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Me gustan las sumisas curiosas, inteligentes y sensibles.
Lo primero que busco en una sumisa es que sea inteligente y nunca tendré bastante con eso.
Me gusta dominar, siempre con sensatez.
Me va mucho excitar a mi sumisa y siempre busco un poco más,
aunque ella ya esté loca de excitación.
Se podría decir que la excitación ajena es uno de mis principales fetiches.
Jugar con la excitación, sensaciones y emociones de mi sumisa
mientras está controlada y dominada por mí.
Un juguete con el que dar rienda suelta a todas mis apetencias y perversiones.
Algunas de mis prácticas preferidas en BDSM son las privaciones de vista,
inmovilizaciones, y el control de orgasmos.
Me recreo mucho en tocar, acariciar, lamer, besar y excitar a mi sumisa cuando está inmovilizada,
y realmente siento detenerse el tiempo cuando lo hago.
No me gusta el dolor extremo, ni las agujas ni la sangre.
Me gustan los juguetes sexuales y tengo una buena colección.
Me gustan las cuerdas y me defiendo con ellas, aunque aún tengo que aprender más.
Puedo ser duro, pero también protector y cariñoso.
Pienso que uno de los mayores encantos del BDSM es esa combinación rudeza/delicadeza,
acariciar a una sumisa en la cabeza con una mano mientras con la otra le das un azote en el culo.
Creo en el sano-seguro-consensuado y en la comunicación en todos los sentidos. |
