Primero que nada quiero agradecer a tod@s los que forman parte de este sitio, que ahora se ha vuelto como mi segunda casa, un lugar donde me siento cómodo de investigar y aprender sobre algo que inicio como una oscura parte de mi que no entendía, y que ha evolucionado a algo increíble.
Me gustaría compartirles lo que todos ustedes me han enseñado hasta ahora, y que me dieran orientación para seguir en el mundo del BDSM del cual ahora soy un orgulloso integrante.
Desde muy temprana edad descubrí que la sumisión, la inmovilización y la deprivación sensorial producían un efecto en mí extremadamente difícil de explicar. Y fue así como inició mi búsqueda de tantas respuestas que he encontrado aquí.
Como aprendiz me he dado cuenta que el BDSM, lejos de ser algo oscuro, diabólico, o cualquier otro adjetivo que se les venga a la mente, es una ideología llena de valores como Confianza, Responsabilidad y Respeto. Que la gente que practica el BDSM no es gente promiscua ni enferma (como mucha gente lo concibe) sino todo lo contrario, gente sumamente culta y humana que busca el conocerse a si misma de una forma más completa. Gente que no tiene miedo de si mismo y de su esencia. Gente capaz de amar mucho mas intensamente.
El BDSM me ha enseñado, como nada ni nadie más lo ha hecho, a ser amante de la elegancia y de la belleza del cuerpo humano. Me ha obligado como buen sumiso, a alejarme de los vicios que envenenan la mente y el alma como la pornografía y la violencia sexual. Me he hecho amante de las mujeres que visten elegantemente de cuero o de látex seguras de sí mismas, más que el de una mujer desnuda siendo violentada por otra persona. Me ha hecho sentir por medio de una imagen cosas que jamás habría sentido de otra manera. Me ha enseñado que el sexo es mucho mas que un acto meramente físico, y que el poder de la mente puede hacernos llegar a lugares inimaginables.
Apendí a adorar y a honrar a mi pareja cómo solo l@s sumis@s saben hacerlo, y a querer estar a su lado toda la vida.
Pero sobre todo, aprendí que no podemos negar lo que somos ni lo que sentimos. Negar esa parte de nosotros sólo nos lleva a la frustración y el odio a nosotros mismos.
Por fin descubrí lo que significaba aquella sensación que sentí cuando todavía era un niño, y lo único que quiero es llevar conmigo esa sensación toda la vida.
Ahora viene la parte difícil de todo esto. Aunque mi pareja sabe sobre esta parte oscura de mi, no me queda mas que desnudar mi alma ante ella y esperar a que ella me acepte como soy, y llevarla de la mano por este camino tan increíble que es el BDSM.
Espero pronto inciar a practicar tantas cosas que he aprendido y compartir las experiencias que se vayan presentando.
Muchas gracias a todos por hacer de este lugar tan confortante, y espero seguir aprendiendo tanto de todos ustedes.
Larga vida a El Palacio...