Cae la noche y mi Señora se transforma, no debes dejarte engañar por su aspecto dulce y angelical, ni por su tono de voz suave que emana de su maravillosa boca durante el día. Cuando el sol desaparece, su voz se vuelve dura y seca, impera el marco normativo negociado unilateralmente, el que Ella ha impuesto según su voluntad y deseos, aquel en el que no está permitido hablar si Ella no lo permite, ese en el que la dominación que ejerce se abre paso entre las tinieblas que tiñen el silencio, ley que tan solo me habilita a cerrar los ojos o dirigir mi mirada hacia el suelo.
Cuando mi Señora accede a su cama, yo soy su colchón, soy su almohada, su felpudo, sin perjuicio de cumplir cualquier otra función que Ella disponga a su antojo, porque yo soy su fiel servidor, su sumiso, el blanco de su poder y la diana de sus latigazos. Todo lo que Ella imagina se cumple, por las buenas o por las malas; y sé por experiencia, que es mejor hacer realidad su voluntad por las buenas.
Mi Ama se divierte de múltiples formas distintas, para ella, la noche es el momento adecuado para salir a jugar, le gustan los juegos perversos en los que siempre vence, como no podía ser de otra forma; y yo, yo soy su juguete preferido. Dolor y placer se entrelazan, llevándome al más intenso climax, alejandome de la realidad y situándome bajo sus pies, transportandome del cielo al infierno, a su antojo y conveniencia. A veces pregunta lo que deseo y no se contestar, ya que mi deseo es someterme a su voluntad, sea cual sea la forma. A veces me abraza, otras me estrangula y en ocasiones me pasea como el perro que soy, su perro.
Justo antes de que sol haga su aprición, mi Ama me da un respiro, permitiendome descansar; insisto, no debes dejarte engañar...Ella quiere que esté listo y disponible para usarme de nuevo antes de que la noche llegue a su fin y llegue el amanecer. cuando éste hace su entrada, mi Ama vuelve a transformarse, su voz cambia nuevamente, me abraza y me besa y desea buenos días; con una doble intención, porque sé lo que pasará cuando llegue de nuevo la noche.
Mi Ama es Mistress Luz, y es muy especial, ya que vive entre dos mundos: el cielo y el infierno. Ella se mueve entre ellos a ritmo de sus caprichos y yo solo puedo agradecerle con mi mas sincera entrega, que sea sus capricho preferido.
A sus hermosos pies Mistress Luz.
El Muro