En este mundo en el que se premian las falsas verdades, en el que la injusticia se reconoce en cada texto, yo prefiero reinar en el infierno que servir en el paraíso
Si las leyes permanecen como hasta ahora, seamos discretos; las opiniones fuertes nos obligan a serlo. Pero en la privacidad y el silencio, seamos nosotros mismos para compensar la cruel castidad que nos vemos obligados a manifestar en público.