El macho y el eunuco
La Diosa se burló del
esclavo enjaulado, que veía con ojos ávidos como restregaba el culo sobre la
cara del macho que estaba bajo Ella. La Diosa sujetaba los brazos del
macho con sus rodillas para
inmovilizarlo y someterlo y apretaba su culo contra su cara en un magistral
facesitting mientras éste sumergía su nariz y su lengua en sus profundidades
sofocado y empalmado.
La Diosa suspiraba de placer
por la habilidad de la lengua del macho, que le recorría toda la rajita del
culo y le chupaba las paredes del ano. Y con su vara, imprimía fuertes golpes
al miembro empalmado del macho que alto y nervudo se erguía como una estaca
ante Ella.
“Ves cerda, este macho si que vale, me hace
disfrutar y él se empalma bestialmente, no como tú, que eres una vil eunuca con
un minipene y que solo mereces ver lo que te pierdes, ahí encerrada”
Mientras el macho seguía
masturbándola, acercó una mano al candado de la jaula y abrió la jaula.
“ sal inútil, y cómete ese miembro de verdad y no
falles, quiero que ambos lleguemos al orgasmo a la vez”
El eunuco se arrodilló ante
la verga, y se inclinó ante ella respetuosamente lamiéndola de arriba abajo
La Diosa, notaba la
creciente excitación del macho que aumentaba su ritmo de lamidas en su culo y
ano, y que la transportaba cada vez más cerca del éxtasis del placer.
“Vamos eunuco, cómetela ya y prepárate a recibir en
tu boca el semen mi macho, que ya está muy a punto”
El eunuco se la tragó hasta
el fondo de su garganta y la chupada con ritmo, saboreando su tersura y dureza.
El macho ardía del placer
que le producía el culo lleno de sabores de la Diosa, unido a la felación que
arrodillado sobre él le practicaba el eunuco.
“Ni se te ocurra correrte esclavo, has de esperar
que me corra yo a la vez en tu cara”
La Diosa sentía cada vez más
y más y sus movimientos de pelvis ya preludiaban el estallido. La lengua del
esclavo era muy hábil, y el placer que le proporcionaba en su culo, muy intenso
.
“Ya”gritó la Diosa en un espasmo,.” Ya llega”, “ ahora, ahora, mas, mas………”
Y la Diosa se corrió profundamente
mientras se acariciaba sus pechos y veía cómo el eunuco bebía glotonamente todo
el espeso semen que salía del miembro del macho que estallaba también de
placer.
“ Si si, así me gusta, sigue más, cálmame esclavo,
sigue lamiendo”
“Y tu cerda, ya no chupes más, ya lo has exprimido
bastante. Y limpia tus labios guarra, que los tienes llenos de su leche”
“Y deja esa polla bien limpia y reluciente, es una
verdadera joya que tienes que cuidar”
La Diosa, seguía cabalgando
con su culo en la cara del macho, que seguía lamiéndolo sin cesar y observaba
como el eunuco recorría con su lengua la verga del macho dejándola libre de
todo rastro de semen.
El macho volvió a empalmarse
con fuerza mientras el eunuco se la acariciaba con su boca y su lengua.
La Diosa se levantó y apartó
al eunuco de un empujón.
“ Quita inútil, ya me la has dejado bien limpia y
lubricada, ahora es mia”
“Mira como me empalo en una verdadera polla,
túmbate y mira como me penetra”
La Diosa se sentó sobre la
verga del macho, mirando hacia él. Con cuidado fue introduciéndosela poco a
poco en su coño, mientras el eunuco con su cara al lado no se perdía detalle de
la penetración.
Con varios hábiles
movimientos la Diosa consiguió sumergir la estaca del esclavo en su coño, y ya
con ella dentro, suspiró de placer sintiendo profundamente.
El esclavo veía a su Diosa
sobre él, enseñándole sus turgentes pechos y clavada en su miembro y las
oleadas de placer le sacudían intensamente.
“Arrodíllate con los brazos en cruz, eunuco. Vas a
ver un verdadero orgasmo vaginal. Esto es un macho real, cerda”
“Y tu esclavo, mantén el vigor y no te corras. Solo
es mi placer el que busco contigo”
El coño de la Diosa, subía y
bajaba con ritmo y el placer se tornaba inaguantable.
Con sus finas uñas, la Diosa
se acarició los pezones para notar todavía más el placer que ya le inundaba
todo su cuerpo como un fuego.
El esclavo notó todos los
flujos del coño de la Diosa en su miembro y vio el cambio de expresión de su
cara, que no podía reprimir los gestos de placer.
“Aguanta esclavo, tu no, ya me viene , ya ya ya ya, si si si si
siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii……….”
La Diosa se corrió
profundamente con la polla del esclavo dentro, sintiendo toda su fuerza y
vigor.
“Ya ya, que a gusto me he quedado, ha sido perfecto
esclavo, eres un buen macho servidor, no como esta torpe eunuca”
La Diosa se levantó y se
acercó al eunuco.
“ Mira si soy generosa cerda, te voy a permitir que
me limpies mi coño de mis jugos, pero hazlo con cuidado, sabes que para ti es
sagrado y te está prohibido”
El eunuco limpió bien todos
los labios, el clítoris y el interior, repasando con su lengua todos los
pliegues y dejando fresco y lubricado el Sagrario de la Diosa.
La Diosa, se acercó a su
trono y se sentó.
“Sírveme una copa de vino, eunuco, necesito
recuperarme”
El esclavo seguía tendido en
tierra bien empalmado.
Ella lo miró con ternura y
ordenó
“Eunuco, mastúrbale, lo merece”
El eunuco se arrodilló ante
el esclavo, y mientras con una mano le masajeaba los huevos, con la otra
masturbaba la poderosa verga. El esclavo, estaba muy a punto y pronto exclamó:
“Permiso para correrme
Diosa”
“ Si córrete ya, ríndete al placer ante mi mirada”
La Diosa observó los gruesos
chorros de semen que salían de la verga del esclavo, que llegaban a manchar la
cara del eunuco, por la presión a la que eran escupidos-
“ Ya está, ya está, tranquilízate”.Los espasmos del esclavo fueron disminuyendo y
solo se oía su ansiosa respiración.
“Límpialo eunuco, con la lengua. Así de paso
vuelves a probar su semen, que eres una glotona”
“ Y ahora cuando acabes, a la jaula, no quiero que
me molestes”
El eunuco, se volvió a
introducir a la jaula, y la Diosa puso el candado, dejando guardada la llave.
“Levántate esclavo, vas a disfrutar ahora de mis
delicias”
Y ambos Diosa y esclavo se
abrazaron y besaron con placer, mientras el eunuco contemplaba sin perder
detalle sus caricias y besos de arrebatada pasión.