Fue en medio de mi camino de mi "ruidosa" o "silenciosa" vida en solitario, donde me di cuenta de que algo no iba bien, algo en ella no terminaba de encajar, sentía que algo me faltaba y sabía que ese "algo" era muy necesario para mí y con el cual sería muy feliz.
Fue el punto exacto en el que me di cuenta, de que estaba hecha de una pasta diferente a la de cualquier otra persona.
Sabía que si encontraba esa pieza perdida que me faltaba en mi mundo, todo tendría sentido en mi vida.
Pero ¿cómo llegué a esa conclusión y cómo me supe poner en el buen camino?, no es fácil ser consciente de ello desde el principio.
Simplemente tenía que aprender a conocerme a mi misma, darme mis propias oportunidades de vivir alzándome, cayendo y volviéndome a levantar, ya que ninguna experiencia en la vida será un error si sé cómo mantener la cabeza bien alta y no arrepentirme jamás, pues de todo se aprende y en caso de sangrar por herida, siempre existirán los puntos de sutura.
Supe que estaba en el camino correcto de encontrar ese "algo" que me faltaba, cuando encontré a mi Macho Alpha.
Ese ser que con sólo su presencia hace que me tiemble el suelo y a la vez me sienta protegida, es quien hace que me sienta dama ante los ojos mortales y perra indomable sólo ante Él.
Lo supe, porque sentía dentro mi misma, ese instinto natural de obedecer (con respeto y sin miedo, siempre) a ese Macho Alpha que se me mostraba delante.
Sentía la necesidad de querer complacerle, de querer esforzarme al máximo en ser su orgullo y en desear entregarme, porque sabía que Él jamás permitiría que nada malo me pasara.
Él siempre me guiará, educará y someterá a su raciocinio, no sólo para hacerme parecer a Él y poder vivir libres en nuestro propio mundo, o por el mero hecho del placer, sino que sobre todo será para hacerme crecer como persona en todos los aspectos de mi vida y hacer que nunca jamás me sienta sola e incomprendida.
Así, creceremos juntos siempre.
Una vez fui consciente de todo esto, debí informarme apropiadamente y cuanto pude para asegurarme de que era realmente lo que quería y necesitaba, pues una vez comenzada la aventura junto con mi Señor, ya no habría vuelta atrás.
El aprendizaje hasta ser una buena sumisa sé que no será fácil, pero partiendo de la premisa de que la vida en general tampoco lo es, no debo ser cobarde y esconderme ante cualquier problema o miedo que pueda surgir, es aquí donde debo poner todo el empeño y no rendirme.
Es entonces donde tengo que entender, que Él será quien debe guiar todo el proceso y saber si en algún momento voy a perderme, para ir a mi reencuentro y traerme de vuelta.
El primer punto que aprendí en los inicios y que debo tener muy en cuenta para siempre, es que ambas partes somos ante todo personas, con lo cual, si yo me entrego convencida y confiada, sé que la otra parte también lo hará de igual manera.
Los demás puntos son iguales de importantes.
Como sumisa, deberé cumplir con mi parte del trato y asumir mi rol, saber que si incumplo alguna norma habrá castigo, pero también debo saber que si soy buena, aunque haya alguna parte difícil o complicada, todo irá bien.
-Deberé ser paciente y no anticiparme nunca a ningún hecho que me cause curiosidad, siempre esperaré que mi Señor deseé enseñármelo.
-Únicamente me anticiparé en realizar algún gusto de mi Señor, cuando ya lo conozca bien y siempre será para mostrarle complacencia, deseo, obediencia, humildad y lo rápido que puedo aprender, para ganarme todo su orgullo y amor.
Llevo orgullosa, su nombre y su collar grabado en mi piel.
Atada a Usted es como quiero vivir.
El Muro