Contradicción.
Siempre he pensado que los sentimientos que tenemos todos en el bdsm, son demasiado complejos para poder explicarlos. Son sensaciones que solo las siente uno y no se puede transmitir… Pero si hay algo que tengo claro, es que la palabra que más se acerca a describirlos, es contradicción.
Disfruto del sonido de tus gemidos de dolor, pero a la vez también saboreo el sonido de tu risa incontrolable.
Me gusta poder causarte dolor y ver cómo lo sientes, pero mataría para protegerte, al que te tocará un solo cabello tuyo.
Deseo enormemente poder influir en tus acciones y que me obedezcas, pero deseo tu rebeldía y tu lucha.
Quiero que lo pases mal si no sabes de mi o no me ves, pero se me rompe el corazón si te veo triste.
Quiero azotarte fuerte con mi mano hasta que tu piel quede marcada en rojo y sientas como arde, pero también deseo acariciar con esa misma mano tu mejilla, lenta y suavemente.
Quiero intimidarte y que te sientas tensa delante mio, por no saber que te espera, pero también espero que el lugar donde te sientas a salvo, sea a mi lado.