Supe
construir una fortaleza en mí, para no volver a vivir con determinado sentimiento,
de personas que solo me dejaban tristeza vacío y dolor….tratando de protegerme
de ese sentimiento conocido, dejando a la vista al exterior tan solo con una puerta…para
que pudiera entrar el cariño, la complicidad, la atracción…….pero esa puerta
daba a una sola estancia, no se permitía entrar al resto de espacios dentro….hasta
hoy…
Y
al referirme a hoy, me refiero al momento en que empecé a sentir las palabras
que me decía, a cerrar los ojos y vivir como en un fotograma las situaciones,
escenas y demás cosas que me escribía.
Todas
las puertas y muros de mi fortaleza se abrieron….el entró y se hizo con
ella….una por una, cada estancia, casa esquina cada resquicio….ahora soy yo la
que se siente extraña dentro de sus propios y debilitados muros…y no solo
extraña, sino vulnerable, frágil, débil…
He
tenido tiempo de reflexionar, sola….porque me siento así, sola, necesitada de
atención y de ¨más¨ cosas que no podré tener de él. A pesar de aferrarme al ¨no
puede¨ en cambio de al ¨no quiere¨, ahora me encuentro en el momento en el cual ya
solo me queda reunir el attrezzo necesario para volver a mí….a ir recolectando
piedras que simbolicen cada lágrima y cada dolor que siento ante esta
inseguridad e irlas apilando para ir reconstruyéndome. No es fácil…el sigue en mí,
muy dentro y mi sensación es que cada vez que avanzo con una pared, esa pequeña
grieta que dejo para respirar es suficiente para que él se cuele de nuevo en
ella y la resquebraje, la debilite. Él es también víctima de mis muros, no lo
puedo evitar. Sé que le duele saberme en acción, saber que nuevamente estoy
necesitando encerrarme, quererle menos, desearle menos y sobre todo necesitarle
menos….no es fácil porque en el fondo de mí no es lo que quiero. Lo quiero a él
pero no podrá ser. No sé quererme a mí antes que a él porque en este tiempo me
he sentido como si fuéramos uno….nuevamente hasta hoy…
Debo
hacerlo no solo por mí sino por él. Debo en nombre de lo que por él siento,
liberarle de verse en esa obligación de estar pendiente de mí, de creer que
debe decirme cosas que quiero escuchar, escribirme cosas que quiero
leer….porque está equivocado. Se hace daño con el esfuerzo al intentarlo, y me
hace más daño a mi porque lo que leo, lo que escucho….no es lo que quiero, es
simplemente lo que quisiera y sé que no va a ser.
Seguiré
su camino, tras él, al ritmo que él marque y mientras….mis muros continuarán
alzándose, reconstruyéndose …..sé que la dirección que él tomará y donde
permanecerá es hacia esa puerta……a la que accedió desde el inicio…solo allí,
donde él se sentirá más cómodo, menos presionado…..y espero con el tiempo
volver a sentirme allí tranquila con él..
Hasta que él decida salir. Y será entonces cuando esa puerta desaparezca tras un nuevo muro, ahora sin ningún tipo de grietas, nadie necesitará ya respirar tras de ella….solo una persona ha podido pasearse libremente tras ella…..hasta hoy….
Daniela