez colocada tener en cuenta que el efecto es acumulativo en algunas zonas, y en otras la zona se habitúa a la pinza y el dolor se nota al quitarla.
Es preferible lavarlas antes de usarlas y tener cuidado con el tipo de material, ya que algunos pueden producir lesiones (los clips metálicos, por ejemplo)
15. Anillo testicular o de pene,o ambos
Hay anillos de muchos materiales, desde los metálicos a los de latex, piel, plástico, silicona, etc. También se pueden usar abrazaderas de plástico, y hay que tener a mano las tijeras para quitarlas. Su función es apretar, estrangular, inmovilizar, mantener y favorecer la erección, e incluso se pueden usar a modo de collares de posesión. Permiten acoplar otros elementos como pesos, candados, arneses, etc.
La precaución en este caso es prevenir la interrupción de la circulación sanguínea, por lo que es recomendable quitarlos cada 30 minutos para reestablecerla.
Existen unos anillos para el pene que se colocan estando éste en reposo y que produce un efecto de estrangulamiento en cuanto empieza la erección. Hay que tener la precaución de usar unos fáciles de soltar (por ejemplo de cuero con corchetes) o de tamaño adecuado, ya que no es tan sencillo de quitar si produce un estrangulamiento exagerado de la zona.
16. Momificación
También esta zona se puede momificar, ya sea envolviendo el pene junto con los testículos y dejar todo ese paquete colgando entre las piernas para que lo note al andar, o bien envolviendo la zona púbica y creando un efecto de pañal. Para ello se puede usar plástico de cocina, vendas, tiras de tela (una buena manera de aprovechar una sábana), cintas, etc.
La finalidad es sentir la presión y la inmovilización, y es una de las maneras de impedir la erección. Además las sensaciones sobre el plástico también son interesantes (con la rueda dentada, por ejemplo).
17. Chastity belt (cinturón de castidad)
Esta sería una forma psicológica de tortura, que para algunos es una forma de entrega, y para otros un suplicio, sobretodo cuando los testículos empiezan a estar cargados de esperma y duelen.
Una precaución es no combinar el Cb con métodos de azotes, ya que hay zonas de presión añadidas por el propio aparato que podrían causar lesiones.
Más información: Efectos a largo plazo de la castidad forzada (en inglés)
18. Trampling (pisado)
El trampling se puede hacer directamente sobre el cuerpo de la persona (presionando el pene y los testículos contra la zona púbica), o sobre una superficie dura colocada encima del abdomen (una tabla de madera o de plástico. Se puede fabricar una con el orificio preparado en el que encaje el pene). No es conveniente en ningún caso dejar caer todo el peso sobre los genitales.
Se puede pisar con el pie desnudo o con zapato de tacón (el clásico). Y en todos los casos hay que tener especial cuidado cuando el pene esté erecto, de no causar una fractura, y con los tacones de no clavarlos y provocar hematomas (que aunque a algunos les guste llevarlos, no son sanos).
19. Succión
Si se usa muy a menudo o durante mucho tiempo, una succión elevada puede producir microroturas musculares por el exceso de presión, y al ser la musculatura del pene del tipo liso, no es de la que se ejercita haciendo un sobreesfuerzo.
Para el caso del cbt, produce una sensación de separación (de que se arranca el pene), y también se usa para la masturbación forzada.
20. Palillos chinos
Los palillos chinos se usan como elemento de presión, o torsión. Se usan uniéndolos entre sí con gomas elásticas, de tal manera que la presión la da las vueltas que le demos a las gomas (a más vueltas, más presión). Se pueden colocar sobre el pene, o en la base, y también atrapando los testículos.
21. Figging
La técnica del Figging consiste en introducir trozos de gengibre pelado en los orificios de la uretra (y también anal), para crear una sensación de quemazón que puede resultar incómoda o muy excitante (dependiendo de la persona).
En esta técnica también se pueden emplear otras sustancias como menta (o cremas refrescantes a base de menta) y alcohol. En todos los casos el efecto perdura hasta que la sustancia se evapora o se neutraliza en contacto con la mucosa (que es donde se aplica). El gengibre en zonas no mucosas no produce ningún efecto.
22. Peinado o raspado
Recomiendo que no tireis los cepillos de dientes viejos, porque se pueden usar para esta técnica, así como un peine de puas, un cepillo de puntas metálicas, y cualquier objeto que sirva para hacer un peinado o raspado de la piel (no, no se usan para peinar el vello púbico, eso solo puede ser una tortura si hay una selva de pelos).
Hay que procurar no producir heridas sobre la piel, y tener cuidado en las zonas más sensibles (piel de los testículos y zona del glande, corona y frenillo).
23. Molinillo
Para esta técnica no tengo ninguna imagen ni video, así que la explicaré lo mejor que pueda. Consiste en enrollar el pene con una cuerda, empezando desde la base, y cuando se llega a la punta se tira de la cuerda de golpe. El pene empieza a dar vueltas y parece un molinillo. Esta técnica me la enseñó una buena amiga.
24. Retención de orina
Esta es una de las técnicas en las que la tortura no es tanto el dolor en si, como la sensación de urgencia, de humillación por no poder orinar, y a la que se le puede añadir el uso de un pañal como forma última de tortura. La gracia está en no permitirle orinar hasta que se lo digamos, produciéndose entonces una mezcla entre alivio y dolor.