viviendo
Otro día más en una cueva oscura,
otra noche más que no yazgo junto a Ulises,
otro frío en la piel del lecho vacío.
Todo lo tejido se deshace,
manteniéndome fiel a mi camino, recorriendo las soledades.
Y después de tantos años de esperar
¿qué importa si Ulises no llega?
¿Y si la espera fuera un espejismo,
la fidelidad una trampa en la que se encarcela y se engaña?
Tejiendo y tejiendo mi Penélope se convierte y transforma.
No soy ya la esposa fiel que espera
Porque Yo Soy la Itaca a la cuál arribar,
Mi Cuerpo es el lecho en el que Odiseo anhela meterse,
Soy el Amor del cuál el héroe libaría.
Soy la habitación cálida que la acoge;
Soy el néctar y la seda con la que hilo las ropas
No soy la que espera
Soy la que Ofrece…