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    Tener fe en tu Dominante conlleva no tener miedo

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    Mi primer sometido es mi control, siempre está a mi servicio

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    Manejar el silencio es más difícil que manejar el látigo

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    Mi alma necesita tanto mimo como mi cuerpo castigo

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    Después de una sesión, la mano que te domina te debe acariciar

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    El precio de Dominar es la responsabilidad

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BELGRADO

-Ya tengo botas…….

 

Pues la cosa fue, que regresaba de pasar unos días de vacaciones y estando en Madrid, recordé que en la calle montera, hay una zapatería, de calzado normal, pero que al fondo de la tienda, tenían “botas” de las que me gustan a mi, no había entrado nunca, pero se podían ver desde la calle, me fui para la tienda y entre, y gusto donde las recordaba, seguían estando allí colgadas.

Mire a uno de los dependientes y le hice un gesto para que viniese a atenderme, y me lance, con seguridad pero con cierto nerviosismo:

 

-Quisiera unas botas de estas, pero para mi.

-¿Qué numero?

-42, pero el problema es el gemelo.

-no te preocupes.

 

Me trajo los dos modelos que le solicite, uno por debajo de la rodilla y el otro un palmo por encima de la rodilla y le pedí que donde me las podía probar, ya que tenia que quitarme los pantalones y me indico un diminuto probador, con cortina de tela de saco, muy cutre, pero que a mi me pareció el vestidor de cualquiera de las supermodelos del momento, me quite los pantalones y entre latidos de nerviosismo y emoción, intente probarme las mas altas, pero no fue posible, el nº de pie y el muslo, me lo impidieron, con las bajas, igual, me vestí de nuevo y le pedí al dependiente, otro numero mayor, 43 y el, muy previsor, me trajo el 44, repetí la operación y nuevamente el muslo no me permitía culminar la probatura, pero esta vez las bajas si que me fueron bien, con la cremallera un poco justa, pero me pude subir a los 5 centímetros de plataforma y 12 centímetros de taconazo, emocionado y exultante de alegría, me vestí y ya solo me quedaba escoger el color, como podéis ver, fueron negras y 60 € tienen la culpa.

 

Pase el resto de la mañana en Madrid, tome el tren de regreso a Pamplona y después un bus hasta el pueblo donde resido, ya en casa, con tranquilidad, me las probé de nuevo, con toda la parafernalia y pude confirmar, que la cremallera me estaba muy justa, pero a pesar de ello, pase mas de una hora con ellas puestas y paseándome por casa, sin caerme.

 

Contacte con un zapatero de Pamplona y después de varias preguntas y enviarle unas fotos de las botas, me confirmo que me lo podía solucionar, espero poder ir a mediados del mes de junio y si la reparación da un buen resultado, me voy a Madrid de nuevo a por mis “Red thigh high boots

Seguro que para muchas Dominas, este pequeño relato, les parecerá una estupidez, pero me gustaría que sirviera de acicate para fetichistas y Sissy´s para que se animen a entrar en zapaterías y o tiendas donde encontrar todo lo que les gusta. ANIMO.

BELGRADO May 29 '16 · Calificar: 5 · Comentarios: 3
Yin_Yang


Tumbada sobre sus piernas me preparaba para uno de sus caprichos… no había castigo alguno pero, le apetecía.


Primera tanda… con la fuerza justa para provocar en mí el efecto deseado… que mi cuerpo reaccionase produciendo una cascada entre mis piernas.


Segunda tanda… aumenta la fuerza y comienza a susurrarme al oído… me dice lo que estoy sintiendo, lo que estoy deseando. Yo le escucho perpleja, pues parece que esté leyendo mis pensamientos…


Comienza a darme mucho más fuerte, me está doliendo mucho y cuando para, vuelve a susurrarme… “ya no te está gustando, verdad?  puede más el dolor que el placer, verdad?”… de mi voz sale un ahogado “si Amo”.


Y comienza a hablarme, y de pronto su voz no está en frente de mí, está dentro de mí… y me dice que no voy a sentir el dolor, que solo sentiré placer… y como si de mis propios pensamientos se tratase, mi cuerpo obedece a mi mente y… dejo de sentir dolor.


Sigue azotándome… intercala azotes suaves con azotes fuertes haciéndome perder el poco control que me quedaba… Ya no pienso, él piensa por mí. Mi cuerpo se limita a seguir y hacer real cada palabra que dice, mientras que mi mente solo es capaz de sentir.


Con cada azote, una corriente eléctrica va directamente a mi clítoris, haciendo que me retuerza de placer y él me dirige con su voz, me induce a llegar al clímax.


Ya no siento los azotes, solo siento su voz… su voz dentro de mi cerebro dándome una orden “córrete”. Y mi cuerpo explota en un orgasmo que nace desde el interior… que no provoca nada externo, solo su voz… su voz me ha hecho correrme.




Yin_Yang May 29 '16
arsen_de_Mistress_Luz
Cae la noche y mi Señora se transforma, no debes dejarte engañar por su aspecto dulce y angelical, ni por su tono de voz suave que emana de su maravillosa boca durante el día. Cuando el sol desaparece, su voz se vuelve dura y seca, impera el marco normativo negociado unilateralmente, el que Ella ha impuesto según su voluntad y deseos, aquel en el que no está permitido hablar si Ella no lo permite, ese en el que la dominación que ejerce se abre paso entre las tinieblas que tiñen el silencio, ley que tan solo me habilita a cerrar los ojos o dirigir mi mirada hacia el suelo.
Cuando mi Señora accede a su cama, yo soy su colchón, soy su almohada, su felpudo, sin perjuicio de cumplir cualquier otra función que Ella disponga a su antojo, porque yo soy su fiel servidor, su sumiso, el blanco de su poder y la diana de sus latigazos. Todo lo que Ella imagina se cumple, por las buenas o por las malas; y sé por experiencia, que es mejor hacer realidad su voluntad por las buenas.
Mi Ama se divierte de múltiples formas distintas, para ella, la noche es el momento adecuado para salir a jugar, le gustan los juegos perversos en los que siempre vence, como no podía ser de otra forma; y yo, yo soy su juguete preferido. Dolor y placer se entrelazan, llevándome al más intenso climax, alejandome de la realidad y situándome bajo sus pies, transportandome del cielo al infierno, a su antojo y conveniencia. A veces pregunta lo que deseo y no se contestar, ya que mi deseo es someterme a su voluntad, sea cual sea la forma. A veces me abraza, otras me estrangula y en ocasiones me pasea como el perro que soy, su perro.
Justo antes de que sol haga su aprición, mi Ama me da un respiro, permitiendome descansar; insisto, no debes dejarte engañar...Ella quiere que esté listo y disponible para usarme de nuevo antes de que la noche llegue a su fin y llegue el amanecer. cuando éste hace su entrada, mi Ama vuelve a transformarse, su voz cambia nuevamente, me abraza y me besa y desea buenos días; con una doble intención, porque sé lo que pasará cuando llegue de nuevo la noche.
Mi Ama es Mistress Luz, y es muy especial, ya que vive entre dos mundos: el cielo y el infierno. Ella se mueve entre ellos a ritmo de sus caprichos y yo solo puedo agradecerle con mi mas sincera entrega, que sea sus capricho preferido.
A sus hermosos pies Mistress Luz.
arsen_de_Mistress_Luz May 27 '16 · Comentarios: 4
adoratriz

Se puede jugar a esto, no se puede negar.

Se puede ser Dominante o sumisa unas horas, un día, meses o toda una vida. Pero quienes lo sentimos en nuestra esencia vivimos serlo como nuestro verdadero yo, es nuestra realidad, nuestra identidad.

Tenemos momentos sociales, necesarios sin duda y que también nos enriquecen como personas. Momentos en los que quizá tengamos que actuar de una forma diferente a la que nos gusta en nuestra intimidad BDSM, pero que no alteran para nada el sentimiento de ser poseído o dueño de alguien a quien adoramos o sometemos.

En mi caso no juego a ser sumisa, lo soy, adoro a mi Señor, no juego a adorarlo.

Saludos

adoratriz May 26 '16 · Calificar: 5 · Comentarios: 1
Ades_y_roxanne
Cuando el sol cae nuestras perversiones se desatan, se liberan, tras todo el día encerradas en sus jaulas. 

Los calabozos se iluminan con la luz titilante de las antorchas, las miradas buscan entre la luz y la sombra y le veo. Y me ve. Sus ojos me recorren,salvajes, felinos, distingo en ellos el deseo, el amor, el autocontrol. Le gustaría atraparme contra la pared, morderme, obedecer Sus instintos, pero no, permanece quieto, me tortura con todo aquello que Su rostro refleja. Me desarma, sin tocarme aun. Me ata a Su ser, sin cuerdas ni cadenas, Me domina, sin emitir un solo sonido. Su sola presencia llena el espacio, me doblega.Las llamas aparecen bajo Su escrutadora mirada, el calor traspasa mi piel, la sangre fluye enloquecida por mis venas, acerando el corazón, acallando la mente. No lo ha pedido pero mis rodillas se doblan y caigo al suelo, la cabeza gacha, las manos en los muslos, las palmas hacia arriba, entregada, sumisa. La mirada serena clavada en el suelo, el alma abierta. 

Posa Su mano sobre mi cabeza, Sus largos dedos aprisionan los mechones y tira de ellos. Me entretengo observando la profundidad de su deseo.

La orden subliminal de Su mirada es suficiente. 

Nada más existe, todo desaparece y,en este momento, mi mundo es Él. 

No ha dicho una sola palabra, no es necesario, ambos lo sabemos, es solo mío, soy solo Suya. 


roxanne. 


Ades_y_roxanne May 20 '16 · Calificar: 5 · Comentarios: 6 · Etiquetas: entrega
AnThRaX
Lydia era una de mis alumnas de clase de repaso. Esa tarde llegó con sus dos coletas, sus gafas rosas, una blusa, una falda de tablas y unos zapatitos de colegiala.

- Hola Lydia, buenas tardes. Siéntate en tu puitre.

Ella, obediente, dejó su carpeta encima de la mesa y se sentó.

- Saca la tarea que tenías que hacer para hoy. Le dije.

En ese momento bajó su mirada al suelo.

- Lydia, ¿No me has oído? ¡Sáca lo que tenías que hacer para hoy!

Ella contestó en voz baja, mirando al suelo.

- No lo he hecho.

Me acerqué a ella, la agarré de una coleta y de un tirón giré su cara hacia la mía. Mirándola a los ojos vi que estaba algo asustada. Le pregunté:

- ¿Que has dicho?, ¡Mírame a los ojos cuando te hablo!

Con los ojos vidriosos, dejó escapar un hilito de voz:
- Que no he podido hacer los deberes señor profesor.

En ese momento la zarandeé de la coleta y la solté de golpe. La cogí de la barbilla, me agaché para poner mis ojos a la altura de los suyos.

- ¡Muy mal,voy a tener que avisar a la Jefa de Estudios!
Le grité.

- No, por favor.
Suplicó con un susurro.
La solté de la barbilla y la di una bofetada. Pude ver como una lágrima resbalaba por su mejilla.
Me acerqué a la puerta y llamé a Silvia, la Jefa de Estudios.
Mientras llegaba me senté en mi mesa. Lydia estaba en su silla. Su mirada me pedía compasión. Sus ojos estaban a punto de derramar todas las lágrimas que estaban conteniendo.

- Por favor señor profesor, no lo volveré a hacer.

Justo en ese momento entró Silvia.

- ¿Hacer qué?
Preguntó.

Silvia era una mujer sofisticada, siempre vestía con un elegante traje negro y siempre la acompañaba su maletín.
A Lydia le cambió la mirada. Estaba aterrada. Le habían hablado de los castigos de la Jefa de Estudios.

- Ven Silvia, tenemos que hablar de esta alumna. Nunca hace los deberes.

- Señorita, ¿es eso cierto?

Preguntó a Lydia.
Lydia volvió a bajar la mirada al suelo. Silvia se acercó a ella, la agarró de las dos coletas y la levantó bruscamente de la silla y mientras la sujetaba del pelo le preguntó:

- Zorra, contesta, ¿es eso cierto?

- Ss...sí ss...Señora.
Dijo Lydia, asustada y casi sin poder contestar.

Silvia soltó a la alumna, se dirigió a su maletín que había dejado sobre mi mesa. Sacó dos cuerdas y una regla de madera. Me dió las cuerdas y se dirigió de nuevo al pupitre de Lydia. La agarró del brazo, le dió la vuelta y de un empujón, la tiró boca abajo sobre el pupitre.
Yo mientras me había colocado al otro lado de la mesa de Lydia. Al caer, la sujeté de las manos y las até a las patas del pupitre.
Miré los ojos de Lydia, pude ver el miedo en ellos, en ese momento comenzó a llorar.

- Sss...Señor Profesor, seré buena, no lo volvé a hacer.

Silvia, rodeó la mesa y se puso ante ella. La cogió del mentón, levantó su cabeza y escupió en su cara. La soltó y volvió a ponerse a su espalda.

Lydia estaba preciosa; sus dos coletas, tumbada boca abajo sobre una mesa, con la manos atadas y con sus gafas rosas llenas de salvia resbalando por sus cristales.

Mientras tanto Silvia había subido la falda de Lydia dejando al descubierto unas sencillas bragas blancas de algodón. Me acerqué y le quité las bragas. Volví ante la alumna, que apenas podía levantar la cabeza. La agarré de nuevo de la coleta para levantarle la cara. Comencé a secarle las lágrimas con su ropa interior. En ese momento un silvido sonó en el aula seguido de un fuerte chasquido. Lydia se quedó con la boca abierta y sin respiración.
Silvia había golpeado las nalgas de la alumna con su regla de madera.
Lydia emitió un leve gemido.
La regla de nuevo volvió a silvar para chocarse con las nalgas de Lydia. No lo pudo soportar  y comenzó a llorar.
Yo la segía sujetando del pelo,

- Sss...Señor prof...
Intentó decir.

- ¡Cállate!
Le corté. A continuación le introduje sus bragas en la boca.

Silvia entonces se dirigió a la alumna.
- ¡Señorita, las alumnas que no cumplen, van de culo!

Silvia volvió a su maletín. Sacó un buttplug negro de tamaño considerable, y se acercó a la cara de Lydia. Saqué las bragas de su boca donde a continuacion Silvia introdujo el buttplug. Volvió a escupir en su cara y comenzó a penetrar la boca de la alumna con el juguete.
Lydia se había quedado inmovil. Tan solo mantenía la boca abierta y dejaba hacer a la Jefa de Estudios.
Cuando Silvia consideró que era suficiente, sacó el juguete de la boca de la alumna.
Lydia pensó que eso había sido todo, me dirigió una mirada de alivio. Pero sus ojos se abrieron instantáneamente como platos, su cara mostró la punzada que acababa de recorrer todo su cuerpo. Silvia acababa de introducir el buttplug en el ano de la alumna.

Desaté a la alumna, Silvia le ordenó que se pusiera de pie. Lydia se levantó despacio. Le señalé con un gesto que saliera a la pizarra. Andaba con dificultad, había recibido dos reglazos en las nalgas y sentía mucha tensión en su trasero debido al juguete.

- Copia 100 veces "No volveré a desobedecer a mi profesor"
Le indiqué.
Lydia cogió el rotulador para escribir en la pizarra. Comoenzó a escribir la frase, pero los nervios apenas le dejaban trazar un garabato ilegible. Me acerqué a ella y presioné su cabeza contra la pizarra.

- ¿Tampoco sabes escribir?
Le susurré al oido.

En ese momento Lydia cerró los ojos y pude ver como el juguete que llevava en el culo se caía al suelo.

Silvia comentó con el ceño fruncido:
- Vamos a necesitar un tapón más grande, voy a mi despacho, vuelvo enseguida.

Cogí a la alumna bruscamente de los brazos, se los até a la espalda y la empujé al suelo.
- ¡Recoge lo que has tirado!

- ¿Cómo Señor?
Preguntó dubitativa.
No pude evitar sonreir. Me acerqué a su lado, me agaché, la cogí de la parte posterior del cuello y dirigí su boca hacia el juguete.

- ¡Recoge lo que has tirado!
Repetí mientras presionaba su cabeza hacia abajo.

Lydia cerraba la boca con fuerza e intentaba apartarse de algo que acababa de salir del interior de su ano.

Le levanté la cabeza bruscamente, seguía sujetándola del cuello, le miré a los ojos y le susurré.

- ¡No puedes ensuciar el aula, recoge lo que has tirado, guarra!

Lydia dejó escapar dos lágrimas de sus ojos, su expresión era de miedo y asco.
Volví a llevar su boca al juguetito, ella la abrió al máximo como para no tocar el buttplug con sus labios, continué presionando hasta que quedó completamente introducido en su boca. Sacudí levemte su cuello para indicale que lo cogiera. La incorporé y con mi corbata hice un nudo alrededor de su cabeza para metener su boca tapada.
Lydia me miraba pidiendo clemencia, la ignoré, la volví a empujar al suelo quedando de rodillas y até sus manos a sus tobillos.
Me puse detrás de ella, levanté su falda y descubrí que el buttplug había hecho su trabajo. La alumna se esforzaba en vano en contraer su orificio. Un circulo perfecto se apreciaba entre sus dos nalgas.
Cogí dos rotuladores de la pizarra y se los introduje en el culo. En ese momento volvió la Jefa de Estudios.

- Bonito estuche, voy a guardar una cosa en él.

Dijo al entrar.
Aparentemente no había ninguna diferencia en Silvia, pero al cerrar la puerta y girarse se apreciaba un enorme bulto en sus pantalones. Se puso ante Lydia, se bajó la bragueta y saco un enorme consolador que llevaba puesto en un arnés. La alumna se estremeció.
Silvia se dirigió al culo de Lydia sujetando el pollón con la mano. Retiró los rotuladores y apoyó la punta del glande en el ano de la chica. Comenzó a empujar con sus caderas. Lydia cerraba los ojos con fuerza intentando no chillar. Justo cuando el glande del enorme juguete comenzaba a abrirse paso a traves del culo de Lydia, no pudo soportarlo y se comenzó a orinar.

Silvia entró en cólera, la alumna había meado sus pantalones y sus zapatos.
Se quitó los pantalones y los restregó por la cara de Lydia mientras le gritaba:

- ¡Puta guarra. Te has meado encima de mí!

A continuación se puso de cuclillas delante de su cara, se apartó el arnés con el consolador dejado su vulva visible y comenzó a mearse en la cara de la pobre alumna. La chica trataba de apartarse pero silvia la agarro del pelo dirigiendo el chorro a su boca, tapada por el buttplug.

Cundo Silvia terminó, la alumno no pudo evitar tener una arcada.

- ¿No te ha gustado guarra?. ¡No te mees encima de la gente!

La jefa de estudios desató la corbata que mantenía el juguete en la boca de la alumna. Lo sacó. Empujó a la chica de forma que se quedó boca arriba. Con sus dos manos abrió su boca y escupió dentro de ella.
Desató a la alumna y vino a comentarme los detalles del informe que tenia que redactar acerca del comportamiento de la alumna.
Lydia mientras aprovechó para recomponerse, suspiró, se sintió aliviada, apartó el pelo de su cara, se quitó las gafas y miró a su alrededor.
Estaba arrodillada encima de un charco de orina. Su pelo estaba chorreando. Se sentía humillada. Trató de incorporarse pero la Jefa de Estudios se percató:

- Señorita, ¿Dónde cree que va?

Se acercó a ella, le agarró de la blusa para tirarla sobre el charco de orina. A tirones desgarró la prenda y se la quitó a la alumna. Dándole los jirones le dijo:

- ¡Limpie ésto!

Lydia estaba de rodillas limpinado un charco enorme con su blusa de colegiala rota. Se había quedado mostrando un sujetador blanco a juego con sus bragas. Sus coletas caían a los lados de su cara, goteando aun la orina de Silvia.
La Jefa de estudios recogió del suelo el buttplug y lo introdujo de nuevo en el culo de la alumna. Seguía enfadada por lo que le había hecho a sus pantalones.

Lydia trataba inutilmente de secar el suelo mientras hacia esfuerzos por mantener el juguete en su sitio, cosa que finalmente no pudo evitar. El plug anal resbaló y cayó al suelo, rodó hasta llegar a los pies de Silvia.

- Pp... Perdón

Susurró mientras se tapaba la boca tímidamente con la mano.
Miré a Silvia y le hice un gesto con la mirada. Nos dirigimos hacia la alumna, ella trató de retirarse pero resbaló y cayó al suelo.

- ¡Levántese!
Le grité

Ella se levantó todo lo rápido que pudo. Silvia se puso tras ella. La agarró del pelo y tirando hacia atrás la tumbó sobre un pupitre. Volvimos a atar sus extremidades. Las muñecas con los tobillos. Además los atamos a los pupitres de los lados, de modo que Lydia estaba totalmente expuesta y sin poderse mover.
Silvia cogió de su maletín un bote de lubricante. Emabdurnó bien su enorme herramienta que colgaba del arnés y se encaminó hacie el culo expuesto de la alumna. De nuevo apoyó suavemente la punta del consolador en el ano de la alumna y de un golpe de cadera introdujo el glande del pene. Lydia tensionó todo su cuerpo y no pudo evitar soltar un gritito de dolor. Silvia mantuvo el consolador en esa posición hasta que la alumna se relajara un poco.
Mientras me acerqué a la cara de Lydia, su cabeza estaba en el aira porque quedaba fuera de la mesa.

Bajé su cabeza, me bajé la bragueta y me saqué el pene. Lo encaré en su boca, Lydia intentó resistirse un poco, presioné sobre sus labios y finalmente se abrieron para dejar pasar mi miembro. Fuí introduciéndolo poco a poco. Esto relajó a la alumna, momento en que Silvia aprovechó para teminar de introducir de golpe el consolador en el culo de la alumna. Lydia soltó un grito de dolor ahogado por mi pene en su boca. La Jefa de estudios mantuvo el pene en el fondo del culo de la alumna presionando con fuerza sus caderas. Yo continué introduciendo mi miembro en la boca de la chica, llegué a su garganta y presioné en el fondo.
Silvia comenzó un suave movimiento de vaivén. Lentamente hacía correr toda la longitud de su juguete dentro y fuera de Lydia.

Mientras, yo comencé a sacar e introducir mi glande en su graganta. Cada vez que Silvia sacaba el consolador del culo de Lydia, sus musculos se relajaban, en cambio cada vez que embestía su ano, apretaba fuerte con sus labios la base de mi pene. Silvia comenzó a aumentar el ritmo, poco a poco. Yo me puse a penetrar su boca como si se tratara de una vagina. Sacaba completamente mi miembro y lo introducía hasta su graganta. Mientras mis pelotas golpeaban su cara, sus labios y su lengua sentían cada centímetro de mi miembro, que acababa clavado en el fondo de su boca.
En ese momento Lydia comenzó a emitir unos leves gemidos. Silvia aumentó el ritmo de sus penetraciónes y los gemidos se convirtieron en gritos de placer que solo se interrumplian cada vez que mi polla invadía su graganta.
Los gritos fueron aumentando de intensidad a la vez que las embestidas de Silvia hasta que Lydia se quedó completamente rígida.
Brotó de su coño una enorme cantidad de líqudo, comenzó a tener pequeñas convulsiones a la vez que soltó un desgarrador

¡Ahhhhhhhh!

Saqué el pene de su boca, la soltamos, estaba completamente desorientada, pobablemente no había tenido un orgasmo así en su vida.

- Señorita, ¿ha aprendido la lección?

- Ss... Sí Señor Profesor.

- Bien, vístase y váyase a su casa. Mañana traigame la tarea que me tenía que haber traido hoy.
AnThRaX May 17 '16 · Calificar: 5 · Comentarios: 3
Yin_Yang

Hace unos meses mi Amo tuvo la oportunidad de cederme.


Cuando me hice su sumisa fue uno de mis límites… no permitiría que me cediera. Pensaba que si un Amo era capaz de cederte era porque no le importabas. Que para él eras un simple objeto sin valor.


Pero ahora era su esclava, y una esclava no tiene límites… y, eso suena muy bonito en el papel, pero los límites hay que superarlos y… cuesta, y algunos mucho.


El caso es que me lo comentó y yo estuve un par de días dándole vueltas a la cabeza. Por un lado mi entrega a él era mucho mayor y quería hacer todo lo que me pidiera pero, por otro lado, me agobiaba muchísimo, y no por el durante de la cesión, sino por el después.


Mi entrega pudo más que mi miedo y le dije que si él quería, lo haría. 


Entonces él me dijo que no, que no estaba preparada para ello. Que sabía que lo haría por él pero que le importaba más las consecuencias que pudiera producirme. Que ya llegaría el momento en el que sí que estaría preparada para dar ese paso.


Y tenía razón… 


Y hoy lo haría sin dudarlo, porque poco a poco he ido comprendiéndolo. Porque he aprendido a valorar sus decisiones, porque sé que jamás haría nada que pudiera hacerme daño, porque sé que solo sería un paso más en nuestra evolución como Amo y esclava.


Es curioso pero, estos últimos meses, no había caído en lo que había evolucionado. Estaba tan pendiente de él, tan centrada en el día a día, que no me había dado cuenta de lo que estaba ocurriendo por el camino. Y ahora que soy consciente de ello, empiezo a comprender muchas cosas porque, mi punto de vista ha cambiado.


Y ésa es la verdadera evolución de una esclava… llegar a pensar como una auténtica esclava. No vale con asumir y aceptar órdenes porque si… hay que sentir que, con cada paso que das, con cada orden que cumples, te estás haciendo mejor esclava.


Yin_Yang May 15 '16 · Calificar: 5 · Comentarios: 2
luar_sum
como puedes confiar ciegamente en quien no te abre las puertas y no te permite conocerle, creo que eso se llama fe. ..existe la fe duradera? ? cuanto Dura la fe Ciega? ??.

por ahí he leído que toda confianza empieza con la fe, fe en que podrás confiar. .. con el conocimiento esa fe se transforma en confianza si todo va bien. 

pero como transformar fe en realidad si sabes que no tienes información suficiente o esa información no es verdadera. ..

te dicen que debes aceptar al Dom tal y como es, luchar por ser todo lo que desea y necesita,  pero...y que hay de ti? .

es fácil olvidarte de ti misma cuando tu máximo deseo es complacer y hacer Feliz a otro. ..Tan fácil que aveces no te das cuenta de que nadie se preocupa de hacerte feliz a ti. ..así que cuidado con la entrega, que no nos nuble el sentido y nos haga olvidar que lo primero somos nosotras mismas. 

aquí como en la vida, nadie te querrá y te cuidará si no lo haces tu misma. 

luar_sum May 4 '16 · Calificar: 5 · Comentarios: 9
jessika


Entro de puntillas, con el sigilo propio de una gata... Casi acompasada por el sonido de la lenta música de fondo. Las velas tintinean con la luz justa para verme, y ahí estoy, reflejada en el enorme espejo... En medio de la penumbra no me siento como a plena luz, casi siento ser otra, o quizás en ese instante sea mi yo más real. 


No tardo demasiado en desnudarme, aun haciéndolo lentamente, dejo pronto mi piel expuesta, ante el suave reflejo del fuego de cada vela. Observo mi mirada en el espejo, se que estoy desnuda, pero no miro... no me atrevo aún. 


Petrificada, parezco intentar traspasar mi propia mirada en el espejo, quizás para poder dislumbrar mi interior, ese que aún no termino de comprender. O tal vez para intentar transformar mi mirada en la Suya.. quiero poder ver con Sus ojos, deseo saber que siente Su mente... aunque se que no puedo. 


Es entonces cuando envuelta en la vergüenza de sentirme observada, y a la vez el descaro de desearlo... que recorro todo mi cuerpo con la mirada. Me giro, me inclino. Mostrada, expuesta, analizando cada centímetro de mi piel como si jamás lo hubiese visto. 


Tras acercar una silla frente al espejo, me siento, casi a cámara lenta... Por un segundo me veo cuerpo de niña, incluso cierto miedo e inocencia en mi faz. Hasta clavar de nuevo los ojos en la mirada profunda del espejo, y transformo nuevamente mi expresión... me exhibo, retorciéndome en movimientos para explorarme al completo, no quiero ocultar ni un rincón de mi piel... nada!


Siento la imperiosa y repentina necesidad de tocarme, observarme parece ya no ser suficiente... Comenzando por acariciar mi cuello, mis pechos, mis brazos, mis caderas, mis piernas... Recorro cada pequeño rinconcito de mi piel, sin poder dejar de hacerlo. Noto la suavidad, el calor, casi siento más en mis palmas que en mi propio cuerpo... y ni siquiera se porque. 


A pesar de la poca luz puede apreciarse el tono claro de mi piel. Esas pequeñas piernas que se cruzan para acariciarse entre sí, que entreabro timidamente, para mostrar la oscuridad oculta que percibo brillar en el espejo. Mis manos suben y bajan, jugando con la suave curva de la cintura, cuando llegan a mis caderas clavo mis uñas en la carne, y de nuevo me observo, casi hipnotizada. 


Me acerco más al espejo, arrodillándome en el suelo, el piercing del ombligo crea pequeños destellos con cada movimiento. Abro las rodillas todo cuanto puedo, y al apoyar las manos en el suelo miro el leve balanceo de mis pechos, pálidos, pequeños. Los pezones color caramelo son como un adorno que corona la cima de blanca piel... 


Mientras continuo a cuatro patas voy girando lentamente, hasta dejar mis nalgas abiertas frente al espejo... Quizás sea el momento que más avergonzada me siento, y tras cerrar los ojos unos instantes y respirar lentamente, me obligo a bajar la mirada entre mis pechos. Y abriendo aún mas mis piernas me observo, postrada y abierta, expuesta y ofrecida. Los pechos suben y bajan al compás de la agitada respiración, el sexo más rosado que nunca, deslumbra de incontrolable humedad. 


Un calor repentino inunda mi cara, y los nervios bajan más allá de mi ombligo... No me observo yo, me observa ÉL.



jessika Abr 25 '16 · Calificar: 5 · Comentarios: 7
Nigromante

Cierro los ojos y recuerdo su quietud, recuerdo como sus labios temblaban en un movimiento casi imperceptible, parece que puedo tocarlos con mis manos, aún noto su aliento contenido en esa tensa espera antes del contacto, un leve roce con la yema de los dedos y una respuesta con una leve abertura de la boca, me acerco a ellos, voy besando y mordiendo cada trocito  , ella no puede responder, y lo sabe, solo tiene que sentir como se posan mis labios en los suyos.... cada roce, cada pequeño mordisco, cada gota de saliva que la recorre provoca que su piel se erice y las descargas de placer se suceden... los labios se enrojecen, tiemblan cada vez mas, estarse quieta es mas difícil a cada segundo, parece un beso eterno donde solo hay un deseo.... sus labios.

Abro los ojos, es solo un recuerdo, pero mis labios saben a sus labios....

Nigromante Abr 20 '16 · Calificar: 5 · Comentarios: 2
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