Acaricio entre las piernas de mi mascota , está mojada y excitada como
perra en celo. Pongo mis dedos inundados de líquidos en su boca,se
intercambian fluidos,lametones,más gemidos,más gritos y de nuevo esos
maravillosos azotes.....
Azotándola con fuerza y escuchando como sus gritos de
lamento se transformaban en los gemidos musicales de un clímax creciente de placer.
Arrodillada, con mis piernas desnudas sin levantar la cabeza y con mis
brazos atrás comprendí que ya todo había cambiado.
Cuando sus manos
levantaron mi barbilla y pude mirarle a los ojos comprendí que ya era
suya....
Un fuerte y penetrante varazo que atraviesa el cuerpo desde el coxis
hasta el cerebro, una descarga eléctrica que recorre la espalda en un
grito de placer.
El cuerpo momentaneamemte tensado,rápidos jadeos y gemidos en cada golpe de cinturón.El sonido del cuero golpeando sus nalgas haciendo eco en la sala,haciendo eco a través de sus pensamientos.
Aprieta los dientes con fueza,empujando a sí misma,poniendo a prueba sus límites.
Saboreando con placer la sensación única del dolor punzante, el calor papitante se extiende por todo su cuerpo.
Si quiero ser su sumisa ,es porque siempre me esmeraré en complacerle,en darle gusto en todo,en anticiparme a sus insinuaciones,al más leve destello de su voluntad,siempre exclava de sus deseos,siempre pendiente de su voz,siempre atenta a sus miradas,porque quiero adivinar todos sus pensamientos por pequeños que sean y esmerarme lo máximo posible en darle a gusto a todo para verle contento y feliz mi Sr.