Y él me preguntó:
- ¿Cómo querrás que te llame?
- ¿Qué?
- Tendrás que buscar un nombre para dirigirme a tí.
Como un flash, un nick apareció en medio de mi mente sorprendida... Pero me parecía demasiado cursi para decírselo.
- Lo pienso esta noche.
Calculé varias posibilidades durante largo rato, pero ninguna era igual, a mí.
A la mañana siguiente escribí:
- Luz. Quiero que me llames Luz, porque así me siento, así soy yo, y no me puedo ver de otra manera.
Lo que yo desconocía era cuántas más luces Él, me prendería...
El Muro