aun con miedo antes de entrar al cuarto, el la miro a los ojos una vez mas, prometiendole la mejor experiencia de su vida, convenciendola con una caricia y una mirada calida que si no lo queria el pararia.
ella no resistio mas y acepto lentamente, ambos entraron a la habitacion
el deceoso de poseerla
ella anciosa por ser sometida
sumision lo anelo pero ¿podre hacerlo? es algo que quiero saber, que quiero conocer...
es ese lugar que te mueres por conocer pero temes ante el....
Como no siempre llueve a gusto
de todos, estoy seguro de que esta reflexión no será tomada a bien por una gran
parte de quienes lean estas palabras, ante todo, quiero hacer constar de que,
como todas las reflexiones, es producto de unos pensamientos temporales, del
momento, dejándome llevar por aquello que fluye en mi cabeza y que de alguna
forma quiero compartir, posiblemente habrá mayoría de detractores, no trato de
convencer a nadie ni de sentar cátedra de nada, tan solo son ideas,
pensamientos y como tales han de ser
tomados.
En más de una ocasión he
escrito acerca de las bondades y virtudes tanto de Am@s como de sumis@s, de la
excelencia de la D/s, del glamour, protocolo, en definitiva, de la esencia del
BDSM, pues bien, hoy quiero hacer una crítica y no muy constructiva, precisamente.
Muchos conocerán la historia
del BDSM, pero para los que no, permitidme hacer un pequeño apunte histórico, no data precisamente del Marqués de Sade, de
su filosofía y obras, como algunas personas creen, ni de Masoch, a estos
personajes podemos atribuir los fundamentos del Sadomasoquismo, eso sí, pero
nada más lejos de lo que hoy en día conocemos como BDSM, estas siglas fueron
establecidas por primera vez en abril de 1991, en torno al foro de noticias por
Internet denominado alt.sex, como la yuxtaposición de dos abreviaturas
contrapuestas, BD (bondage y dominación) y SM (sadomasoquismo), que en realidad
se habían creado, precisamente, para distinguir del sadomasoquismo (que gozaba
de una conocida mala imagen) a las "otras" aficiones.
Como elemento globalizador, el
BDSM tiene escasas décadas de vida y se inicia cuando diversas asociaciones de
activistas homosexuales S/M de EE.UU. e Inglaterra tratan de crear un mismo
espacio subcultural para actividades hasta ese momento bien distintas, como la
Dominación, el Bondage, el Fetichismo o el Sadomasoquismo. Es la época de la
Old Guard, mediados de la década de 1970, y su libro de cabecera es
Leatherman's Handbook. Durante este periodo, el movimiento conserva su
vinculación con el mundo homosexual masculino, sin abrirse a los espacios
hetero o de homosexualidad femenina y rechazando la idea de admitir a
activistas Switch (es decir, quienes se confesaban cómodos en ambos roles)
entre sus filas. También rechazaban frontalmente la admisión de quienes quiera
que considerasen las relaciones B/D y S/M como ¨solo juego¨.
No es hasta principios de los
80 cuando el movimiento BDSM comienza a englobar también a la cultura
heterosexual y lésbica, siendo promotores de ese sustancial cambio grupos como
el colectivo lésbico Samois y otros.
A principios de los 90,
empieza lo que hoy conocemos como el periodo de la New Guard (Guardia joven o
nueva), que se caracteriza por la decidida apertura hacia el mundo heterosexual
y de la homosexualidad femenina, la aceptación del fenómeno Switch, la inclusión
de elementos de sensibilidad interior (dominación psicológica, relaciones D/S
sin inclusión de rasgos sadomasoquistas, etc.), la aceptación de quienes
practicaban el ¨sólo juego¨, y la participación activa de la mujer heterosexual
en el asociacionismo BDSM.
Pues bien, después de este
breve apunte histórico, permitidme entrar de lleno en el contenido de mi
reflexión.
Está bastante claro que las personas sádicas y masoquistas, tienen muy clara su condición, lo que quieren, lo que sienten y cómo disfrutar de ello, obtener placer mediante el dolor, ya sea infringiéndolo o recibiéndolo es algo que no admite discusión, sabemos que hay un proceso químico en nuestro organismo mediante el que se producen unas sustancias naturales llamadas endorfinas en respuesta al dolor, una especie de inhibidores de las fibras nerviosas que lo transmiten, una forma totalmente licita y respetable de obtener placer, pues bien, hasta aquí, podemos entender lo que las personas masoquistas sienten, como veis, nada de implicación emocional, nada de entrega, de protocolo o cualquier otro sentimiento, tan simple como gozar por el medio que más placer les produce, pero… qué ocurre con las personas sumisas..? Qué papel juega el dolor en su condición..?
Se supone que este tipo de personas no
obtienen placer por el dolor infringido, si bien, siempre se ha dicho que el
placer lo produce el ofrecimiento de su dolor al Amo, entonces..? Qué ocurre,
que todos los Amos son sádicos..?, esto me hace pensar que debería ser un
chollo ser Amo, de hecho, muchas personas consideran que este mundo está muy
bien montado en beneficio de la parte dominante, se les permite infringir
dolor, se les trata de usted, con respeto, se les sirve, con devoción en la
mayoría de los casos, recibiendo la entrega de sus pertenencias, de sus
sumisa@s y esclav@s.. vaya..! lo que se dice, unos semi-dioses..!! Claro, esto
es así gracias a que como hemos visto en el pequeño apunte histórico, a
principios de los 90, la New Guard, incorporó apartados tales como ¨ la inclusión
de elementos de sensibilidad interior (dominación psicológica, relaciones D/S
sin inclusión de rasgos sadomasoquistas, etc.), la aceptación de quienes
practicaban el ¨sólo juego¨, el nuevo BDSM
Pues bien, a pesar de todo
esto, el motivo de mi reflexión es decir que nada de esto es cierto, sí, eso he
dicho, es una falacia, y ahora dejad que me explique…
Ser Amo no es un chollo, nada
más lejos de la realidad, vamos a ver, para empezar, si un Amo disfruta
infringiendo dolor, es sádico, así, como suena, si por el contrario juega a
mantenerse en la delgada línea que separa el placer del dolor ( que en teoría
es lo que debe de hacer) es un trabajo arduo y nada sencillo, sabemos que la
parte sumisa acepta o dice aceptar el dolor para complacer al Amo, pero que no
se lo haga muchas veces..! no demasiado dolor, porque si no, no hay disfrute.
Entrega, esto es lo más importante
de la condición sumisa, la entrega, digamos que es la esencia de la sumisión,
pues bien, vamos a analizar esta parte.
Qué conocemos por entrega..? a
qué llamamos entrega..? Tan sencillo como dar, dar sin pedir nada a cambio, tal
y como hacen nuestras mascotas y sobre todo nuestros queridos compañeros y
mejores amigos de hombre, los perros. Éstos, si que se entregan, sin condiciones,
sin requerimientos, sin pedir nada a cambio, agradeciendo cualquier gesto de
cariño hacia ellos, pues bien, así deberían ser las personas sumisas y no digo
que algunas no lo sean, pero desgraciadamente, la mayoría, adoptan este
concepto con demasiada frivolidad. Con demasiada frecuencia ocurre que la parte
sumisa reclama de su Am@ más atención, más afecto, cariño….que si no me
llama..!! no me pone fotos…!! No me ordena tareas…!! En definitiva, no está
alimentando la relación..pues vaya Amo..!!
No cabe duda de que ponerse en
manos de otra persona, dejarse atar, vendar los ojos, recibir cera, latigazos,
pinzas o cualquier otra práctica, ha de hacerse con confianza total en la otra
parte, pero para eso existe un periodo de conocimiento del individuo, si no, no
se hace, pero… esto forma parte de la entrega..? La respuesta es, no. Realmente
se hace para beneficio propio, para obtener placer, porque gusta ese juego y
porque confiamos en que la otra persona no nos hará un daño no deseado. Entonces,
donde está la entrega..?.
Vamos a analizar una sesión:
El Amo decide una fecha y
sitio, procura preparar con mucho mimo todo, desde el lugar, ambientación, la
música, iluminación, todos los detalles habidos y por haber, para crear un
entorno digno de tal evento, esto, además de un considerable gasto, conlleva un
gran trabajo y dedicación, pero en definitiva, todo es poco para el encuentro
con su ¨propiedad¨ (después hablo de este término). Hay que tener todo a punto..!
Las cuerdas, donde atar los cabos, cadenas si procede, látigos, gatos, floggers,
cera, pinzas, etc, en definitiva, instrumentos de todo tipo para las prácticas
a las que vas a someter a tu adorada pertenencia ( aquella a la que si no
llamas a menudo se siente no ¨alimentada¨), bueno, sigamos, ya tenemos el idílico
entorno, la improvisada mazmorra, ahora comienza la sesión, empezamos por los
preliminares, las caricias…vendamos sus ojos, atamos sus pies y sus manos y al
compás de la música de fondo que con tanto tiento hemos elegido comienza la
danza, la fusión Amo-sumisa en esa sesión que ha de ser mágica (recordad que no
debemos hacerle daño, no somos sádicos) debemos hacerla gozar, orgasmos que se
sucedan unos a otros, hasta hacerle perder el conocimiento si llega al caso
(ojo que no hablo de subspace) cuidado con los azotes, no os paséis..!! Hay que
jugar entre la delgada línea que separa el dolor del placer….Atención a sus límites…!!.......Después
de largas horas de atar, desatar, utilizar un instrumento, recordar donde lo dejas,
pensar que será lo siguiente, controlar la música, la presión de las ataduras,
las posturas, la música, que vaya acorde a lo que está sucediendo, utilizar la
cera a la altura adecuada, controlar la presión de las pinzas, el tiempo de imposición,
no dejar marcas (si es lo pactado) y un largo etcétera…Los cuerpos sudorosos se
fusionan y entramos en lo que denominamos Aftercare, el agradecimiento, el cariño,
el reconfortamiento, los abrazos y caricias…. Lo has pasado bien, mi
niña..? Si, de acuerdo, yo también lo he
pasado bien, a pesar de los esfuerzos, del arduo trabajo, de cuidar los
detalles, del control, la dedicación. Digamos que es la entrega por parte del
dominante… Mira donde estaba la entrega…!!
Entonces, en definitiva, cual
es la entrega por la parte sumisa..?
Dejarse hacer..? Quién es propiedad de quién..?
Creo que adoptamos términos
que nos vienen grandes, que hemos hecho del SM un juego romántico de pareja al
que lo hemos llamado BDSM, que la visión del Amo perfecto que tenemos, es la de
un príncipe azul, un Amo a la carta, a ser posible culto, guapo y elegante, que
nos cuide, nos proteja, nos mime, nos llame varias veces por teléfono, nos
dedique poesías, nos sorprenda, nos enseñe, nos ame, nos de placer y muchos
¨nos¨más… Si esto no es así, ese Amo no es bueno.
Hoy he vuelto a leer un artículo
de El Faro que ha subido a palacio un usuario (desde aquí le doy las gracias
por compartirlo), se publicó en 2010 y se incluyó en Cuadernos BDSM, sobre la
Espiral Positiva-Negativa, este articulo es una adaptación de unos tratados de
psicología publicados en 1978, como terapia cognitiva en el campo de la
pedagogía, sin duda, un gran aporte (más trabajo para el buen Amo). Cada vez
hay más artículos en la red sobre los comportamientos a tener en cuenta por la
parte dominante para crear una buena relación, tips y consejos, la mayoría de
ellos muy acertados (más trabajo)…
Gracias a los aportes en el
grupo de palacio ¨el Rincón del Tutor¨, hemos comprobado que esta figura, en desuso
hoy en día, ha de ser poco más que la de un santo, pues teniendo en cuenta que
estas personas además son dominantes, sería otro gran beneficio para dicho rol,
es decir del CHOLLO DE SER DOMINANTE, como vemos, esto está muy bien montado,
todo a favor de las personas dominantes, la abnegada parte sumisa, es la
víctima en esta parafernalia tan bien estructurada, la que recibe dolor a
cambio de su entrega, la que antepone su felicidad en beneficio de su Amo, la
que pacientemente espera ser reclamada por su Señor cuando El considere
oportuno, la que cede su voluntad, la que no espera nada a cambio, la que
acepta ser cedida, la que intenta superar sus límites para complacer a su Dueño.
Ahora en serio, seamos
consecuentes con nuestros roles, pongámonos en el lugar de la otra parte con
más frecuencia, intentemos comprender su pensar, su sentir. Seamos conscientes
de lo difícil que es llevar a buen puerto este tipo de relaciones, intentemos
jugar según las reglas, no seamos egoístas, no busquemos a toda costa nuestro
placer, en definitiva….Seamos más comprensivos…!!
Como dice el lema de palacio: ¨Somos
los dos extremos de un mismo deseo¨ en este juego no hay vencedores ni
vencidos, cada parte ha de vivir con orgullo su rol, intentemos que no se
pierdan los valores y que el respeto esté siempre por encima de todo, sea cual
sea nuestra condición.