Eran las 21:00 horas cuando entró cansada en su habitación. Su cara desencajada reflejaba el estrés intenso que había vivido durante toda la jornada. Un dolor de cervicales que parecían mas bien pinchazos de agujas afiladas se clavaban en su cuello de cisne, asesinando el relax tan merecido después de un día de trabajo tan duro. Su traje azul marino que como siempre se ajustaba impecablemente a su cuerpo, a estas horas de la noche parecía querer estrangular su pecho, impidiéndo que respirara la tan ansiada comodidad del hogar.
Pensativa y cabizbaja sé sentó en el sillón de su habitación, mejor dicho, se dejo caer como un saco repleto de frustraciones atraído por la gravedad, como un pelele vencido por el viento de las desilusiones, y despacio, casi sin fuerzas, levanto la cara y me encontró. Al instante, una sensación de placer indescriptible le recorrió el cuerpo, desde los dedos de los pies hasta la cabeza. Fue como si al verme en su interior se hubiera pulsado un interruptor que de repente diera paso a la energía que tanto le faltaba. Su sonrisa brotó, sus ojos de color miel se encendieron, y su cuerpo antes tenso se relajó.
De pie, a escasos centímetros de mí, inicio un estriptis privado y lento. Juro que mientras lo hacía no dejaba de mirarme y desearme como se desea el agua del desierto. Primero se quitó los zapatos negros de tacón, dejando al aire unos tobillos perfectos, después la chaqueta, más tarde deslizó la falda despacio por sus largas y modeladas piernas, y ya al final, desabotonándose su camisa blanca de fino algodón, dejó al descubierto su pequeño sujetador de color blanco, a través del cual se adivinaban dos lunas de color café, y un tanguita a juego que apenas cubría su sexo. Fue un momento mágico que deseé dilatar con la imaginación cuanto pude. Allí estaba ella, sólo para mí, como una aparición inmaculada, invitándome a una fiesta privada.
Hipnotizada por mi presencia dio pasó por fin a la cuenta atrás. Llevándose las manos a su espalda se desabrochó el sujetador con maestría y lo despegó de su piel. Al hacerlo, sus pechos saltaron hacia adelante cual resortes, como salidos de una caja de sorpresas, poderosos, firmes, hambrientos de aire, libres por fin. Unos segundos más tarde, tirando de las finas tiras de su tanga diminuto lo deslizó cintura abajo en un viaje que me pareció interminable, hasta que por fin llegó a sus pies. Y con un suave movimiento de piernas de esos que sólo saben hacer las mujeres, lo lanzó por el aire, aterrizando sobre mi pecho, como una hoja de propaganda que caída del cielo anuncia que está próxima la llegada de una reina.
No sabría decir que fue más alucinante, si contemplar sus senos perfectos y firmes retando la gravedad e imaginarme como un montañero escalando sus laderas con la lengua hasta coronar sus cimas, o perderme con la vista y la imaginación entre la fina vegetación de su Monte de Venus, antesala de una cueva repleta de tesoros.
Decidida a abandonarse a mis encantos se zambulló por fin sobre mi. Se lanzó como una loba que pretende devorar de un solo mordisco un mundo repleto de lujuria. Encelada como una gata rozó cada centímetro de mi piel con la suya y me clavó las uñas de sus manos, mientras un ronroneo constante de placer se le escapaba por la boca. Como una yegua brava se revolcó una y otra vez contra mi pecho buscando la mejor de las posturas. Amamantó mis deseos cuando sentí sus pezones duros a punto de estallar en mi boca, y sació mi sed cuando por fin la penetré una y otra vez con mi pene furioso, con mis dedos hambrientos..., con mi alma entregada.
Los roces duraron toda la noche. La amordace con mis besos. La até con mis mimos. La azoté con mis caricias. Al final, vencida por el agotamiento se quedó dormida como un pájaro en su nido, como una flor en la solapa, hermosa, frágil, boca abajo, con la cara de lado y los brazos abiertos en cruz. Parecía un ángel, un ángel durmiente de sonrisa traviesa crucificado en mi pecho, rendido a mí, que entregado ahora al mundo de los sueños, esperaba resucitar con la luz de la mañana a un nuevo día de trabajo.
Hacía dos semanas que no la veía, quería una sesión relajada y sin prisas,
así que a las diez de la mañana ya picaba a su puerta. Para mi sorpresa, iba
sin maquillaje (algo que adoro) pero con ropa de calle, y yo la esperaba con un
sugerente atuendo de esos que quitan el sentido, para abordarla directamente cogiéndole
las manos por detrás de la espalda y sujetarla del cuello contra la pared y
besarla... Pero ella iba de calle... Así que hacemos un café mientras charlamos
un rato. Le ordeno q se ponga el atuendo sexy y la sigo hasta su habitación
para disfrutar el espectáculo ahora es mi putita, mi objeto... Tanga y
sujetadores negros, medias a media pierna con acabado en blanco, Americana
negra y zapatos de tacón de aguja, q suerte tengo, las vistas son inmejorables.
Preparo todas las cosas para la sesión, hitachi, bolas chinas, consolador,
flogger, pinzas para los pezones, velas, cuerdas, esposas, mordaza, plug...
Ella en posición de espera, se acuerda a la perfección. Tenía dos castigos
pendientes de los que hablamos. Ella es muy impulsiva, y mientras le acaricio
la cara me muerde un dedo, sin más le propino dos bofetadas en cada mejilla y
le coloco una pinza en la lengua para q recuerde que la impulsividad tiene un
precio. Luego quiero que me recite las cinco normas que le he impuesto, pero sé
que la pongo nerviosa y no atina, la ayudo…
1-no mirar a los ojos
2-tratarme de Sr
3-pedir las cosas por favor
4-dar las gracias siempre
5-controlar esos deseos suyos de hacer lo que quiere a veces
Con ella otro tema interesante es el de la comunicación, le cuesta expresar
tanto dolor como placer, es bastante inexpresiva, pero durante la semana fue
capaz de hablarme de sus sentimientos y lo valore muy positivamente. La incito
para que gima un poco y yo con ella, poco a poco lo conseguiremos. Repasamos
las cinco normas otra vez, y como no, se deja dos, así que le azoto los pechos
con la fusta bien fuerte, sé que esto le dolió. Ella sigue de pie con su
espectacular look y en posición de espera, le pido que se desnude haciéndome un
striptease, con música de fondo... Sé que otro día lo puede mejorar.
Desnuda le ato las manos por encima de la cabeza, la espalda inclinada,
culo en pompa y piernas bien abiertas y le castigo el culo con el flogger, sé
que le encanta, con poca fuerza pica y le dejo el culito bien rojo. Luego la
azoté con la fusta, ya se lamentaba algo de dolor, para terminar con la mano...
Un placer indescriptible. La giro, le coloco la mordaza (que bonita está con
ella) y continuo azotándole los pechos, la cara interna de los muslos, las
caderas, ella gime de dolor. La hago llegar al orgasmo con el hitachi en un
momento.
Paso a hacerle un bondage corporal combinado con un dragonfly por la
espalda, se arrodilla frente de mí y empieza a adorarme los pies y va subiendo
con su sensual boca hasta mi polla, se la come entera, hasta la campanilla, me
hace unas mamadas espectaculares, con arcadas incluidas, me vuelve loco de
placer, me pongo en pie y para terminar le follo la boca hasta el éxtasis, ella
se lo traga todo sin rechistar... Me encanta utilizarla y más sabiendo que ella
disfruta siendo mi muñeca.
Le quito el bondage y la intención era dejarla descansar un poco, pero la
beso, ella instintivamente se pone las manos en la espalda y... Me la llevo a la cama para recompensarla.
Le pregunto si prefiere estar libre o atada, pero evidentemente prefiere
que la ate, así que le ato las muñecas a los tobillos dejándome bien expuesto
su sexo, se lo empiezo a chupar y con los dedos juego con su vagina, continúo
hasta que llega al orgasmo. La desato, y continuo besándola, no siento la
necesidad imperiosa de penetrarla, llevar su control me es suficiente para
sentir placer, pero decido hacerlo. La coloco a cuatro patas como las perras i
la follo, paralelamente empiezo a penetrarle el culito con las bolas chinas...
Jugué con ella hasta cansarme. Me fascina utilizarla, tanto como a ella ser mi
objeto.
A todo esto eran ya las cuatro de la tarde, nos demostramos nuestro afecto
y cariño durante un rato, comimos algo rápido juntos y charlamos de forma
abierta y sincera.
Con ella el tiempo vuela...
Hace unos días, hablando con un amigo me di cuenta de algo… de lo enormemente orgullosa que estoy de ser esclava… de ser la esclava de FGL.
Recuerdo la primera vez que me marcó, hice lo imposible por esconder las marcas, me daba vergüenza, el simple hecho de tener que dar explicaciones me agobiaba… y ahora… casi me molesta que no se vean.
O cuando me regaló el collar… saber que todo el mundo podía leer que era propiedad de él, me asustaba (Dios… qué pensarían de mí). Hace poco, alguien me dijo… “Joder!!! Parece un collar de perro”, y muy altiva contesté: “Es que lo es”.
Y es que ahora es distinto. Ahora el sentimiento está por encima de todo, ahora mi entrega es lo único que me importa… porque al convertirme en esclava he conseguido ser libre.
Porque ya no siento vergüenza ni siento agobio, porque me da igual lo que la gente piense, porque soy lo que quiero ser y me siento muy orgullosa y plenamente feliz de serlo, porque así lo quiero y porque mi corazón necesita decir a gritos que… "SOY LA ESCLAVA DE FGL”
Estoy nerviosa, intento concentrarme en digerir lo que ocurrirá en los próximos minutos.
Apoyo mi vientre en el borde de la cama, arqueo la espalda y me preparo para el momento… muchos sentimientos se mezclan en mi… temor, confianza, tensión, deseo…
Siento una caricia sutil, apenas perceptible… un simple anuncio de que ha llegado el momento… estoy preparada…
Un silbido en el aire, un sonido seco… mi cuerpo se tensa por completo, siento la adrenalina correr por las venas y aparece un dolor agudo, como miles de agujas clavándose a la vez en línea recta… aprieto los dientes y los puños. Me concentro en el dolor, que tras unos segundos, mágicamente desaparece cediendo el lugar al calor y la excitación… entonces, mi cuerpo se relaja totalmente y… lloro.
Pero mis lágrimas no ruedan por mis mejillas… ruedan por mi entrepierna…
El mundo BDSM y el mundo vainilla… una de las mayores discusiones en los foros y chats del primero. Se deben unir? Tienen que estar totalmente separadas?... no hay manera de ponerse de acuerdo. Y todos tienen su parte de razón, cada persona lo vivimos y lo sentimos de forma distinta, pero… como separa esas vidas una esclava?
Para nosotras es prácticamente imposible separar los mundos… nuestra entrega es tal que implica cada segundo del día…. Desde los momentos más simples hasta los más importantes… desde un viaje hasta un paseo por el pasillo. Porque lo único que deseamos es estar al lado de nuestro Amo, ayudándole, cuidándole, sirviéndole, satisfaciéndole… ofreciéndonos sin condiciones.
Y eso es lo que no entienden la mayoría… la entrega es mucho más que un Si Amo, o unos fustazos, o unos orgasmos… En la vida de una esclava, su Amo pasa a ser el centro de su universo. Todo gira entorno a él. Ya no existe la parte personal porque, él es también tu parte personal… lo es todo.
Y sé que es difícil de entender… porque la mayoría de las personas no están preparadas para esa entrega, ni para darla, ni para recibirla. Porque es algo innato, algo que sale de dentro... Porque es puro e incondicional.
BDSM,D/s,24/7, que es realmente, alguien se ha parado a pensarlo, realmente se siente, bajo mi opinión y la saco por lo que veo, leo, oigo y me cuentan, que no se siente, no se respeta, ya no es como siempre ha sido y debería ser, algo con lo que nace, se siente,según el diccionario de la real academia de la lengua (R.A.E) y cito textualmente :
Sentir.(Del lat. sentīre).Experimentar sensaciones producidas por causas externas o internas.
Bueno pues según esa definición, yo no veo que realmente se tome, así sinceramente, despues de los años que llevo, cada vez veo menos entrega, por parte de ambas partes tanto en los Amos como las sumisas, todo a dejado de ser por sentimiento,sin querer ni sentir sea el rol que sea, se supone que una sumisa no se hace se nace al igual que un Dom simplemente a las sumisas las guiamos los Dominantes,los cuales de vemos ser justos pacientes y saber llevar por el buen camino aquellas/os que se entrega en cuerpo y alma.
Pero y a los Dom quien los guía...................Yo me muevo por mi sentir,con el que nací y enseñaron años despues,complacer y ser complacido, enseñar y aprender, ser lo que hoy día soy, creo quesin sentir realmente no se puede ser verdadero ni disfrutar puramente de lo que realmente significa ser lo que somos......................Sin sentir no se puede vivir realmente.
Yo añoro esa entrega laque se hace de verdad desde el corazon.........