Hubo un tiempo en que los Amos y Dominantes clásicos, amantes del genuino BDSM no estaban recluidos en pequeños círculos o en días señalados en ciertos locales. Había fantasmas, sí, y sumisas de opereta. Había sumisas con tendencias brat o primal o las moderneces de hoy. Pero sobre todo amaban el BDSM. La educación era la primera condición.
Había un tiempo en que el BDSM no era insustancial, no era un juego con cama, era un maravilloso vinculoHubo un tiempo en que los Amos y Dominantes clásicos, amantes del genuino BDSM no estaban recluidos en pequeños círculos o en días señalados en ciertos locales. Había fantasmas, sí, y sumisas de opereta. Había sumisas con tendencias brat o primal o las moderneces de hoy. Pero sobre todo amaban el BD...Leer más...