Después de escuchar a muchos Dominantes,-o aquellos que se auto-proclaman Am@s-escuchar su versión de cómo se debe dominar, cómo tienes que ser ante tu sumis@ en una sesión o fuera de ella, cómo deberías tratar a esa persona que-¡ojo!-, ante todo es una persona que siente y que padece, al igual que tu. O a algun@s sumis@s que por no tratarles desde el primer "Hola" con la punta del pié te sueltan:-¿eres poco Ama no?-o directamente:-tú no eres Ama, pienso y les digo: Soy como me da la gana, cuando quiero, donde quiero, y con quien quiero.
Una cosa es dar consejos y otra muy distinta hacer de tu visión de este mundo la Bíblia del BDSM.
¡Señoras y Señores!, haber si nos enteramos que el BDSM es libre, que cada cual lo vive y lo siente como quiere, que nadie tiene el derecho de imponer nada a los demás ni de juzgarlos.
Soy como soy, el que quiera aquí estoy y el que no, puerta...
El Muro